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Renault
18 GTX II - 1987
La
computadora no cambió su carácter
Revista
Parabrisas Nro 110 Junio de 1987 |
Sutiles
modificaciones exteriores, nuevos colores y el agregado de una
interesante "mini - computadora" son los detalles más
calientes de esta versión 1987 del Renault 18 GTX II. Conserva intactas
sus virtudes reconocidas: solidez estructural y confort de marcha en
todo tipo de terreno. Prestaciones
adecuadas a un dos litros con 103 CV (DIN) p ero consumo excesivo a
velocidades superiores a los 120 Km/h en trazados ruteros. Completo
análisis de la unidad al cabo de 8.500 kilómetros
Si hay una virtud más destacable que otras al evaluar un Renault 18 (en cualquiera de sus versiones) y en la que casi todos concuerdan, es su robustez y confiabilidad.
Este GTX II, más ágil, más equipado, más potente y de mejores performances conserva intacto ese carácter y personalidad que a través del tiempo lo ha hecho el elegido de un gran segmento del mercado argentino.
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- Road Test del Renault 18 GTX II Automático - 1985
En más de una ocasión se ha comentado que el mercado local se maneja con parámetros alejados a los internacionales, donde la competencia es mayor y las franjas apenas sutilmente delimitadas. Aquí, el Renault 18 GTX II es opción de un Peugeot 505 o de un Ford Sierra cuando en realidad la cilindrada es lo que más los equipara.
No así su capacidad interior
donde se evidencia que el producto de Santa Isabel nació para tener en
sus entrañas un motor de litro y medio o poco más. Pero nuestra realidad
es ésta y de nada vale la teoría cuando en la práctica es
rebatida.
No
hay duda de que este GTX-II de la gama ' 87 ha sido provisto de casi todos
los elementos de confort existentes en el mercado y hasta en la textura de
los tapizados se nota un mayor cuidado que justifica -en parte- su alto
precio al público. Hubo un trabajo de "pasada en limpio" que
sin modificar en nada el diseño original lo hace más actual pese a que
vio la luz en el departamento de diseño de Renault France allá por fines
de la década del '70.
La
nobleza de la que hablábamos se pudo comprobar en el viaje de retorno de
Tucumán a Buenos Aires donde con la ayuda del viento norte (de cola en
este caso) viajamos a constantes 5.000 vueltas en 5º marcha y a
velocidades del orden de los 180 km/h reales.
La ida (de Buenos Aires a
Catamarca) también se cubrió con el acelerador a fondo, pero a
regímenes más benévolos (4.500 rpm). En total, con los extenuantes
tramos montañosos de la Cuesta del Clavillo y La Chilca que mostraban un
piso poco amistoso, realizamos unos 6.500 kilómetros “a fondo" sin
que el motor mostrara señales de cansancio o desrregulaciones serias. Es
más, ni siquiera se dignó consumir unos pocos centímetros cúbicos de
lubricante a pesar de las exigencias.
El ángulo oscuro de los R-18 con motor dos litros sigue siendo el mismo que el de aquella unidad que probé en 1981 con caja de cuatro marchas y que respondía a las siglas de "TX": consumo elevado. 15,8 litros de promedio para 100 kilómetros recorridos fue el valor rutero en las condiciones citadas y 14,8 litros en caminos de montaña. No es, en cambio, tan alarmante en ciudad donde 13,8 litros son suficientes. Como en ocasión del Ford Sierra XR4 hemos recurrido al “medio punto" para ser más ecuánimes y no quedarnos "cortos" o "largos" en las calificaciones de cada uno de los rubros. De todas formas -y usted lo juzgará- el puntaje final es el adecuado si se lo compara con otras unidades testeadas a las que podríamos denominar competencia directa.
El primer
cambio que se nota es en el frente superior de la parrilla que
pretende mostrarse como una prolongación del capó y achica la
grilla haciéndola más alargada y menos alta. Recorriendo el
sector frontal aparece un paragólpes más reducido e integrado a la carrocería,
diríamos pegado a ella y sin punteras ... de una sola pieza.
