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Peugeot 505 SR Full - 1988
Un clásico de alta gama
Revista Parabrisas Nro 127. Diciembre de 1988
Publicado en Test del Ayer en Diciembre de 2011
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Estética de auto distinguido pero con alto Cx: 0.39
Usted se preguntará que tiene de nuevo este Peugeot 505 SR "Full" como para realizar una evaluación. Resulta que éste es el "505" que nos faltaba y que por otra parte, es el más vendido de la línea junto con el denominado "base". Además, resulta interesante compararlo con el Injection y sacar conclusiones de las ventajas que ofrece el sistema de inyección a nivel de performance y consumo. Profundo análisis de uno de los autos más codiciados por el mercado argentino
Los avatares económicos en Argentina, castigan -indefectiblemente- a las clases más carenciadas. En los últimos meses, los productos que sintieron el receso fueron los de consumo masivo, en tanto los dirigidos a niveles socio - económicos altos, se mantuvieron y hasta en algunos casos, incrementaron sus ventas.
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Este indicador, también es válido para el sector automotriz. Caso contrario, un automóvil del precio y nivel de un Peugeot 505 no debería figurar entre los diez primeros puestos del ranking de ventas con casi 6.000 unidades vendidas en los nueve primeros meses de este deprimido 1988.
Lo más probable, es que en la segmentación que hace el mercado -que a veces no coincide con la real o la que pretenden las empresas- el "505" no tiene rivales. Las razones pueden ser de imagen, de prestigio o simplemente porque así lo decide el que dispone del dinero suficiente para acceder a esa franja alta.
Buen confort de marcha aun en caminos desparejos
El Ford Sierra Ghia (en mayor grado) y el Volkswagen Carat en mucho menor escala, son los rivales más directos del producto de Sevel. Así lo entienden los conocedores, pero no tanto el público que sigue considerando al "505" como la meta más ansiada dentro de los medianos grandes.
La clientela del modelo, como dijimos en varias ocasiones, está perfectamente definida y no es fácil de convencer por medio de campañas publicitarias o argumentos promocionales. En pocas palabras, el propietario de un Peugeot 505 (de no mediar razones económicas) seguirá, en general, fiel a la marca.
Utilizando términos pomposos, el "505" sería definido como una berlina mediana de gran porte, tres volúmenes, cuatro puertas, de buena habitabilidad y confort. Y en este puñado de características es donde se debe esconder el secreto de su éxito.
Parada no prevista en el camino a la salida de Villa General Belgrano junto a una simpática locomotora en el parque del nuevo hotel
Nació en Francia en 1979, año en el que se presentó oficialmente en el Salón de París. Pocos años más tarde se concretaba el proyecto de producirlo en Argentina.
Por nuestras manos, en los últimos años, han pasado casi todas las versiones del Peugeot 505 a excepción del Diesel (sin turbo) y el Automático. Evaluamos el Injection, la rural Gran Tour, el Turbodiesel y ahora le toca el turno al SR "Full" que junto con el "base" es el modelo más vendido de la línea.
En el futuro -primer semestre de 1989- aparecerá una versión remozada con un elegante "becket" integrado al baúl y un panel trasero junto con paragolpes más actualizados, nuevas llantas y modificaciones en el interior.
Desde nuestro punto de vista, al carecer del aditamento sobre el remate del baúl (léase alerón, utilizado por el Injection y el SRD Turbo), la línea es más armónica. La suave curva que allí se produce es parte de la personalidad del "505", aunque el "becket" del prototipo que vimos por las calles internas de Sevel, no le cae nada mal.
Es un auto distinguido, correcto, con personalidad pero sin estridencias. Con un perfil agradable aunque su coeficiente (Cx) sea algo elevado para los valores que se manejan en los últimos años: 0.39.
Es un diseño que convence a la mayoría. ¿O conoce mucha gente que diga que el 505 no le gusta?.
Por sus dimensiones y confort interior, ideal para realizar largos viajes en ruta
Similar al de otras versiones probadas con anterioridad salvo algunos detalles, como el caso del tapizado tipo "corderoy" que crea un clima más elegante en el interior. No existen aspectos negativos con un pasaje completo (cinco personas), aunque como en todos los autos del mundo de cualquier segmento y precio, van mejor cuatro que cinco.
Hay lugar para las piernas atrás y adelante, el apoyabrazos central posterior tiene altura correcta, dispone de portamapas en las puertas, bolsillos en los respaldos, portaobjetos con tapa en la parte superior de la gran guantera y alojamientos que sirven para distintos usos.
