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Fiat Regatta 2000 - 1988
Lo que importa no se ve
Revista Parabrisas Nro 123. Agosto de 1988 |
Por afuera, cintura más baja que actualiza el diseño, spoiler trasero y nuevos cubrerruedas. Pero las grandes diferencias no están a la vista. Motor de dos litros con doble árbol y elásticos 110 CV, nueva y más robusta suspensión delantera, caja de velocidades de renovado concepto y otras mejoras, hacen que esta versión se diferencie en forma notable de sus predecesoras. Una completa evaluación del "top" de Fiat
Al iniciar el análisis de un producto renovado o novedoso, a veces es interesante escarbar un poco en su pasado e investigar los orígenes que posibilitan la gestación del automóvil que tenemos ante nuestros ojos.
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El Fiat-Regata (con una "T" en Italia y doble en Argentina), nació a fines de 1983 como una derivación del modelo Ritmo, que ha sido reemplazado recientemente por el Tipo. Ello se debe a que utiliza la misma plataforma y elementos comunes, aunque con otra configuración y tres volúmenes.
Unos meses después, en el Salón de Turín, se presentaba la atractiva versión familiar o rural llamada Weekend. Ambos modelos se produjeron hasta junio de 1986, cuando el Departamento de Styling de Fiat-Auto los actualizó en su aspecto exterior bajándole la cintura -que sigue la línea de cuña que insinúa
la trompa- y reemplazando algunos accesorios que hacen a la imagen del vehículo.
Meses después, el Regatta llegó a la Argentina tras una encrucijada que debieron superar los responsables de Sevel. O fabricaban el Fiat-Regatta o hacían el Peugeot 305. Para ello se realizaron encuestas, estudios de mercado, reuniones entre expertos de planeamiento, costos y producto, quienes llegaron a la conclusión de que el Regatta era el auto indicado.
Su línea, de neta inspiración italiana, angulosa y agresiva, no tuvo éxito o aceptación inmediata. El usuario autóctono tardó alrededor de un año en digerirlo hasta que finalmente lo adoptó. Hoy, valen como prueba los que circulan por calles y rutas.
De esa forma, el publico tomó contacto con el Regatta que se ofreció en dos
versiones con motor 1.500 (85 y 85-full) y una con propulsor de 1.600 cm3 denominada 100-S. Ambas, testeadas por Parabrisas en su momento.
Ubicación del motor biálbero del Regatta 2000, transversal al eje
La nueva generación
En noviembre del ario pasado, el público tuvo ocasión de conocer los nuevos Regatta, que cambiaban su identificación por "S" (ex 85 base), "SC" (ex 85 full) y el "2.000" que reemplazaba definitivamente el 100-S.
Pero el que creó mayores expectativas fue el Fiat Regatta-2.000. Por su motor biálbero con elementos que utiliza en Italia el Croma y el Thema aunque con diferencia y adaptaciones con respecto a las plantas originales; prometía alta performance, consumo adecuado, mejor tenida, mayor robustez en suspensiones y estructura, líneas más actuales y aerodinámicas.
Sin profundizar demasiado en cada uno de esos cambios, el Regatta-2.000 presentó en noviembre pasado las siguientes novedades: • Mayor superficie vidriada debido a la reducción de altura de la cintura.
• Coeficiente aerodinámico del orden de Cx = 0,35, dos puntos mejorando sobre la versión anterior.
• Gargantas de agua (canaletas de desagote) carenadas que evitan que se transmitan ruidos al interior y que mejoran el coeficiente aerodinámico.
• Caja de velocidades de nuevo concepto, construcción y características.
• Spoiler o "becket" trasero que mejora la penetración y la estabilidad direccional.
• Suspensión delantera con resortes de mayor flexibilidad, modificación de soportes de amortiguadores delanteros, topes de compresión más elásticos y amortiguadores anteriores presurizados a gas. Barra antirrolido de 22 mm y bujes de brazos reactores del tipo "silent-block".
• Discos de freno de 220 mm y llantas de medida 13" con neumáticos 175/70.
