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Ford Falcon - 1963
Transporte cómodo y rápido
Revista Parabrisas Nro 41. Abril de 1964 |

El Falcon, cuando dobla a alta velocidad rola bastante
Mejor terminado y con la luneta más grande, el Ford Falcon es un coche que cumple adecuadamente su función; transporte cómodo y rápido. En esta nota analizamos sus pro y contra
¿Anda más que el otro Falcon? ¿Es mejor? ¿Hay grandes diferencias? Mucha gente perforó a los testers de PARABRISAS con preguntas de este tipo durante la marcha en ciudad y los viajes de ruta.
Las respuestas que en cada caso nos encargamos de inmortalizar pueden resumirse más o menos así: En el fondo, sí, es el mismo auto, pero mejor terminado, favorecido por ciertas variantes estéticas -caso parantes y luneta trasera-, y da en general una idea bastante definida de estar viajando o manejando un auto de lujo.
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Contrariamente a lo que muchos creían, el nuevo modelo no sufrió la introducción de modificaciones mecánicas. Esto significa que cilindrada, potencia, régimen útil, valores de caja y relación de puente final, así como dibujo de suspensión y geometría de dirección se mantienen iguales a los montados en el Ford Falcon desde que comenzó a fabricarse en nuestro país.
Seis personas caben perfectamente en la amplia cabina, cosa a la que contribuyen en gran medida ambos asientos enterizos. Evidentemente, el túnel del eje cardánico hace lo suyo con referencia a quienes viajan en el centro de cada uno de ellos, pero el volumen del túnel no llega a ser el suficiente como para molestar a los tripulantes. Por otra parte, el Falcon tiene puertas algo más finas que lo común, y eso permite ampliar algo la disponibilidad lateral de cada asiento, de manera que tres pasajeros adelante y otros tantos atrás no perjudican mayormente la comodidad de un viaje largo.

Con este Road Test se comenzó a utilizar un nuevo sistema de medición de frenado. En él se utiliza una pistola cargada con cartuchos de tiza. Al efectuar el disparo (el acompañante del conductor) se comienza a frenar, quedando simultáneamente marcado en el piso el comienzo de la frenada
La primera impresión que recibimos al penetrar en el auto, corroboró la percibida en ocasión de testear el modelo anterior: Amplitud, gran amplitud, un auto grande y capaz. Los pedales están bien dimensionados y separados correctamente entre sí. La altura y la funcionalidad del asiento delantero predisponen al viaje prolongado en razón de sostener sin esfuerzo los omóplatos y los muslos del piloto. Ésta, juntamente con la de encontrar fácilmente los pedales, fue una de las sensaciones inmediatas.
Para nuestro gusto, el volante está demasiado sobre el pecho del conductor (... y no seáis mordaces que en PARABRISAS sólo hay flacuchos pectorales), sobre todo porque el asiento delantero no desliza todo lo que nos hubiera gustado. Claro que de este modo, los pedales guardan siempre distancia muy correcta con respecto al respaldo del asiento, pero, en resumen, quien desee manejar con los brazos tensos deberá postergar levemente su predilección.
Nos pareció muy buena la idea de dotar al acelerador de un registro que permita regular su dureza. Es sabido que cada cual tiene su manera de dosificar la presión de su respectivo pie, y de este modo todas las tendencias se ven ampliamente complacidas.
En el Ford Falcon, todos los mandos -incluso los secundarios, tales como manivelas levantavidrios, manijas y puertas, y palanca de freno mecánico- afirman una cuidadosa preocupación por poner todo a mano sin que moleste la acción del piloto o los navegantes.
Mucha comodidad, amplitud total, excelente funcionalidad... Lástima que la altura cómoda de los asientos dificulte en parte la tarea de abordaje y abandono del vehículo, aunque quien debe manejar 12 ó 13 horas olvida cómoda y rápidamente las pequeñas dificultades, que son, ciertamente, escaso precio para la comodidad que cambian.
El pedal de embrague es suave y trabaja arriba, es decir, acopla los; discos hacia el final de su recorrido. En este sentido hay opiniones y opiniones, pero como en esta ocasión no hubo diferencias de criterio entre nuestros testers, inmediatamente después de comprobarlo se descargó un chaparrón alusivo. Hubiéramos querido una palanca de cambios con recorridos mas breves pero está visto que a nadie se le pueden pedir todas. Además, sería injusto, pero balanceando pros y contras resolvimos que el Falcon es uno de los autos más cómodos que testeamos.

