Pruebas de autos argentinos

Superprueba urbana con Volkswagen 1500 - 1988 30 horas o 2 meses en el infierno Revista Parabrisas Nro 120. Mayo de 1988

La Avenida General Paz y el VW-1500, los protagonistas de esta nota. El auto de Parabrisas en momentos de transitar a la altura del cruce de Cabildo / Maipú, en cercanías de la cabecera norte donde la calzada es más ancha

Elegimos un VW-1500 porque es un vehículo intermedio y a la avenida General Paz (circunvalación o periférica de la Capital) por se la que produce mayores congestiones de tránsito en algunos sectores. Si proyectamos el recorrido de las 30 horas a nivel anual, los 1.873,5 km equivalen a unos 11.300 km anuales en pleno tránsito urbano. Una experiencia que prometemos repetir en otros accesos y que dejó interesantes pautas para el análisis

En la década del '30, la que se caracterizó por la consolidación de una gran red vial, el gobierno de Agustín Pedro Justo dejaba librada al uso la Avenida General Paz, una obra tildada entonces de faraónica y sobredimensionada sin sentido. Originalmente de dos manos de ida y dos de vuelta, la avenida circunvala de norte a sur a la ciudad de Buenos Aires y se caracteriza por su diseño y parquización.

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Más de medio siglo después, la falta de visión de los que creían ver en la verde y gris avenida a un gigante inútil, está descarnadamente comprobada. La General Paz sirvió al principio para que los vecinos de uno y otro lado y los automovilistas (clase media para arriba, en aquella época) se solazaran con sus paseos y con sus "minipaisajes".

Aún en los años '40 se solía tomar la cinta, entonces de macadán, como un esparcimiento de fin de semana. Cuando comenzó la masiva motorización de los años '60, la que no dejaría luego de hacer crecer constantemente al parque automotriz, la avenida fue quedando chica.

Hoy, por falta de caminos de alternativa -tanto para enlazar a la zona de la ribera norte con el oeste y con el partido de Lomas de Zamora, por el sur, como para recorrer distancias más cortas paralelamente a ella- la General Paz se convierte en el camino obligado de automovilistas, vehículos de transporte público y camiones de todo porte (los pesados sólo en el extremo norte, por carriles diferenciados).

Sus 24 kilómetros permanecen casi como entonces los pergeñaran en el treinta. Apenas en la cabecera norte, donde termina la avenida que continúa paralela al Río de la Plata en la Lugones, el impecable asfalto se ensancha y permite que avancen cuatro autos emparejados en el mismo sentido.

Estas obras, realizadas hace más de diez años, sumadas a las que se hicieron en los cruces con Emilio Castro y con Juan Bautista Alberdi / Provincia Unidas, son prácticamente las únicas reformas de importancia efectuadas en más de 50 años a la avenida que separa al distrito federal del resto del país, con lo que "colabora" el Riachuelo por el sur.

Jueves 7 - 18.31 Hs: Puente de la Noria, cabecera sur de la prueba urbana encarada por Parabrisas. Un punto frecuentemente conflictivo para quienes a diario circulan por la avenida General Paz, circunvalación a la Capital

Dos meses en 30 horas

Ese fue precisamente el ámbito que elegimos para realizar una singular experiencia: hacer recorrer a un auto, en poco más de un día de marcha continuada el kilometraje promedio que se realiza en aproximadamente dos meses.

Autolatina nos cedió para ello un Volkswagen-1500 (ex-Dodge), que apenas contabilizaba mil kilómetros en su odómetro cuando comenzamos la prueba, en un atardecer prematuramente frío de principios de abril.

Cuatro hombres de Parabrisas (Carlos Neira, Juan Pablo Vignau, Alejandro Boan y Fernando Miranda), se turnarían en lapsos de cuatro horas, recorriendo la avenida desde su cruce con Libertador (en el límite entre el barrio de Nuñez y la localidad de Vicente López), hasta la rotonda del Puente de la Noria en el extremo sur.

Al tránsito de ida y vuelta se agregó un pequeño tramo de 400 metros por Libertador, para llegar a la estación de servicio YPF en la intersección con Arias, la que nos sirvió de base de operaciones y reabastecimiento.

La elección del terreno para este "viaje a ninguna parte" ofrecía sus riesgos, habida cuenta de que la General Paz es una vía generadora de peligros precisamente por su alta densidad de uso. De todas las asechanzas que esperan en ella al automovilista hay dos que sobresalen por su periodicidad: el choque en cadena -típico resultado, trompa y cola abollada- y los cruces de peatones por los sitios más inesperados y sorpresivos.

Sin embargo, el "milqui" volvió de su viaje de 1.873 kilómetros, tan virginal e invicto como cuando lo recibimos, cosa que confesamos, no dejó de sorprendernos. Para ello, hubo sí, que extremar las precauciones y abrir bien los ojos.

Jueves 7 - 18.46 Hs: La caravana avanza a paso de hombre a la altura de Emilio Castro. En horas pico, tanto la mano que va hacia el Río de la Plata como la contraria sufren las consecuencias del excesivo tránsito

En marcha

La primera gran sorpresa fue constatar que el piso de la General Paz luce inmaculado en sus casi cincuenta mil metros de ida y vuelta. Del antiguo macadán (aquel típico cemento claro de nuestras viejas rutas, con juntas de dilatación rellenas con alquitrán) no queda absolutamente ni el más mínimo recuerdo.