• Motor de 2.000 cm3 de carrera larga, cuatro cilindros transversal, doble árbol de levas a la cabeza, que eroga 110 CV (DIN) a 5.000 rpm con un torque de 16,6 kgm a 3.000 rpm.
• Cambio de tonalidades interiores y tapizados con "family feeling" (las cinco barras de Fiat). Estas modificaciones hablaban de un auto prácticamente nuevo y diferente.
El Regatta cruzando a fondo un vado en la zona de Cuchi Corral rumbo a La Cumbre. No se manifestaron filtraciones de agua
Nuestras críticas a otras versiones de Regatta, estaban dirigidas -en este aspecto- a su cintura alta. Ahora, el argumento esgrimido perdió validez ya que la misma mantiene la línea tipo cuña del capó prolongándose al plano de la puerta. La superficie vidriada, debido a este rediseño es mayor y ha ganado estéticamente. Los cubrerruedas son más elegantes y las canaletas o gargantas están carenadas, lo que eficientiza la aerodinamia.
Como punto oscuro, el Regatta-2000 sigue la tradición de sus antecesores en lo referente a "cola parada". Bajándolo unos tres centímetros mejoraría notablemente.
Se puede planear un viaje largo sin mayores problemas para cuatro ocupantes. Mejorado el interior, con un "look" más actual y nuevos tapizados aunque no compartimos la elección del diseño de las telas. Luces de cortesía de adecuado poder lumínico (incluida la de lectura), distribuidas adelante y atrás.
Las puertas delanteras cuentan con portamapas y los pasajeros del asiento posterior, con bolsillos en los respaldos anteriores. Guantera de buen tamaño pero carece de bandeja (tan útil) sobre el lado derecho, El portaobjetos de la consola central está alejado del alcance del conductor.
Las dimensiones generales, para un auto de su segmento, son suficientes aunque el conductor y su eventual acompañante lleven sus asientos al tope de la corredera.
3 - Puesto de comando e instrumental |
4 |
En ocasión del road-test del Regatta-100 S decíamos: "... esperamos que bajen 3 o 4 centímetros los asientos delanteros". La espera continúa. La butaca del conductor, así como su compañera, es cómoda pero el "apoyacolas" es alto y como no dispone de sistema de regulación...
Se puede modificar la altura de la columna de dirección pero un usuario de metro ochenta, debe llevarla siempre en el máximo ya que si la baja, invariablemente le tocará el muslo contra el volante al accionar el pedal de freno. Única solución: bajar el asiento o incorporar un sistema de regulación. El brazo que calibra la inclinación del respaldo es de acceso dificultoso por interferencia del parante. Tendría que alojarse sobre el lado interno. Los comandos son correctos pero el de luz de viraje es muy corto, lo que complica su accionamiento. El instrumental es completo y posee panel electrónico de chequeo. Los de aguja (fondo negro, números blancos) son de rápida lectura y diseño funcional.
El volante es de "grip" muy fino, la palanca de cambios está bien ubicada y las teclas levantavidrios alojadas en la consola central. Preferimos los que se alojan en las puertas.
El tercer volumen elevado (que mejora la capacidad del baúl) colabora para que la visibilidad hacia atrás sea limitada. No sucede lo mismo hacia adelante o lateralmente y los parantes no interfieren la línea visual en zona crítica como en otros casos. Los espejos externos (dos)
son de mayor superficie y brindan un panorama adecuado al conductor. Ídem el interno.
Con la presión de neumáticos adecuada, la tracción del tren delantero se manifestó eficiente en el ripio. Suspensión robusta y equilibrada
5 - Aireación - Calefacción |
3.5 |
Posee un forzador de aire de gran potencia que es capaz de reciclar o ingresar al habitáculo más de 400 m3/hora. El accionamiento de los comandos respectivos mostró algunas particularidades a las que hay que habituarse para lograr una calibración justa de temperatura, bocas de salida, etc. Eficiente la calefacción, así como del aire acondicionado.
El "andar" de los Fiat, en general, es parte de su personalidad, de la filosofía de construcción. Un Regatta no es un Cadillac y un Cadillac no dobla ni acelera como un Regatta. Son cosas diferentes.