Listo para iniciar las pruebas de frenado
Conducción ciudadana
Como todo automóvil con sus características, el Falcon goza de una aceleración no solo agradable, sino también efectiva. La desmultiplicación de las dos primeras velocidades contribuye notablemente a convertirlo en un auto de reprise fácil y rápida, por lo cual la circulación urbana se facilita. Demás está apuntar la elasticidad del motor ... la segunda arranca con franqueza desde aproximadamente los 20 kph y la tercera empuja sin tironear a partir de los 30. En muchas ocasiones, la elasticidad suple con eficacia la falta de sincronizado en la primera velocidad, aunque en determinadas ocasiones hubimos de recurrir al doble desembrague, para poder conectarla. Marchando a menos de 100 kph, los frenos llegan a tener cierta contundencia. A partir de allí la cosa varía, pero no a tal punto de prodigarle al piloto sensaciones de inseguridad.
La maniobrabilidad se ve un poco afectada por la desmultiplicación del volante. Para nuestro gusto, una vuelta menos de tope a tope hubiera sido ideal, sin que por ello -al menos es nuestro parecer- tenga que hacerse demasiado pesada la operación.
El rediseño de la luneta trasera amplía aún más el campo útil de visibilidad, restringiendo los puntos ciegos que provoca el parante, Esto se pone de manifiesto cuando otro vehículo sobrepasa al Falcon, ocasión. en que no se pierde en ningún momento la visión del auto que avanza. El espejo retrovisor hace por su parte lo suyo, que es mucho y bueno: amplio, sin vibraciones, y ayudado por la amplitud de la luneta, proporciona en todo momento al conductor un panorama bastante completo de lo que sucede a espaldas del mismo.

Después de detenerse el vehículo en la frenada, se hace una marca en el piso, a la altura de la pistola que había hecho el disparo previamente
El Falcon en la ruta
Si el suelo no es completamente parejo, los elásticos que sujetan el tren trasero del Falcon tienden a ovillarse durante las fuertes aceleraciones. Éste no es un detalle característico del Falcon, sino de todos los coches, que tienen puente Hotchkiss. De todas maneras, a lo largo de toda la prueba notamos a la suspensión demasiado mullida. Varias veces pensamos en resortes y ballestas más duros, porque hasta incluso traspasando pequeñas alteraciones en el camino el auto llegó a fondear.
A velocidades de 120 en adelante, y circulando por caminos en perfectas condiciones, la conducción del Falcón es agradable, fácil y sin sobresaltos. El auto subvira frugalmente en el pavimento y la comodidad de la posición completa una alentadora posibilidad de poder conducirlo durante tiempo sin perder las ganas ni la salud.
A diferencia de varios de sus competidores, el Falcon no fatiga la vista de quien lo maneja con reflejos del tablero sobre la parte interna del parabrisas. Todos los instrumentos son claros, y quedan siempre a mano para consultarlos rápidamente.
A alta velocidad, los frenos, sin llegar a ser insuficientes, son menos efectivos de lo que pudiera quererse, a
pesar de mantener las cuatro ruedas una trayectoria paralela durante la desaceleración. Si durante la consulta a la tabla correspondiente a frenaje, el lector nota un pequeño incremento de los valores, se debe pura y exclusivamente a que nuestros técnicos incorporan a partir de este Road Test un nuevo sistema de control.
Hasta ahora, las frenadas se producían a partir de determinado punto de referencia conocido de antemano por el piloto, pero pretendiendo reflejar la más absoluta realidad, esto es, incluir el tiempo de reacción de quien pilotea, decidimos que el impulso motor de señal para iniciar la frenada sea imprevisto.
Este tiempo de reacción, aceptado técnicamente coma 0,5 seg. para un hombre de reflejos normales, determina que el vehículo que se desplaza a velocidades uniformes recorra espacios determinados. Estos espacios son: 2,7 metros a 20 kph, 5,5 m. a 40 kph; 8 m. a 60 kph; 11 m. a 80 kph; 14 m. a 100 kph y 16,5 m. a 120 kph.