También se modificó el diseño de la
"piel" de
plástico reforzado (parte baja de la trompa) que ahora es
similar a la de la coupe Fuego. Parece mucho más fluida y
también es más aerodinámica aunque no es fácil valorar las
ganancias si es que las hubo. Pero estéticamente es mejor. Lo
mismo sucede con el sector trasero -otra vez notamos al 18 con
la "cola parada"- que ahora dispone de un "becket"
o aleroncito (como se lo llama vulgarmente) que se funde
lateralmente con la línea del paragolpe posterior. Igual que
en la versión importada.
Respecto a la
pintura parece más cuidada, aunque el color que nos tocó en
suerte no debe ser de los mas codiciados. Sabemos que su CX no
ha sido el punto de partida del diseño original pero allá, a
fines del ´70, no se pensaba demasiado en temas
aerodinámicos y menos en autos del segmento medio.
Para
completar el panorama, este GTX II muestra llantas de
aleación bastante deportivas pero no lo suficiente como para
que desentonen.
Lo dejamos
establecido pero hay que repetirlo: el R 18 es
más chico interiormente de lo que aparenta desde afuera. Al
sentarse al volante el conductor toma conciencia que es
angosto y los pasajeros de atrás no disponen de
espacio extra. Los respaldos traseros son muy ahuecados y un
eventual quinto pasajero no es aconsejable en un viaje largo.
Los tapizados,
en cambio, son agradables y de buena calidad. La bandeja del
lado del acompañante no es práctica ya que debido a su forma
logra que en las curvas los objetos no se mantengan en su
sitio y transiten de uno a otro extremo. La guantera es de
tamaño adecuado pero poco accesible por su ubicación y
sistema de apertura. Algunos plásticos del tablero se tornan ruidosos.
De todas formas merece medio punto más que el GTL.
En el ripio de Singuil
3 -
Puesto de comando e instrumental
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4
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El ángulo
de ataque del volante de dirección (no así su diseño que no
condice con el resto), la butaca y su altura, hacen que la
posición de manejo sea cómoda para cualquier conductor. El
asiento debería ser unos 4 cm más largo para de esa forma
sostener los muslos y no dejarlos en el aire, con el pie como
único punto de apoyo.
También mejoraría las cosas un
regulador de altura o de tipo basculante (como en el R11
Turbo). En usuarios de piernas largas, será inevitable el
roce de la extremidad derecha contra la consola central. Los comandos son eficaces, están a
mano y solo las teclas levanta cristales están alejadas y mal
ordenadas ya que a la izquierda se alojan las de ambas
ventanillas delanteras y a la derecha las de las traseras.
Bueno, es cuestión de cambiarlos de su alojamiento
original...
El instrumental
es completo e informa de todo lo necesario al
conductor. La lectura es algo complicada ya que los tres
indicadores (nivel de combustible, presión, nivel de aceite y
temperatura), ubicados en el medio entre velocímetro y cuenta
vueltas, no son identificables en el primer golpe de vista y
hasta acostumbrarse puede llamar a confusión. Antes de pasar
a otro tema, el velocímetro es de una exactitud sorprendente
(apenas 3 km/h cuando marcaba 180 Km/h).
La columna de
dirección es regulable en altura aunque la traba es algo
rebelde y es necesario hacer un esfuerzo para accionarla.
El R-18 por Las Estancias (Catamarca)
Buena. La altura de la cintura ayuda y los parantes no interfieren. Los espejos retrovisores cumplen su cometido aunque preferimos otros sistemas para regularlos y en lo posible, que el de la derecha sea del tipo "gran angular" para mejorar el campo visual.. Limpiaparabrisas correctos, mejorable la superficie de barrido. Luneta desempañante de reacción lenta y falta de lava faros por el lado de las quejas.
5 - Aireación - Calefacción
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Dosificación ideal y varias posibilidades de uso. Ídem el aire acondicionado. La ventilación general del habitáculo es muy buena pese a que las ventanillas delanteras, si se abren más de un par de centímetros, dejan entrar flujo canalizado que tiene la cara del conductor como destino.
