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Fiat 125 Familiar - 1974
Óptimo para el uso de una familia tipo
Revista
Corsa Nro 422. Mayo de 1974
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Tal como su nombre lo indica, es un vehículo ideal para el uso de una familia, sea tipo o no. Muy buena terminación y confort de marcha. Consumo de combustible razonable y, fundamentalmente, todo el espacio del mundo para cargarla
El cine tiene el extraño poder y privilegio de imponer las "ondas" que cíclicamente se adueñan del gusto y capricho ciudadano -en todo el mundo- 'cuando le viene en gana. En los días que corren, el film "The Great Gatsby" basado en la novela homónima de Francis Scott Fitzgerald ha tenido la virtud de colocar a la década del '30 como último grito de la moda en los más variados aspectos, poniendo nuevamente en uso estilos que imperaron en esa época pasada.
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Hacia fines de la década en cuestión apareció en los EE. UU. un Vehículo que complementaba la línea de montaje de varias marcas y que se lo denominó "station wagon". Literalmente "carruaje de estación".
Era ni más ni menos que el chasis común de línea vestido con una carrocería de madera a suerte de furgoneta que permitía a sus propietarios utilizarlo como coche de paseo con el adicional de poderlo cargar generosamente con los más variados bultos sin tener que hacer contorsionismo ni milagros, ya que su parte posterior se abría -en todos los casos- totalmente.
La nomenclatura de station wagon se explicaba porque fundamentalmente ese tipo de auto se lo usaba con asiduidad en la campaña y con él se iba a la estación del ferrocarril para buscar algunos bultos y llevarlos -junto a cuatro o seis pasajeros- pa' las casas.

En nuestro país se los llamó "camionetas rurales" y vimos durante muchos años que excedieron a la década de Gatsby varios modelos de rurales y varias marcas así carrozadas. La denominación luego se tradujo en algunos casos como "cross country" y en Europa prendió con fuerza su arquitectura siendo fabricada por varias empresas que las bautizaron como "state car" o "familiare".
Es claro. Su adopción en Europa significó también un tipo de uso diferente y más varonil y ya del uso exclusivo para el campo y la estación derivó en su utilización como vehículo para uso familiar, que sirviera para trasladar a una familia "unita" con sus ocasionales pertenencias.
Y así vimos proliferar en muchas marcas una enorme variedad de ruralcitas o familiares medianas, grandes o chiquitas que impusieron muy pronto sus siluetas y personalidades donde quiera se comercializaran.
Y ésta es la historia que contamos hoy. La de la Familiar Fiat 125 que, no es ni más ni menos que la versión para la
familia del sólidamente impuesto Fiat 125, testeado en CORSA hace ya más de un año.

El motor y accesorios son sumamente accesibles pese a lo supercompacto que aparenta ser el vano motor
Estética
Sin temor a apresurarnos ni menos a equivocarnos, podemos afirmar que la¡Fiat 125 Familiar es un vehículo hermoso, ,de líneas armoniosas y equilibradas en las que se balancearon muy hábilmente superficies vidriadas y volúmenes para dar a la vista y al uso un logro casi perfecto.
Ha sucedido con esta Familiar algo similar a lo acontecido con la Break Renault R-12: son más armoniosas que sus hermanitas, las respectivas berlinas, ganando en consecuencia en estética. La Familiar que testeamos era color azul oscuro con tapizado rojo y ello añadió también su gotita para nuestra apreciación de estética. Si bien en este auto hay bastantes baguetas y cromaditos, en ningún momento recargan la visual sino que por el contrario la favorecen.

Motor
Nihil novum sub solem. Es el "mesmito" que impulsa a la berlina, así que no hay mucho que frasear al respecto. Se trata del excelente bialbero in testa, de 1.608 cm3. erogante 100 CV a 6.200 rpm, una de cuyas virtudes preponderantes -además de ser lo más moderno que se construye en nuestro país- es la de tener un funcionamiento súper silencioso y muy bien balanceado (cosa rara en un cuatro cilindros).
El motor en sí no tiene misterios ni tabúes. Para regular válvulas ya que no hay que recurrir al brujo de turno (como se hacía antes de la aparición en nuestro país del doble árbol a la cabeza, cuando había que hacer esta operación en una Giulietta o en algún Jaguar) sino simplemente confiarlo al taller de algún concesionario o ídem autorizado. Hoy es una cuestión tan simple o más que regularle válvulas a un varillero.
En nuestro caso tuvimos algún problemita de autoencendido, atribuible tal vez a la calidad de la bujía o a su rango térmico o a la puesta a punto del encendido (algo atrasadito él). Nuestro motor venía equipado con el carburador Solex C34 PAIA 33 que dosificó muy adecuadamente el consumo de combustible a lo largo de los 6.000 kilómetros que duró la prueba en las más diversas condiciones de marcha.
Así tuvimos cifras como 9,6 km./litro a una marcha de 120 kilómetros por hora reales (unos 132 kms./hora de velocímetro), lo que es una excelente cifra de economía para una velocidad más que generosa de crucero, sobre todo, esto reviste mucha importancia, hoy en día que la nafta está tan baratita ...