El Falcon virando fuerte en la horquilla del Autódromo
En consecuencia, la distancia total de frenado se debe desdoblar en la distancia recorrida en el tiempo de reacción, más la distancia efectiva de frenado. Esta última es la que realmente necesita el vehículo para detenerse.
El sistema adoptado para los frenajes es el siguiente: el navegante, o copiloto, dispara una pistola cargada con proyectiles de tiza apuntando al suelo. De este modo queda a la vez indicado en el suelo el lugar a partir del cual comenzó el proceso. El auto se detiene, se mide, y se anota... Después, si la nota no se pierde en la maraña de los cajones de la redacción, se publica.
Además ...
Los limpiaparabrisas tienen dos velocidades de barrido, con diferente área de acción para cada cadencia. La más lenta, teóricamente utilizable en ciudad, despeja mayor superficie. La más rápida limpia menos centímetros cuadrados, pero a velocidad suficiente como para permitir desplazamientos ruteros bastante veloces. El retorno de ambas escobillas a su posición original es automático.
Quedamos ampliamente satisfechos
con el lavaparabrisas, y que el pedal correspondiente no solo envía buena cantidad de líquido sobre el cristal, sino que oprimido a fondo hace funcionar el limpiaparabrisas con efectividad y mientras se lo desee, sin que por ello sea necesario desatender el volante.
La terminación del Ford es decididamente superior, ya sea con respecto a otros vehículos de fabricación nacional como a su modelo antecesor. Uniones de puertas, calizas, baguetas, todo ha sido modificado para mejor... afortunadamente.
Es una lástima -por ejemplo- que un auto de tal categoría no tenga una traba de capot interior. Claro que necesariamente hay que bajarse para abrirlo o cerrarlo, pero en este caso no se trata de un problema de comodidad, sino de seguridad, porque al no tener llave, el capot queda a la descubierta y a mano de todo el mundo.
Los datos de consumo, que publicamos en el correspondiente cuadro, no agregan solo un pequeño incremento en el apartado "ciudad" a nuestra comprobación anterior con el modelo 1962. De todos modos, el Falcon se mantiene en los límites lógicos de los autos de su tipo, e insistimos en que quien paga lo que vale se despreocupa de los pequeños problemas emergentes del consumo.
Hemos disfrutado de arranques instantáneos, de muy buena calefacción correctamente distribuida en la cabina, y de temperaturas de trabajo motriz óptimas, obtenidas con rapidez y mantenidas eficazmente por un termostato muy eficiente.
El termómetro y el medidor de nivel de combustible, que son del tipo a aguja, funcionaron correctamente.
Hubo varios gruñidos del equipo con referencia al crique de cremallera que equipa al Falcon, Nuestros testers hubieran preferido la veterana efectividad de uno "a tijera".
Conclusiones
Buen auto, mejorado notablemente. En general satisface, sobre todo pensando que el usuario promedio no tiene el coeficiente de exigencia característico de esa intrépida raza denominada "testers". Con menos vueltas de volante, suspensión más dura y un poquito más de frenos a alta velocidad, sería idealmente superior.
No le criticarnos la falta de guiñada por ser un detalle propio de todo automóvil americano. Es un coche cómodo y maniobrable si el conductor está dispuesto a girar el volante con alocado ritmo; frena adecuadamente, tiene buena visibilidad y la terminación es óptima.
El volante está demasiado cerca del tablero; es un detalle que hemos criticado antes, a lo que Ford responde que las dimensiones del puesto de pilotaje se han tomado con un muñeco estandarizado de la industria norteamericana, cuyas proporciones físicas representan la norma del hombre norteamericano, y al cual se lo denomina, "Oscar" (¿será que el hombre promedio estadounidense también se llama Oscar?). A lo que nosotros hemos contestado cruelmente que si es así, entonces debe hacer mucho tiempo que conocen el thalidomide en Norteamérica..., porque o el Oscar tiene bracitos muy cortos o maneja de forma muy distinta que nosotros.