En
este rubro puede haber opiniones dispares, algunas de las cuales llegarán a
nuestro "Correo". Pero ya dijimos en varias ocasiones que somos
amigos de las suspensiones que copian correctamente con una leve tendencia a
ser duras, pero que en el resultado final logren un andar agradable en todo
tipo de caminos o calles. Bueno, ese es el caso del R18 que suma su robustez
estructural a estos aspectos positivos.
Todo
el conjunto funciona
correctamente y aísla al conductor de las
imperfecciones del piso. Agréguele adecuados
neumáticos con la presión correspondiente y
obtendrá un cocktail cercano a la
perfección.
7 -
Maniobrabilidad - Dirección
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4
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La
tradicional limitación de maniobra de los autos de tracción delantera pasa
casi desapercibida en el GTX II. Gran responsabilidad en este rubro tiene el exacto
nivel de asistencia del sistema hidráulico que la secunda, ya que no
insensibiliza al conductor respecto al comportamiento del vehículo en curvas
o en rectas a alta velocidad. Punto justo que le dicen. Transmite sensaciones
y eso es lo importante.
Estacionar
en espacios reducidos no requiere esfuerzos ni cálculos matemáticos.
8 -
Equipamiento y Accesorios
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4
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Por
el lado de los "faltantes" habría que enunciar la carencia de check
- pannel (control de puertas cerradas, bombitas de luz quemadas, etc.), de parasoles
posteriores (cortinas enrollables); pero en su descargo dispone de una computadora que no es un juguete sino que demuestra su utilidad a poco de tomar contacto
con el GTX II. También es interesante -y cómodo- el cierre de puertas
a distancia por rayos infrarrojos.
La radio es de
buena calidad y nuevo diseño, excelente recepción (FM a más de 120 km de
Buenos Aires), reproducción satisfactoria de cassettes, asistida por
cuatro parlantes que por ser de serie no merecen criticas. Práctico
el ya conocido sistema de regulación de altura de faros desde
el habitáculo por medio de un dial que se maneja desde el tablero. En
fin, no es el "top" pero tampoco anda lejos...
El
R18 GTX II en uno de los tantos retomes de la Cuesta de la Chilca, en
Catamarca
Si
analizamos el
mercado local y vamos a centrar la mira en planta motrices de esta cilindrada,
esta
es de lo mejorcito. De lo más actualizado. Pero su
mayor virtud es el correcto y confiable funcionamiento. Podríamos
quejarnos de que es algo "rumoroso" a cierto régimen
(mas de 4.000 rpm) pero ese defecto no es del motor
propiamente dicho sino de la aislación entre este y el
interior. Es elástico cuando se quiere circular a 60 Km/h en
cuarta y sumamente brioso al pisar el acelerador en el cambio
correspondiente con la aguja trepando con soltura hasta
cercanas 6.000 vueltas.
Aunque la
definición parezca poco realista -de sensaciones hablamos- se
muestra como poco propenso a un desajuste por error de
conducción. Largas horas de interminables rectas con viento
de cola y unas 5.000 pm constantes en quinta velocidad, así parecen indicarlo.
Una unidad
que algunos autos nacionales de otras marcas deben mirar con
cierta envidia.
Dentro de lo previsto para un
motor de dos litros a carburador y con 103 CV (DIN) de potencia. Si
tuviese un mejor coeficiente aerodinámico los valores de
velocidad final y aceleración 0-1000 metros se verían sensiblemente mejorados.
Hilando fino, no le vendría mal una
3era más larga que permita tirar las 5.000 vueltas sin que la
caída, al conectar la 4ta abandone la gama del buen torque.
Para lograrlo hay que exigir en demasía la 3era llegando a la
conclusión de que no vale la pena. Pero, o la 3era es
levemente corta o la 4ta es levemente larga. No así la 5ta
que desde los 140 Km/h responde como directa a la vez que
permite transitar a 80 Km/h sin tropiezos o tironeos ingratos.