3 - Puesto de comando e instrumental |
4 |
Por alguna razón, el asiento delantero del 505 Turbodiesel testeado hace algunos meses, era más bajo (y por consiguiente adecuado) que el de este 505 SR. Fuera de esto, el respaldo está bien estudiado, sujeta la espalda evitando desplazamientos laterales y por medio de regulación de distancia al volante e inclinación de respaldo se puede obtener una buena posición. Falta, como en otros "505", reglaje de altura del asiento, lo que mejoraría las cosas para los longilíneos.
El aro del volante tiene el "grip" justo, de buen tacto y medidas algo excesivas desde nuestro punto de vista. La pedalera al estilo francés, cerca del asiento (las preferimos más profundas en el torpedo). El comando de caja es suave pero preciso y seguro. Ideal para los que aman este tipo de selector.
El tablero de instrumentos es muy visible y de lectura inmediata debido a sus caracteres blancos sobre fondo negro que de noche son iluminados por detrás con una luz rojiza - naranja. Cuenta con una buena cantidad de luces de chequeo pero carece de un panel ad-hoc con indicador de puertas abiertas, luces de stop fuera de servicio, etc.
Como en otros casos, una de las bombitas ilumina un cartel de "Stop" circunstancia en la que el conductor debe detener la marcha ante el anuncio de alguna anomalía seria. Los comandos de luz de giro, altas, bajas, guiño y limpia - lavaparabrisas, tiene el largo correcto y son de fácil accionamiento.
El conjunto de ópticas y parrilla le confieren un toque muy personal a este SR Full
Excelente en todo sentido. Los espejos retrovisores externos son de buen tamaño (angular el de la derecha) pero de comando interno, no del todo preciso en nuestro caso. El interno cumple su función, pero en tren de perfeccionistas, podría ser algo más grande. Este, es el único punto discutible.
5 - Aireación - Calefacción |
4.5 |
Una vez familiarizado con los selectores de salidas de aire y regulación de temperatura, encontrar el punto buscado es una tarea fácil. Tanto la calefacción como el aire acondicionado, se mostraron eficientes y sin fallas.
Después de haber conducido y evaluado el 505 SRD Turbo con suspensión trasera independiente, volver al conocido eje rígido produce cierta nostalgia. De todas formas, aunque el puntaje del rubro sea levemente inferior, el comportamiento es correcto y poco o nada afecta el confort de marcha en ciudad o rutas en buen estado. En ello, sin duda, colaboran los eficaces Pirelli P-44 que armonizan con todo el sistema brindando un andar mullido pero sin exageraciones al estilo americano.
Obviamente, en circunstancias extremas con piso serruchado o desparejo, ante exigencias que el conductor normal dificilmente asume, el tren trasero se manifiesta con tendencia al siempre comentado "zapateo" de los Peugeot, donde interviene el eje rígido como responsable principal. Es allí, donde radica la gran diferencia entre las ruedas traseras motrices independientes (caso del 505 SR Turbo o la línea Sierra) y los sistemas convencionales.
7 - Maniobrabilidad - Dirección |
4 |
Buen grado de asistencia de la dirección que permite ejecutar maniobras de estacionamiento con el menor esfuerzo pero no insensibiliza al conductor que circula a altas velocidades en ruta. La respuesta es rápida, precisa aunque el diámetro del volante podría ser algo más reducido.
Vista general del motor con distribuidor arriba, protegido de lluvias torrenciales
8 - Equipamiento y accesorios |
4.5 |
A diferencia del Turbo alimentado, este naftero a carburador, carece de regulación eléctrica de espejos pero tiene todo lo demás, incluyendo apertura a distancia de puertas, cuatro cinturones inerciales y techo corredizo de accionamiento automático por medio de una tecla ubicada junto a la de los elevacristales delanteros.
Si evaluamos el funcionamiento del propulsor del 505 SR, no encontraremos puntos oscuros. Si evaluamos el diseño del mismo, debemos estar de acuerdo en que el Peugeot 505 está pidiendo una planta motriz más moderna, con más potencia y paralelamente, con menor consumo. Claro, que en un mercado de 170.000 unidades anuales, pedir este tipo de actualizaciones suena a ridiculo... ¿no?.
No se manifestaron consumos de aceite ni pérdidas, así como la variación en la performance al cabo de 10.000 kilómetros. Un motor noble, robusto, pero no actual...
