Pruebas de autos argentinos

Road Test Nro 844 Fiat 128 Super Europa 1500 - 1983 Aprobado con honores Revista Su Auto Nro 45. Diciembre de 1983 Publicado en Test del Ayer en Diciembre de 2022

Aceleración, excelente. Velocidad máxima, muy buena. Consumo, muy bueno. Confort, bueno. Tenida, muy buena. Frenos, buenos. Casi, casi, como para llevárselo sin envolver. Así nomás, abajo del brazo. Tiene sus lunarcitos, claro, pero un balance tan positivo es capaz de definir una decisión de compra al margen del precio que, como casi todo en esta vida, es otro cantar. Y todo este buen puntaje corresponde al Fiat Super Europa 1500, un medio mediano que sigue pareciendo más grande por dentro que por fuera

Evidentemente, lo más espectacular es la respuesta de los jóvenes, briosos e itálicos caballos de fuerza cuando se los llama a repechar. Al principio no se sabe muy bien si están allí, ya que el recorrido del acelerador es algo largo y algo duro su accionar. Es que al acelerar con cierta suavidad, solamente abre una de las bocas del carburador.

La cuestión es que cuando se lo pisa con firmeza, o sobrepasa las 4000 vueltas, el manso autito se convierte en un colérico buscapié capaz de despertarle sensaciones al más dormido. Largando el embrague a 5500 rpm y tirando el cambio a 7000, acelera de cero a cien en 9 segundos y 56 centésimas, un guarismo que salió a la cuarta prueba y que se consideró más que suficiente para lo que se quería observar.

También te puede interesar

- Prueba del Fiat 147 Sorpasso
- Prueba del Ford Taunus SP-5

Esta posibilidad de aceleración sólo es superada por su inquieto hermano menor, el Sorpasso, también llamado el "Juguete Rabioso" por sus prestaciones en el tránsito urbano. Habrá que esperar la aparición del 1500 Personal polenteado por IAVA y llevado a 105 HP porque será, sin ninguna clase de dudas, un fierro en serio que ojalá se pueda probar también. Mientras tanto. los 82 CV DIN del 1500 de segunda generación son lo suficientemente divertidos como para no perder la mano en este vicio de andar rápido.

Para las personas normales, el auto es capaz de comportarse como cualquier hijo de vecino, con la grata sorpresa de su reducido consumo. A decir verdad, un usuario común puede utilizarlo toda su vida sin pasarlo de las 3.000 rpm, ya que a ese régimen se puede circular en el tránsito, tirando los cambios, con muchísima agilidad y en ruta con la quinta colocada, alcanza para viajar a 120 kilómetros por hora. A esa velocidad el silencio es absoluto y el rendimiento de 12,7 kilómetros por litro o lo que es igual, de 254 kilómetros con 20 litros. Para la ciudad, el consumo con manejo manso (pero con algunas virazas) es de 11,2 kilómetros por litro. Eso sí, al principio y hasta sacarse un poco las ganas, apenas si llegaba a 9,1 kilómetros por litro, sin llegar a colocar la quinta jamás dentro de la ciudad.

La velocidad máxima también es muy buena. En quinta llegó a 154,307 km/h con viento en contra y 157,480 con viento a favor. Las cifras en cuarta son superiores, ya que alcanzó 157,342 km/h para un lado y 163,191 para el otro. Aquí llegaba a las 6.000 rpm, mientras que en quinta apenas viajaba a 4.500.

La estabilidad direccional y excelente suspensión ayudan muchísimo a no dramatizar esa velocidad, en la que el 1500 se encuentra muy cómodo. Tiene una buena capacidad frenante y excelentes capacidades para doblar, cualquiera sea el ángulo, el tipo de suelo y la razonable velocidad con que se encaren los virajes. También ayuda a esta performance el equipamiento con neumáticos radiales de acero, confortables y con muy poco deslizamiento. Los frenos, si bien efectivos, denunciaron con mucho polvo negro el desgaste de las pastillas, que inclusive hicieron bajar el pedal de freno dificultando la maniobra de "taco y punta" que al principio se realizaba con total comodidad.

Por otra parte, el accionamiento de la palanca de cambios es sorprendentemente preciso para un mecanismo complicado que la vincula con la caja de velocidades, con movimientos suaves que contribuyen mucho a la alegría de manejar. Asimismo es precisa la dirección, el embrague -muy suave- y el instrumental. Aparentemente, la caja de cinco velocidades ha contribuído mucho a estabilizar odómetros y velocímetros, ya que últimamente vienen con cronométrica precisión, por lo menos en el caso del Peugeot 504 GR II y de este 1500.

También la tenida es muy buena en caminos de tierra, pero aquí se encontró un lunar ya detectado en las cunetas abruptas de la ciudad: el 1500 es un poco demasiado bajo y esto se acentúa por el blindaje que acerca aún más el suelo a la parte inferior del auto. Pueden ser frecuentes los panzazos que, siendo innocuos por la protección aludida, repercuten desagradablemente en el ánimo del conductor. Mas presión de gomas es aconsejable, aunque tal vez fuera mejor que la amortiguación resultara con un grado de dureza superior. Atrás no mostró ningún tipo de problemas. Si se apunta bien con las ruedas delanteras, las traseras las siguen sin cuestionamientos raros.