Respecto
del diagrama de cambios, nunca fue el fuerte de los Renault. Pero en este caso
sólo notamos alguna lentitud al pasar de
1era a 2da velocidad. La potencia es transmitida con
corrección aunque en bruscos proceso de aceleración -tracción delantera
mediante- algo se pierda en el cambio debido a una rueda que tira más que la
otra, sensación que se transmite al volante.
Cruzando
un vado por Catamarca
De
todos los "18" probados hasta el
momento por quien suscribe, éste me impresionó por su poder
frenante. Sólo hace falta acostumbrarse a un pedal algo
"esponjoso". Una vez superado ese
"trauma", se observa que el auto con
total solvencia, sin tendencia a espantarse o
a bloqueos prematuros. Tampoco hay fatiga ante
exigencias continuas (bajadas de las cuestas
de La Chilca y El Clavillo a ritmo veloz).
Uno
de los rubros donde se manifiesta una sensible
mejoría.
Si
uno fuera un técnico especializado pondría
en tela de juicio algunas soluciones en las
suspensiones delantera y trasera.
Pero como no lo somos, pese al eje rígido posterior, debemos
aceptar que el comportamiento es eficiente. Además el sistema
se muestra robusto, sin inclinaciones a tomar ruidos o
desajustar bujes prematuramente. Fortaleza, es la palabra
adecuada, más allá de alguna otra solución más exquisita en
este rubro a las que somos propensos.
Correcto desempeño del GTX-II en caminos de ripio transitando en plena recta con las Sierras de Aconquija como fondo. Una belleza impresionante
Las nubes oscurecieron el
horizonte y avanzan lentamente... he aquí el rubro más
delicado del R 18 dos litros. En la comparación con otros
motores de 2.000 cm3 no sale airoso. ¿Y por qué le pusieron
casi cinco estrellas al rubro motor?, se preguntará el
lector. Porque allí se contempla su funcionamiento y
eficiencia, el consumo entra a tallar aquí, en el ítem 14.
Los años han pasado pero la
solución para llegar a valores más bajos de consumo no se ha
encontrado. Para colmo, el tanque de 53 litros hace que la autonomía
real no supere los 280 - 300 Km lo que en términos de un viaje largo por nuestras desoladas rutas, signifique
parar cada dos horas y unos pocos minutos. Claro que lo mejor
sería lograr economía y no poner un tanque de 70 litros, pero
a falta de pan ...
A velocidad máxima hacen falta
más de 17 litros cada 100 km y a 140 km/h los valores
también son altos. No así en ciudad donde con 13.8 lts se
puede cubrir esa distancia en los entreveros porteños donde
el selector de cambios solo se mueve entre 1era y 2da.
El promedio ciudad - ruta -
montaña es apenas aceptable.
Sin problemas hasta los 140-150 Km/h. Muy sensible a las irregularidades del asfalto. Por
encima de estos valores se manifiestan "latigazos"
de la dirección al salir de la huella marcada por los
camiones. Muy buena en caminos de tierra, asfalto mojado,
ripio y hasta en barro donde se mueve con soltura y franqueza
absolutas. En curvas veloces y lentas las tendencias son
levemente subvirantes -como corresponde a una tracción
delantera- pero sin excesos.
De lo mejor.
Altas y bajas. Para colmo regulables desde el habitáculo por
medio de una perilla ubicada a la izquierda de la columna de
dirección.
Con las limitaciones de otros
Renault 18. Algo complicado en el sector trasero por la curva
de la puerta a la altura del pasarruedas. Las partes mecánicas tienen un acceso algo
complicado debido a la presencia de elementos adicionales en
esta versión "full equipe".
18
- Terminación y estanqueidad
|
4
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Salvo
algunos detalles menores como la luz del "becket"
entre la tapa del baúl y el guardabarros trasero o unos pocos
plásticos que muestran rebabas antiestéticas, el GTX II es un
ejemplar que sale a flote en el análisis detallista.
Ni baúl
ni habitáculo mostraron huellas de polvo después de 1.600 km
de caminos de tierra y montaña.
Adecuado para el tamaño del vehículo
y con piso plano ya que el neumático auxiliar está
sobre una jaula externa abajo del baúl. Los hay más
espaciosos pero de ninguna manera es insuficiente.