Este "top" de la línea Fiat actual, ha logrado pese a sus antecedentes, un equilibrio justo, ideal, que debería dejar satisfechos a los amantes del confort de marcha de un Peugeot como a los que admiran el andar nervioso, casi deportivo, habitual en los Fiat. Copia bien. Ese es el secreto. Colaboran en esta delicada misión, los neumáticos Pirelli P-44 de perfil normal (los del Regatta-100 pasaron al olvido), amortiguadores delanteros presurizados a gas y resortes de un rango distinto que evitan un rolido excesivo.
El interior se manifestó bien insonorizado y los plásticos interiores no se "quejaron".
Un rubro en que el Regatta-2.000 demostró sus virtudes, y que solía ser el punto débil de anteriores versiones y modelos.
7 - Maniobrabilidad - Dirección |
4 |
Servo asistida por sistema hidráulico en el grado ideal. De las que facilitan las maniobras pesadas de estacionamiento con auto detenido pero no insensibilizan al conductor que circula a altas velocidades. Directa, de respuesta inmediata, franca. El radio de giro es correcto para un tracción delantera.
Ocho y media de la mañana y el sol nos sorprende en el camino de La Cumbre a Ascochinga
8 - Equipamiento y accesorios |
4 |
Dispone de un equipamiento coherente al segmento en que está posicionado. Se encontrarán faltantes, pero están los más solicitados por el mercado. No busque limpiafaros delanteros, espejos eléctricos o llantas de aleación. En cambio, dispondrá panel de chequeo, columna de dirección regulable, luces antiniebla traseras, bloqueo central de puertas y baúl y una larga serie de luces testigo que informan al conductor acerca de cualquier anormalidad.
Se nota la falta de regulación de los asientos en altura, algo que ofrece el Duna SCV por medio de un sistema basculante.
Si calificáramos con fracción de 0,25, tendríamos que darle 4,75, pero como no es así, preferimos ser cautelosos. Lo que se puede asegurar, es que estamos en presencia del motor más armónico y balanceado de la industria vernácula. Por
relación performance / consumo, por suavidad de funcionamiento y gama de utilización de potencia (elasticidad).
Esta elasticidad se manifiesta a partir de las 2.000 vueltas, lo que lleva al conductor, automáticamente, a utilizar cambios altos con el consiguiente ahorro de combustible.
Lo interesante de esta planta es su eficiencia de funcionamiento tanto en ciudad como en ruta. Su comportamiento varía de acuerdo a la presión que ejerza en el acelerador. Puede circular como una doncella o transformarse en un brioso corcel. Usted decide y esa es la ventaja.
Sólo se mostró algo lento en tomar temperatura en situaciones cercana al límite (léase - 11 grados) aunque sin retrasar o complicar el arranque en frío, cebador mediante. No cabe dudas, que la tendencia europea y mundial de volver a la "carrera larga" tiene beneficios gracias a un mejor llenado de los cilindros, menor régimen de motor y una probada merma en el consumo de combustible, acompañada por utilización de cambios altos en lugar de bajos.
Tres cuartos de perfil trasero rumbo a Tres Cascadas, cerca de Ascochinga
Comparándola con motores de mayor potencia y cilindrada, el Regatta-2.000 no sólo es elástico, sino que integra el selecto grupo de los propulsores locales de alta performance. Menos de 11 segundos (10,74) para los 0-100 km/h y una velocidad final de 182,7 km/h hacen innecesario buscar más argumentos. De 40 a 100 km/h en 4ta, estableció un récord para nuestros test: 15,03 segundos.
Habrá quienes estén de acuerdo y
quienes no. Los que gustan de un selector de cambios suave, casi imperceptible, dirán que la caja del Regatta-2.000 es algo dura al conectar y desconectar las distintas relaciones. En cada "pasada" de cambios se siente un leve "clanc-clanc" que lejos de molestar, da la tranquilidad de que la palanca está en el casillero justo y sin posibilidades de "saltar". Absolutamente preciso.