Perfil donde se observa la línea sobria y elegante del 505 SR
Si dejamos establecido que estamos en presencia de un motor de 2.000 cm3 con 108 CV alimentado por carburador y un árbol de levas lateral, llegar a una velocidad máxima de 170 km/h con el agravante de un Cx que no lo beneficia, no es poco. Lo mismo con los procesos de aceleración donde menos de 14 segundos son suficientes para arribar a los 100 km/h con partida detenida.
Súmese a esto, las intenciones nada deportivas del "505" y nos encontraremos con una berlina de gran confort, con buena velocidad final, ágil y elástica. En síntesis, lo que busca el cliente de un "505".
Como anticipamos, el selector de cambios es seguro, suave y no mostró tendencias a modificar el diagrama cuando se produce la lógica torsión en curva. Respecto a la tracción -establecidas las diferencias del comportamiento del eje rígido con respecto a las ruedas independientes- la misma es eficiente en pisos parejos de asfalto o ripio gracias al diferencial autoblocante que lo equipa. Un sistema que mejora considerablemente la tenida direccional y en virajes bajo la lluvia.
Por supuesto, que para aquellos conductores que gustan del andar veloz, conviene sugerir una adaptación o un "tanteo" previo a las respuestas del autoblocante evitando sorpresas desagradables. Las relaciones de caja -elasticidad del motor de por medio- son coherentes para un automóvil de estas características y la quinta (0,848:1) alivia el trabajo del motor manteniendo prácticamente la velocidad máxima que se alcanza en cuarta (directa 1:1). El embrague de acople "dulce", típico de Peugeot.
Sobre el asfalto en la zona del Dique Los Molinos
Pedal firme y seguro. Sin muestraas de fatiga. Tampoco se manifestaron vicios que comprometieran su línea de marcha en línea recta al exigir los frenos. Casi óptimos.
Equilibrada, punto justo entre confort de marcha y tenida en ruta. La delantera, como en otras oportunidades, robusta, sin ruidos ni vibraciones que se transmitan a la dirección. La trasera cumple su tarea con eficiencia aunque por las razones apuntadas preferimos la del SRD Turbo.
No es su aspecto más saliente, sobre todo si se lo compara con el SR-Injection. A 100 km/h constantes en ruta necesita 8.0 litros para recorrer los 100 kilómetros (contra 7.4 del SRi) y 12.8 en ciudad. A 160 km/h las diferencias se hacen más notables ya que el alimentado por carburador consume 16.1 litros contra algo menos de 14 litros del Injection.
Debido a estos valores, el tanque de combustible de 50 litros resulta inadecuado brindando una autonomía mucho más reducida de la que se obtendría con un tanque de (¿por qué no?) 70 litros.
La clásica de los Peugeot 505. Muy buena en asfalto, correcta en tierra o ripio (ayuda el autoblocante). Sólo se muestra algo "viboreador" en pavimento con huella profunda. No tiene vicios o reacciones inesperadas y aunque se tendencia es netamente sobrevirante pero muy controlable por medio de corrección de volante.
En virajes de alta velocidad infunde plena confianza a quien lo conduce debido a que acepta la trayectoria impuesta sin rebelarse.
Sin quejas. Buena distribución de las bajas y suficientes las de ruta. Tiene regulación interna de altura de faros y luces antiniebla traseras.
Buena altura, puertas grandes y una leve curva en el pasarruedas trasero, hacen que el acceso (ascenso y descenso) a cualquiera de las plazas sea una tarea sin complicaciones. Lo mismo sucede con las partes mecánicas pese a los acesorios de confort.
Región de coníferas en el Valle de Calamuchita como fondo del 505
18 - Terminación y estanqueidad |
5 |
Sigue siendo uno de los rubros más cuidados del "505". Tapizados, paneles interiores, matriceria de plásticos, cierres de puertas, encaje de cristales, demuestran interés por parte de su fabricante.
Por ser un auto de comienzos de la década del '80, donde la cola alta no era moda, el baúl del "505" es suficiente para una familia tipo. Es profundo y ancho sólo se nota menos espacioso de la tapa del baúl al piso. La rueda de auxilio está montada abajo, en la jaula correspondiente.
Si hoy, con el dólar apenas por encima de los 15 australes, hacemos la cuenta en moneda estadounidense, el valor será elevado y ficticio. No sólo para el "505", sino para cualquier auto de industria nacional. Comparándolo con valores de otros vehículos de gama alta, es aceptable.
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