Elevado en relación equipo /
habitabilidad. Pero los Renault nunca fueron
baratos. Se mantienen las diferencias con sus rivales de
categoría.
Por
Carlos F. Figueras
Fotos:
Guillermo Cantón
.
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CONCLUSIONES
Virtudes
Defectos
Acceso y habitáculo.
-
Consumo en ruta.
-
Tenida direccional (140 Km/h plus).
-
Falta de regulación de butacas delanteras en altura.
-
Lectura confusa de instrumental.
-
"Grip" y diseño del volante.
-
Precio.
REFERENCIAS |
5 |
OPTIMO |
4 |
MUY BUENO |
3 |
ACEPTABLE |
2 |
REGULAR |
1 |
DEFICIENTE |
Fecha de presentación |
Noviembre de 1986 (Gama 87) |
Garantía |
6 meses o 20.000 Km |
Precio al público |
32.955 australes al 16/6/87 con todos los impuestos incluidos y sin patentar |
VELOCIDAD MÁXIMA 170.725 KM/H
Promedio de las dos mejores pasadas en sentidos opuestos con valores de 171.590 Km/h y 169.860 Km/h en cuarta velocidad
ERROR DEL VELOCÍMETRO |
Vel
Indicada |
Vel
real |
20 |
|
40 |
|
60 |
|
80 |
|
100 |
|
120 |
|
140 |
137 |
160 |
157 |
|
CONSUMO |
|
l/100 km |
Aut |
80 Km/h |
6.7 |
791 Km |
100 Km/h |
7.5 |
706 Km |
120 Km/h |
9.3 |
569 Km |
140 Km/h |
12.9 |
410 Km |
160 Km/h |
16.6 |
319 Km |
Ciudad |
13.8 |
384 Km |
VELOCIDAD MÁXIMA EN CADA MARCHA |
I |
|
II |
|
III |
|
IV |
|
V |
|
|
Algo
más que un "juguete nuevo"
Nada peor que los preconceptos. Pero difícil es deshacerse de ellos. Cuando se lanzó la línea '87 del Renault 18 GTX II, nos enteramos -ustedes y nosotros- de la minicomputadora que lo equipaba.
Lo
primero que pensé fue que se trataba de un "engaña bobos" a los
que la industria automotriz mundial nos tiene acostumbrados con alguna
frecuencia.
Tomar
contacto con la unidad, leer el manual y empezar a manejar las dos teclas del
pequeño visor, me hicieron ver una realidad que no dejó de sorprenderme: era
realmente útil.
Como
primera medida es de fácil accionamiento para la entrega de datos. No hace
falta ningún curso previo sobre soft y hardware. Suficiente con atenerse a la
letra escrita en el manual. Al pulsar el switch a la derecha (una vez) aparece
la hora en el visor y al hacerlo por segunda vez la temperatura exterior. Aquí debo admitir que debe tener cierta influencia el calor que irradia el motor
porque nunca concordaba con la que me informaban por radio.
Al
hacerlo a la izquierda aparecen las siguientes funciones:
1
- Cantidad de litros de combustible en el tanque.
2
- Kilómetros recorridos desde la puesta a cero (con el pequeño botón
ubicado a la derecha del visor que borra toda información anterior).
3
- Kilómetros que faltan para reabastecerse considerando el ritmo de consumo
promedio.
4
- Promedio de velocidad en km/h desde el momento de la puesta a cero.
5
- Consumo en litros cada 100 kilómetros (promedio) desde que inició el
recorrido previsto.
6
- Consumo de combustible al instante.
El
conductor, de esta manera, recibe una serie de informaciones precisas y
también interesantes. Por ejemplo, que el auto -este u otros- al arrancar en
frío y hasta que no llega a tomar temperatura normal de funcionamiento, puede
consumir hasta 23 litros / 100 Km. O ver como un promedio de 120 Km/h
desciende vertiginosamente al colocarse detrás de un camión para luego
superarlo. O la diferencia de consumo que existe entre una tercera llevada a
5.500 rpm con respecto a la cuarta. O también para determinar que el tanque
lleno son sólo 51 litros (según la computadora) y no 53 (según el
fabricante).