El embrague es de acople progresivo y las ruedas motrices transmiten positivamente la potencia del motor al piso por medio de una eficiente caja puente. Lo mismo sucede con las relaciones de engranajes de las diferentes marchas, más cortas que en los modelos previos. La quinta (0,875:1) empuja como una directa a partir de las 3.000 rpm y tirando la
cuarta hasta las 5.000 rpm, la sobremarcha empalma a partir de las 4.000 rpm.
Hay una historia más o menos antigua sobre el pedal esponjoso de los Fiat. Es cuestión de habituarse porque eso no hace que pierda poder frenante, aunque siempre es preferible un pedal más firme. No se manifestaron vicios ni fatigas. Los discos de mayor tamaño cumplen su función. Muy mejorado en comparación al "85" y "100".
Bien balanceada para transitar en cualquier terreno. Los amortiguadores a gas y la nueva geometría del tren delantero lograron su cometido que está íntimamente relacionado con el confort de marcha. Tanto las suspensiones como la estructura en general se muestran más robustas y sólidas, capaces de soportar el trajín por caminos en malas condiciones.
Hay que dividir el rubro en dos partes: a más de 140 km/h y a menos de 140 km/h. A 100 km/h el consumo es de 7,01 litros para el centenar de kilómetros y a 140 km/h de 10,36. Superado este límite, la voracidad del motor se hace más notoria aunque no preocupante y para los 160 km/h necesita de 13,03 litros y a 180 km/h unos 15,48 litros, aunque nadie circula a esta velocidad en forma constante.
Las características del motor son factor determinante en el consumo urbano y sólo hacen falta 10,06 litros para un centenar de kilómetros en las calles de Buenos Aires a ritmo normal.
Tampoco se observaron filtraciones de tierra (muy guadalosa por sequía) en el habitáculo. En la foto por Barranca Yaco, histórico lugar
No ofrece problemas, no se espanta del radio de curva elegido a altas velocidades ni demostró tendencias excesivas a subvirar. Va bien plantado en la ruta, copia las irregularidades sin salirse de su línea; el mejor de los Fiat hasta el momento.
Las luces casi nunca son suficientes. Cuanto más luz se tenga, mejor y más segura será la conducción nocturna. Pero las del Regatta-2.000 son adecuadas, aunque mejorables las bajas que se muestran bien distribuidas. Dispone de antinieblas traseras.
Algo limitada, como en los anteriores Regatta, el acceso a los asientos traseros debido a la superficie de la puerta y la curva del pasarruedas posterior. Llegar a las partes mecánicas muestra las mismas características que en los otros Regatta, aunque debido al motor de mayores dimensiones, algunos elementos aparecen como de difícil acceso. Obviamente, los accesorios (dirección hidráulica, aire acondicionado) juega un papel importante en este aspecto.
En la toma se observa la pronunciada diferencia de altura entre cola y trompa
18 - Terminación y estanqueidad |
4 |
Superior al Regatta testeado en el '86, en el que tuvimos filtraciones de polvo en el baúl. Tanto los detalles de terminación como la estanqueidad han sido mejorados.
Insuperable desde todo punto de vista considerando sus dimensiones externas, distancia entre ejes, etc. Piso plano con rueda de auxilio montada en una jaula externa y una capacidad de baúl de 513 litros no necesitan otra explicación.
Entra cómodamente todo lo necesario para cuatro personas en un viaje largo.
Ítem siempre difícil de evaluar debido
a los aumentos tras la liberación de precios, la inflación y la influencia del dólar libre, los Tacam, los Bagon y los Tidol, además de las necesidades de australes en efectivo por parte de los concesionarios en estos momentos de recesión.
Pero al 18 de julio de 1988, el Regatta 2.000 por relación precio / equipo, es una opción interesante. Porque si bien el precio de lista a la fecha es de 183.000 australes, la coyuntura hace que en operaciones de contado se pueda conseguir en 145.000 Por Carlos F. Figueras
Fotos: Christian Frolich
Fiat Regatta 2000 en Autoclásica 2024
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