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Renault 11 TXE 1.6 - 1991
Con el equipamiento de un grande
Revista Road Test Nro 8. Junio de 1991 |
Ya en el Nro 2 de Road Test considerábamos que las mejoras externas realizadas sobre la línea 9 y 11 de Renault eran realmente positivas en lo que respecta a la armonía del conjunto y la actualización de su diseño. Estos cambios le dieron nuevo vigor tanto a uno como a otro aunque, a juzgar por las cifras, revitalizó más al 9 que por primera vez supera al 11 en ventas tras muchos años de lucha ante
un mercado que no lo tenía demasiado en cuenta
Pero el modelo que nos ocupa el Renault-11 TXE/1,6 litros. auto codiciado por los potenciales compradores del segmento medio y especialmente -lo dijimos en más de una ocasión- por el sector femenino, aunque ahora deba disputar esa franja con el Uno, otro auto con ''gancho" para las damas.
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Sin duda, el precio del R-11 con equipamiento completo está alejado del de sus competidores, excepción hecha del Escort de Ford. Claro que todo tiene su explicación. Precisamente ofrece elementos de confort de los que carecen sus rivales. Está en el comprador sopesar sus necesidades y chequear el presupuesto para determinar si vale la pena o no el "sacrificio" económico.
A las modificaciones estéticas, Renault Argentina le agregó el motor de 1.600 cm3 de 82 CV (DIN), 6 plus que el anterior aunque con un par motor algo elevado en lo referente a régimen: 4.000 rpm. Con esto se logró un mayor equilibrio entre su aspecto exterior (más deportivo, por llamarlo de alguna forma) y las performances, que se vieron incrementadas sensiblemente.
Es momento de entrar en materia, y evaluar este Renault-11 TXE que probamos al cabo de 7.000 kilómetros y que nos dejó interesantes conclusiones.
Rolador en lo veloz. En la ciudad mostró un andar impecable, sin que se sientan las irregularidades del piso. A la hora de doblar rápido se mostró un poco rolador
1 - Diseño / Aerodinamia |
7.5 |
Restyling logrado, con el aire "familiar" de todos los Renault de última generación. El deflector delantero con luces antiniebla incorporadas, el faldón trasero que se prolonga debajo del paragolpe, la grilla, las ópticas delanteras y hasta el diseño de los cubrerruedas, le han otorgado una personalidad más definida sin abandonar ese "toque francés".
Aerodinámicamente, considerando su fecha de nacimiento, no es de lo mejor, pero su Cx está en el orden de 0,36.
Debido a las posibilidades que otorga la butaca del conductor (de excelente sujeción en curva y anatómicamente correcta) la posición de manejo es adecuada para el promedio de altura de los argentinos. Los de más 1,80 m encontrarán que la pedalera está cercana y con los pedales algo separados, lo que lo obligará a llevar la regulación prácticamente al tope de la guía sacrificando espacio atrás del asiento del conductor.
Los comandos son los típicos de Renault, el volante de dirección (como el de la Fuego y GTX-II) es demasiado grande -desde nuestro punto de vista- especialmente considerando que posee sistema servoasistido. Creo que no hace falta y mejoraría la posición de manejo.
Todo está al alcance de la mano (incluso la radio Phillips de buena calidad) y el comando de caja está situado en el sitio donde la mano derecha lo busca instintivamente.
No hubo innovaciones en este aspecto. Es el ya conocido con dos grandes instrumentos en los extremos y dos pequeños en el centro. El resto corre
por cuenta de luces testigo (no muy identificables cuando se encienden).
Así como el velocímetro se mostró bastante exacto y con escaso error, los indicadores de nivel de combustible y de temperatura de agua manifestaron poca exactitud. Uno por su oscilación ante frenadas y aceleraciones, el otro por poseer una escala (sin caracteres numéricos) que varía entre un tercio del recorrido y casi la zona roja hasta que conecta automáticamente el electroventilador, tras lo que vuelve a la mitad.
Pero en ruta, está por debajo de la línea media lo que hace suponer una falencia en el instrumento ya que no es creíble que el motor funcione a 60 grados en la ruta y 98 grados en ciudad ya que trabajaría dentro de una gama poco eficiente. La luz de reserva de combustible alerta al conductor cuando aún quedan 6 litros en el tanque lo que le permite circular unos cuantos kilómetros a velocidades normales en 5ta marcha.
El Renault esperando turno para pasar...