Un
consejo: no la subestime. Es útil y sumamente divertida en caso de que
deba encarar un viaje largo. Es una compañía.
Sólo con la butaca muy adelantada hay espacio posterior suficiente para las piernas de eventuales pasajeros
Comandos de espejo, mejorable
Sistema de telecomando infrarrojo
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Primer plano del nuevo diseño de llanta de aleación
Butacón delantero de excelente agarre lateral pero sin regulación de altura o sistema de "báscula"
Nuevo frente superior
Vista lateral de la trompa con cuidada aerodinamia
Correcta la altura de los apoyabrazos |
El volante es de dudosa elegancia. Preferimos el de otras versiones
Motor de acceso algo complicado a sus partes
Tablero completo. Nótese que los instrumentos centrales no son de fácil identificación
Si
la impresión nos ayuda, la aguja del velocímetro se verá marcando cerca de
los 180 Km/h
El baúl del GTX II de dimensiones acordes a la capacidad del auto. No es de los mejores pero cumple
Consola central con gaveta, radio de buena calidad, comando de aireación y control de temperatura y teclas levantavidrios mal dispuestas. Encendedor y cenicero lejos del alcance del conductor
La bandeja ubicada sobre el lado derecho, sobre la guantera, es poco práctica. Por su diseño no es posible llevar elementos sin que se deslicen de uno a otro extremo
La tripulación "desorientada" antes de Andalgalá
Atardecer en la Cuesta del Clavillo
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Motor
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Tipo:
M2000 Cilindros:
4 en línea. Válvulas: 2 por cilindro a la cabeza. Árbol
de levas: A la cabeza. Tipo de camisas: Desmontables.
Block: Aleación de aluminio. Cilindrada
total: 1.995 cm3 Diámetro por carrera: 88
x 88 mm Relación de compresión: 8.7 a 1 Potencia
máxima: 103 CV DIN a 5500 rpm. Par motor:
16.2 kgm a 3.000 rpm Alimentación: carburador Solex 34 TE1E
de dos bocas a tiro descendente Refrigeración:
circuito hermético a presión, con vaso recuperador. Capacidad
de aceite del motor: 5.2 Lts
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Embrague:
a diafragma monodisco seco Comando: mecánico
por cable Caja de velocidades: 5 y M.A. Relaciones: 1º - 4.090:1 2º - 2.176:1 3º - 1.409:1 4º - 1.030:1 5º 0.861:1 M.A. - 3.545:1 Comando: al piso Relación
de puente: 3.778:1
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Instalación eléctrica y
encendido
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Encendido:
Electrónico integral AEI Bujías PVI
A-15 Batería:
12V 45 A/h Alternador: con regulador
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Delantera:
Independiente, trapecio articulado, triángulos superpuestos, transversales, resortes helicoidales,
amortiguadores telescópicos y barra antirrolido. Trasera: eje
rígido. Barras reactoras, triangulo reactor central, resortes
helicoidales, amortiguadores telescópicos y barra
antirrolido.
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Delanteros:
discos ventilados Traseros: a tambor
autoajustables con válvula antibloqueo sensible a la
carga
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Llantas: de aleación liviana ventiladas. Medida: 185 x
70 x 13
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Tanque
de combustible: 53 litros Circuito de
Refrigeración: 10 litros Largo máximo:
4.397 mm Ancho: 1.686 mm Altura:
1.420 mm
Distancia entre ejes: 2.441 mm Trocha
delantera: 1.430 mm Trocha trasera:
1.348 mm Peso en orden de marcha: 1.093 Kg Carga
máxima remolcable (sin freno): 485 Kg
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Vea también
Road Test del Renault 18 TX
Revista
Corsa Nro 799. Septiembre de 1981
NOTA PARA FORISTAS, WEBMASTERS, ETC.Si te ha gustado este test y vas a usarlo en un foro, sitio web o cualquier otra publicación, por favor no olvides mencionar que lo obtuviste de Test del Ayer además de incluir un link a este sitio.
Muchas gracias. |
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