La Familiar tiene dos acanaladuras longitudinales que aumentan la rigidez de la chapa para evitar pandeos, dada la extensión del mismo en comparación con el techo de la berlina
Frenos
A disco adelante y a tambor batiente atrás. Funcionan eficazmente siempre y cuando la calidad de las pastillas de los delanteros sea buena. En nuestro caso tuvimos que recurrir una vez a taller para cambiar pastillas por haberse cristalizado prematuramente en las pruebas de frenado.
El accionamiento de los frenos es muy bueno, sobre todo en lo referente a la progresividad de su gestión, gracias a la muy eficaz y balanceada ayuda de un adecuado servo a depresión. Esto es muy importante, ya que permite una suavidad de desaceleración muy tolerable. En cuanto a las distancias de detención, las marcas son muy buenas, teniendo en cuenta que se probó con gomas que no proporcionan el mejor coeficiente de rozamiento goma - pavimento posible.
Suspensión
Idéntica a la de la berlina y eficaz como la de ella por consecuencia. Proporciona una excelente suavidad y confort de marcha y además contribuye a que la tenuta di strada sea acorde a sus antecedentes itálicos. Sin duda la adopción de los brazos reactores traseros modificó sustancialmente el comportamiento del retrotrén, que ya no zapatea más, ni que le toquen un malambo con sinfónica y todo. Diez puntos en suspensión.

Terminación
En términos generales muy buena, sobre todo la carrocería, que observada desde cualquier ángulo no acusa vicios de estampa ni errores en sus ajustes. El tablero tal vez falle un poquito en este aspecto, porque todos los instrumentos están montados en una superficie recubierta por una tela plástica "símil contact" en la cual se notan algunas imperfecciones no compatibles con la terminación general ni con la categoría del auto.
Las viseras parasol tampoco son el desiderátum de calidad y ceden bastante con su uso prolongado. En lo referente a la estanqueidad al agua, tuvimos oportunidad de probar la Familiar con un diluvio cuasi universal bajo el cual recorrimos cuatrocientos kilómetros. Ni una mísera gotita de agua se atrevió a entrar en el habitáculo, brindando una estanqueidad asombrosa y que no recordamos haber visto en ningún vehículo testeado. No vale esta alabanza para la tierra o polvo tino, porque en este caso sí se manifestaron coladitas por las puertas delanteras y traseras.

Interior
Sumamente cómodo por donde se lo busque. Empezando por las butacas y los asientos traseros. Los delanteros son como siempre reclinables y bastante adaptables a nuestros respectivos organismos, con una "muellez" (valga la expresión o neologismo) que los hace muy descansados para viajes largos.
Además, por el hecho de ser reclinables, uno busca y encuentra su posición de manejo más adecuada. Los asientos traseros siguen la temática de amplitud y comodidad y se rebaten para dar lugar al espacio total de carga. En el instrumental -o mejor dicho en su funcionamiento- está tal vez la falla más notable que observamos en este test. Tanto el cuentavueltas como el velocímetro acusaron errores apreciables (ver tabla) y además tuvimos dos roturas de tripas de velocímetro más una falla de este último, por la cual hubo que reemplazar este instrumento. No sabemos si fue mala suerte.

Conclusiones
Se trata de un vehículo óptimo -como su nombre presupone- para el uso de una familia tipo. Su generosa capacidad de carga, unida a la accesibilidad y versatilidad del interior lo hacen apto para afrontar cualquier tipo de mudanza casera. Tiene buena tenida, buena velocidad, bastante reprise y economía de consumo, muy adecuada para el momento.
Quien jamás haya tenido a su servicio una Fiat Familiar 125 y quiera probar para ver qué pasa, que lo haga y seguro que nunca se volverá, a comprar otra cosa en su vida, porque difícilmente tenga un auto tan apto para sacarle el jugo en todos los sentidos posibles. Fotos Antonio Capria

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