El interior sorprende por su capacidad para que cuatro personas grandes
puedan hacer un largo viaje sin terminarlo tullidas. Evidentemente, ese 80 por ciento de espacio útil pregonado en la publicidad es efectivo inclusive hasta el baúl, que si bien no parece muy grande está beneficiado por la ausencia de rueda de auxilio. Aquí también se hace sentir el aprovechamiento del espacio con inteligencia: basta recordar que la seguridad pasiva está sumamente incrementada por ese neumático armado e inflado que sirve de paragolpes en caso de impacto frontal y que para el mismo caso el motor está fijado de tal manera que pivotea hacia abajo del auto, sin introducirse en el habitáculo. En tal sentido, también da tranquilidad la columna de dirección con tres articulaciones, los cinturones de seguridad inerciales y autoajustables (delanteros) y las células deformables de trompa y cola que absorben la energía cinética de cualquier choque antes que su propagación llegue al habitáculo. Sólo hay que evitar chocar de costado, un caso afortunadamente poco frecuente.

Los asientos son sumamente confortables y resulta fácil encontrar la posición más cómoda, tanto para acompañar como para manejar. También es buena la distribución de mandos y controles aunque es observable -o no, ya se verá- el recubrimiento de los ideogramas, perfectamente visibles de noche en sus luces de aviso, pero que a plena luz del sol se hacen invisibles. Por lo menos tal lo ocurrido con las luces de aviso del cebador afuera y el freno de mano colocado.

De la exactitud del instrumental ya se habló y también es buena la radio AM /FM con pasacassette reverse, con dos parlantes de buen sonido ubicados en las puertas. La guantera es bastante amplia y se han agregado algunas bandejas y lugares para guardar cosas menudas, lo que ayuda mucho a mantener el orden dentro del auto. Buena estanqueidad, tanto para el agua como para el polvo. Un conjunto fornido y bien armado, con ausencia total de ruidos de cualquier naturaleza.

También cabe una observación y no es únicamente para Sevel, ya que lo han hecho todas las terminales. La creciente adopción del aire acondicionado como equipo original, ha originado la desaparición de los prácticos ventiletes que tanto contribuían a orientar las corrientes de aire hacia el interior del coche. Esa desaparición fue bien recibida por los estilistas y por las administraciones de las empresas, siempre en procura de ahorrar algo por aquí y otro poco por allá. Pero si el auto no tiene aire acondicionado y se transita en climas tórridos como los de esta época, no hay peinado ni peluca que se resiste, ni hay porquería volante que no vaya a parar a los ojos de los pasajeros. Así que, por favor señores fabricantes, vuelvan a poner ventiletes en los vehículos que salgan sin aire acondicionado y habrá más de un agradecido por la gentileza.

Como se verá, los lunares no han sido tantos y alguno es compartido, pero en ningún caso son descalificantes frente a la inmensa proyección e importancia del resto de los ítems comentados. Un auto para toda clase de usuario, ahora mejorado en su oferta con el regreso de la Familiar, absolutamente igual excepto por la prolongación de la línea del techo y el consiguiente aumento en el espacio disponible para equipajes o bultos de distintas especies. Es posible entonces, la opción razonada, para un automóvil cuyas prestaciones superan a vehículos de categoría superior. Por de pronto, en Su Auto, la calificación es altísima. Y merecida.

El retorno del millecinquecento

El motor 1500 pertenece a una flamante generación de motores Fiat, y actualmente equipa al Fiat Ritmo, a las Lancia Delta y Prisma y al recientemente presentado Fiat Regata 85, una configuración que se verá en 1985 en la Argentina. Aún cuando el nuevo motor puede utilizar para su mecanizado el 85% del herramental utilizado para el 1300, las diferencias tampoco son perceptibles a simple vista. Se han cambiado los mecanizados para la lubricación, se aumentó levemente la distancia entre centros de los cilindros y sobre todo se alargó la carrera, lo que sin hacerle perder sus características de super cuadrado, le acuerda una cupla importante que mejora la ya notable elasticidad que poseía el 1300.

Es un cuatro cilindros en línea, con cinco soportes de bancada, distribución por árbol de levas a la cabeza comandado por correa dentada y tapa de cilindros de aleación ligera. Su disposición en la carrocería es transversal, siendo el diámetro de los cilindros de 86,4 mm y la carrera de 63,9 mm, lo que arroja una cilindrada de 1498 cc. Con una relación de compresión de 92:1 para nafta especial y consumo controlado, genera una potencia de 82 CV DIN a 5600 rpm y un par motor máximo de 12 kgm a 3000 rpm.

El rendimiento ha sido logrado en base a la combinación de varios factores, como el rediseño del múltiple de admisión con conductos de diámetro adecuado para montar un carburador de doble cuerpo Weber 32/34 DMTR 81/250, o bien un Solex C 32/34 CIC/1, ambos equipados con control de emisiones contaminantes.

Posee además un sistema de escape con nuevo colector de doble boca de salida para una mejor evacuación de los gases, lo que aunado a una cámara de combustión de alta turbulencia ha redundado en un mayor rendimiento volumétrico y economía de consumo. El filtro de aire se caracteriza por estar dotado de un mezclador termostático para el aire aspirado, regulando la temperatura del mismo con lo que se logra óptima eficiencia en todas las condiciones de marcha, especialmente en las de bajas temperaturas.

El motor cuenta también, como novedad, con la ausencia de junta de tapa de cilindros. Esta ha sido reemplazada por un material especial que, producido el proceso de polimerización durante el funcionamiento del motor, evita el tradicional reajuste de los tornillos de la tapa de cilindros en servicio, ya que no se produce sedimento alguno.

Vea también