4 - Espacio interior / Acceso |
7 |
No es de los más amplios de su categoría. Si los ocupantes de los asientos delanteros se ubican con comodidad, los del posterior sufrirán las consecuencias, aunque tiene la ventaja de disponer de buen espacio para los pies debido al sistema de anclaje de la butaca. Pueden viajar cinco personas pero no en trayectos extremadamente largos. El acceso por las cuatro puertas es más que correcto. Las puertas no interfieren el ingreso y las partes mecánicas, debido al generoso vano motor, son accesibles.
5 - Visibilidad / Luces |
7.5 |
Excelente a 180 grados respecto al eje del conductor. Tampoco ofrece puntos oscuros 3/4 hacia atrás. Por el espejo retrovisor es algo limitada, como corresponde todo vehículo de dos volúmenes, con gran portón trasero y línea lanzada.
Posee dos espejos externos de comando manual interior de tamaño adecuado pero que, como en otros Renault, mostraron tendencia a vibrar cuando se circula a altas velocidades.
Respecto a las escobillas y el sistema limpiaparabrisas, no anotamos deficiencias. Incluso la velocidad máxima de barrido es eficaz hasta con lluvias torrenciales.
Nada que envidiarle a los mejores de su clase. Tres velocidades de forzador, tres opciones de salidas de aire, correcta dosificación de la temperatura y aire acondicionado con toma externa y recirculación.
Lo mismo vale para ventilación. Sólo las rejillas regulables (dos al medio y
una a cada extremo) se mostraron algo ariscas al tratar de modificar la dirección del flujo de aire.
Logrado restyling. La trompa de los nuevos R-11 quedó muy lograda, con un agradable resultado final
Completo para su segmento. A lo tradicional en los modelos de su clase, el Renault-11 TXE suma apertura de puertas a distancia y dirección servoasistida, dos opciones de equipamiento que no ofrecen otras marcas.
Como ya es común en los Renault, muy buenas luces altas y bajas, con las que colaboran dos rompenieblas amarillos delanteros. Los cinturones de seguridad delanteros son inerciales, los traseros de cintura, posee luz de cortesía y alarma sonora de luces encendidas al abrir la puerta. La radio es de calidad, con 10 memorias de FM y reloj incluido. Los parlantes (4) cumplen adecuadamente con su función.
Si bien estamos en presencia de un "viejo" conocido, no por ello debemos quitarle méritos, ya que si bien no es un propulsor revolucionario, se trata de un motor noble, robusto, confiable y con larga vigencia en el mercado argentino a través de distintos incrementos de cilindrada.
Funciona sin problemas (algo complicado el arranque en frío en ciertas ocasiones) y no hay que asustarse si al cabo de 2.000 kilómetros el consumo de aceite supera el 1/2 litro. Es normal.
Los 82 CV (DIN) a 5.250 rpm le sientan bien y se traducen en mejores performances.
9 - Aceleración / Reprise |
7 |
Normal para un motor de menos de 1,6 litros, de carrera larga y características convencionales. Tiene bríos a partir de las 3.500/4.000 rpm y no hace falta ir más allá de las 5.500 rpm entre cambios. Poco más de 34 segundos para los 0-1000 metros es un valor acorde a un doméstico propulsor.
Las reacciones a partir de 40 km/h en 4ta y 60-90 ó 90-120 km/h en 4ta y 5ta no son del todo briosas. Sin duda influye el par motor a régimen alto, por lo que a 2.000 rpm la respuesta es relativamente lenta.
Toma del R-11 circulando por los hermosos caminos de Sierra de la Ventana
Siempre teniendo en cuenta que analizamos la velocidad final de un 1.600 cm3, la del R-11 está dentro de la lógica. 166,9 km/h en 5ta a un régimen de 5.200 rpm es adecuada aunque no sorprende. Con vientos favorables o en bajadas pronunciadas se llegó a circular a 5.600 rpm, algo así como 178 km/h.
Debido a la concepción del motor, creado hace años, se logró una mayor eficiencia en lo referente a consumo de combustible, pero sin llegar a los niveles de motores más modernos. Tanto en ciudad como en ruta se muestra "lógico" y con valores similares al motor del Ford Escort-1.6 (bueno, al fin y al cabo es prácticamente lo mismo).
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Todo depende a la velocidad que usted circule. Pero más de 360 kilómetros a velocidades del orden de los 160 km/h y 760 kilómetros a 90 km/h no está nada mal pese a que el tanque de 47 litros podría llamar a engaño en la comparación con algunos de sus rivales.
El embrague de este R-11 se mostró algo brusco en el acople. Con un leve tironeo en ciertas circunstancias pese a que el pedal es suave. Sin embargo, no mostró falencias en el funcionamiento y trabaja en plena armonía con la caja de velocidades.