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VELOCIDAD MÁXIMA 136.200 KM/H
Medida en ruta con corridas en sentidos opuestos
EQUIPO DE TEST
- Ronald Hansen
- Guillermo Mártire
- Emilio R. del Valle (n)
- Carlos M. Thiery
En las pruebas de aceleración y frenado en el Autódromo Municipal de la Ciudad de Buenos Aires, pilotaron la unidad los Sres. Emilio R. del Valle (n) y Guillermo Martire
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24.8 s |
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2.1 s |
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4.2 s |
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8.3 s |
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14.1 s |
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21.6 s |
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32.7 s |
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25.6 s |
La aceleración del Falcon puede considerarse como razonable. Hemos incorporado una prueba nueva que consiste en acelerar de 0 a 100 km/h y frenar inmediatamente después de alcanzada esa velocidad, midiendo el tiempo que ha llevado el proceso. En este caso, empleamos 25.6 segundos
VELOCIDAD MÁXIMA EN CADA MARCHA |
I |
50.3 Km/h |
II |
89.2 Km/h |
III |
136.2 Km/h |
CONSUMO |
En ciudad |
6.1 km/l |
En ruta |
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a 80 km/h |
9.8 km/l |
alta velocidad |
6.3 km/l |
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DISTANCIA DE FRENADO |
a 20 Km/h |
2.0 m |
a 40 Km/h |
6.6 m |
a 60 Km/h |
15.0 m |
a 80 Km/h |
26.8 m |
a 100 Km/h |
42.8 m |
a 120 Km/h |
67.5 m |
Las distancias totales de frenado se componen del espacio recorrido en el tiempo de reacción (tiempo muerto) más la distancia efectiva de frenado
DIÁMETRO DE GIRO |
A la derecha |
12.60 m |
A la izquierda |
11.80 m |
Los diámetros de viraje son acordes con el tamaño mediano del vehículo. Hacia la derecha, el diámetro es 80 centímetros mayor que hacia la derecha
ERROR DE VELOCÍMETRO |
Vel indicada |
Vel real |
20 |
18.6 |
40 |
37.7 |
60 |
58.0 |
80 |
78.2 |
100 |
101.8 |
120 |
118.7 |
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IMPERMEABILIDAD
Agua: Prueba efectuada con lluvia artificial a presión de 80 lb/pulg2 durante 15 minutos. Ligeras filtraciones por el ventilete de la ventanilla delantera derecha.
Polvo: Marco inferior de las puertas. Ligeras filtraciones

Ajustando el inclinómetro para medir ángulos de rolido (en experimentación)

Las manos de Eurídice ponen en cero el Tapleymeter
LA VISIBILIDAD DEL FALCON ES BASTANTE ACEPTABLE. EL PARABRISAS ENVOLVENTE CONTRIBUYE EN BUENA MEDIDA A ELLO. PARALELAMENTE, LOS PARANTES DELANTEROS SON DELGADOS Y NO INTERFIEREN MAYORMENTE

¡Empiezan los tiros
! 
Las dimensiones del Ford Falcon 1963 no han sido modificadas respecto del modelo precedente. La trocha trasera, no indicada en el dibujo, es de 1.39 m (1 cm más chica que la delantera)
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Motor |
6 cilindros en línea de 88.9 x 74.70 mm. 2.768 cm3. Relación de compresión de 6.8:1. Potencia 101 HP a 4.400 rpm. Par motor 21.6 mkg a 2.400 rpm. Block y culata de fundición, válvulas a la cabeza con varillas y botadores. Refrigeración por agua forzada bajo presión. Lubricación bomba de aceite tipo giratoria. Filtro Full Flow. Capacidad del cárter 4,250 litros. Alimentación por carburador Holley tipo descendente. Bomba de nafta mecánica |
Sistema de encendido y eléctrico |
Avance tipo Ford Loadmatic Distribuidor. Bujías Autolite BF 82 18 mm. Batería de 12 v y 40 Amp/hora. Generador de 375 Watts |
Caja de velocidades |
Tracción trasera. Embrague monodisco seco con mando mecánico. Caja de tres velocidades hacia adelante, 2da y 3era sincronizadas. Relaciones finales: 1era 11.51:1, 2da 6.40:1, 3era 3.50:1. Palanca de cambios sobre la columna de dirección |
Suspensión |
Delantera: Independiente tipo McPherson (trapecio deformable) por resortes. Amortiguadores telescópicos de doble efecto.
Trasera: Eje rígido, elásticos de ballesta longitudinales. Amortiguadores telescópicos. |
Frenos |
Hidráulicos autocentrantes. Superficie de frenado 740 cm2. Freno de mano mecánico sobre ruedas traseras |
Carrocería |
Tipo autoportante con tratamiento fosfatizado. Largo 4.600 mm. Ancho 1.793 mm Alto 1.430 mm Entre ejes 2.781 mm Trocha delantera 1.397 mm Trocha trasera 1.385 mm Peso 1.096 kg. Capacidad del tanque de combustible 53 litros. |
Vea también

Road Test del Ford Falcon
Revista Parabrisas Nro 23. Octubre de 1962

Road Test del Ford Falcon Sprint
Revista Corsa Nro 602. Diciembre de 1977

Road Test Ford Falcon 3.0 Max Econo
Revista Parabrisas Nro 140. Enero de 1990
NOTA PARA FORISTAS, WEBMASTERS, ETC.Si te ha gustado este test y vas a usarlo en un foro, sitio web o cualquier otra publicación, por favor no olvides mencionar que lo obtuviste de Test del Ayer además de incluir un link a este sitio.
Muchas gracias. |
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