Las relaciones de transmisión son adecuadas a la potencia del motor aunque para lograr un máximo de eficacia en las pruebas de aceleración es necesario llevar el régimen de 1era, 2daa y 3era marcha, más allá de las 6.000 rpm. La quinta supera lomadas sin perder demasiada velocidad, y no obliga a poner la 4ta, si no baja de los 120 km/h.
En un principio se lo notó algo "duro", con bastante freno entre cambio y cambio pese a que la unidad contaba con más de 3.000 kilómetros recorridos. Al cabo de los segundos 3.000, ya no ofrecía tanta resistencia y era agradable al tacto.
La marcha atrás, cuenta con el efectivo y nunca bien ponderado sistema de anillo de seguridad. El recorrido de los cambios es levemente extenso pero se debe, en principio, al largo del comando. Eficiente y seguro.
El sueño de muchos compradores de autos de esta franja: dirección servoasistida. Que facilita enormemente las maniobras de estacionamiento (buen radio de giro) y hace el deleite de las esposas, novias, madres, etc.
Como mencionamos, el volante es algo grande en diámetro pero de buen "grip" y el sistema responde al llamado del conductor de manera inmediata aunque -a nuestro entender- es algo sensible a altas velocidades. Es cuestión de acostumbrarse.
El R-11 alejándose en bucólico paisaje
Si uno se guía por la sensación que entrega el pedal, seguro que se equivoca. Porque si bien se lo puede dosificar apenas uno apoya el pie sobre él, es algo esponjoso, poco firme.. demasiado suave. Todo eso hace suponer un freno poco eficiente.
No es así. Cuando uno se adapta a las características del pedal y de todo el conjunto, descubre que el R-11 frena muy bien, sin vicios, en distancias cortas y manteniendo una línea recta impecable. Y además, sin fatigas de ningún tipo por más olor a pastillas que pueda sentir.
El freno de mano es eficaz aunque el comando podría mejorarse en su diseño.
17 - Comportamiento / Suspensiones |
7.5 |
Dividamos este rubro en dos. Pongámonos el traje el viernes por la noche, invitemos a nuestra señora o novia a comer afuera y gocemos de un buen confort de marcha por cualquier tipo de irregularidad porteña. Después, saquémonos los almidones, pongámonos el casco y utilicemos al máximo las posibilidades del R-11. Obtendremos dos calificaciones diferentes pero con un promedio satisfactorio.
Por la ciudad es un auto de "andar" similar al de un auto de mayor porte y precio. Copia con suavidad, sin vibraciones, ni ruidos, ni traqueteos.
En ruta, esas cualidades citadinas, son un "boomerang". Es allí donde el R-11 se transforma en un auto rolador con inocultable tendencia a irse de trompa alargando el radio de curva, tanto en las de media como de baja velocidad. En síntesis, para los de intenciones deportivas, es demasiado mullido y para los formales, un auto de gran confort. Usted decide en que equipo se enrola.
En el promedio final, sale airoso.
18 - Confort / Terminación |
7.5 |
Existen algunos plásticos que no encastran correctamente y subsisten algunos "cric-crac" que nacen en las profundas y desconocidas zonas del panel de instrumentos. Mostró algunos ruidos de viento y ronroneo del motor. Los elementos de confort disponibles son suficientes (y más) para un auto de su segmento.
El habitáculo es agradable, con buenos tapizados aunque preferiríamos negro mate en lugar de beige, en todos los paneles frontales. La terminación en general, excepto pequeños detalles, sale aprobada.
Sin filtraciones. Tras circular por caminos de tierra, no mostró filtraciones de polvo ni en el interior ni en el baúl
338 dm3 para un dos volúmenes es más que el del Escort (308). Ofrece la posibilidad de rebatir los respaldos posteriores (1/3 - 2/3) lo que hace que la capacidad de carga sea casi ilimitada. La boca de carga es alta y obliga a levantar excesivamente los bultos para acomodarlos en el interior del cofre.
20 - Precio comparativo |
5.5 |
Es caro. Y los Renault casi siempre lo fueron. En la comparación con el Ford Escort Ghia (motor 1.6) sale ganancioso pero si se lo compara con el Duna SCV o Uno SCV (ambos con motor Tipo 1.6) la diferencia es del orden de los 4.500 dólares, que no son imputables únicamente al equipamiento. Lo mismo sucede con el Gacel GS-1.6.
Sin duda, uno de los puntos flojos del R-11. 19.000 dólares es un precio elevado y en la confrontación es donde más se nota
Por: Carlos F. Figueras
Fotos: Miguel Tillous
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