Hace muy poco, a principio de este año terminó la repavimentación total, la que fue seguida de la tan necesaria marcación, imprescindible especialmente de noche, ya que en su inmensa mayoría la forestada avenida carece de iluminación artificial.), se asemeja más a una larga boca de lobo que a una autopista. En esto, sin duda, la Municipalidad porteña se ha anotado un tanto a favor, ya que hasta no hace mucho, los pozos y lomos de burro, causaban tantos estragos como las distracciones.

Prácticamente, el único lapso del día en que la avenida puede ser utilizada para su objetivo original, es decir el tránsito rápido y ágil, es de las ocho de la noche a las seis de la mañana. A la mañana temprano o a la tarde, el tránsito puede ponerse desesperante, con nudos gordianos como los del tramo ensanchado del Acceso Norte (Panamericana), los cruces con Avenida del Tejar, Lope de Vega, Beiró, Juan B. Justo, Rivadavia, Emilio Castro y Provincias Unidas y pero aún, por las adyacencias del Puente de la Noria.

El sur también existe. Pero al parecer muchos no se han dado cuenta de ello. Si alguna transformación grande ha sufrido la General Paz, ésta ha acaecido -como decíamos- en el extremo norte. Desde el cruce con la autopista a Ezeiza, como quien va para el sur, todo está -salvo el piso- como entonces. El angosto camino de dos manos de ida y dos de vuelta se congestiona por el cuello de botella con vehículos que quieren cruzar por el pintoresco puente, a la provincia.

Por la tarde -a las seis y media- estuvimos avanzando a paso de hombre durante quince minutos, pero peor fue a la mañana siguiente, cuando el atascamiento nos hizo gastar media hora interminable. Insistimos en que el problema radica más en el Puente de la Noria propiamente dicho, que en la avenida, pero el que se perjudica es el tránsito que va o viene por ella.

Viernes 8 - 1.29 Hs: Juan Pablo Vignau y Alejandro Boan en un relevo. Los turnos se hicieron en base a unas cuatro horas de manejo por "chofer". Cosa de no saturar ...

Lacras varias

Claro que obras importantes de infraestructura mejorarían bastante la capacidad de transporte y la seguridad en esta vía. Sin grandes costos, sólo con más disciplina en algunos usuarios también se lograrían notorios avances.

Hay toda una fauna típica, que atenta contra la comodidad las condiciones seguras. Unos ejemplares temibles en la comarca son los colectiveros. Claro que tendrán sus razones, pero se muestran con una agresividad en el manejo que supera el promedio conocido en tales conductores.

Objetivamente hablando quizá no sea de ellos la responsabilidad absoluta de esto. Generalmente mantienen la circulación por la derecha, pero el asunto feo es cuando reinician la marcha tras una detención en las paradas, con dársenas ex profeso.

Resulta que por lo corto y poco sesgado de su obligado reingreso, tienen que "prepear" (¡y vaya si lo hacen!) para ponerse en marcha y cumplir con sus implacables horarios. Consejo: si ve un colectivo detenido bajando o levantando pasajeros, tenga cuidado: en cualquier momento arranca, se abre sobre su izquierda y usted se queda con un guardabarro menos o medio costado arrugado (ó frena y lo "emboca justo el de atrás...).

Otro ejemplar sumamente merodeador es el izquierdista. Pero éste a que aludimos no es del PC ni del MAS. Es un tipo de anarquista que va por donde más le gusta... y siempre le gusta la izquierda. Cuando uno se cansa de tocarle bocina y hacerle guiñadas para obtener paso, termina pasándolo por la derecha, con el riesgo que ello implica. La velocidad del izquierdista empedernido generalmente se establece entre los 28 y los 56 km/h.

El que pasa a la fila india por la izquierda en las salidas centrales a otras avenida (como por ejemplo San Martín), o el que lo hace aprovechando los lados exteriores de las rotondas, por la derecha, es otro espécimen peligroso de la fauna autóctona de la frontera entre capital y provincia. Pasan una decena de autos con mucho apuro y cuando quieren reingresar a la fila para volver a ocupar su lugar, provocan frenadas tipo "panic-stop" y comentarios non sanctos a sus familias, provenientes de los damnificados.

Los peatones -pobres olvidados de la mano de Dios, en esta selva- son a su vez víctimas y victimatarios. En algunos puntos se han colocado puentes "ad hoc", en otros se han demarcado sendas, pero especialmente de noche los peligros para el que circula de a pie están siempre latentes, ya que es muy difícil a determinadas horas encontrar el momento para cruzar el río de vehículos. Este es quizá, con el del Puente de la Noria, el problema al que más urge encontrarle solución.

Otros ejemplares de cuidado son los oscurantistas. Generalmente Fiat-1100 ó 1500 de antigua data, algún Peugeot-403 y porque no un Chevrolet '50 o un Káiser Carabela, que aparece de pronto, ahí, envuelto en la más negra de las tinieblas, sin más luz que la de la esperanza y amparados por la absoluta falta de control policial nocturno.

Viernes 8 - 7.20 Hs: El VW en una nueva vuelta, toma Libertador y rumbea por la General Paz. Ya llevaba más de doce horas andando

El auto en el infierno

El otro gran protagonista de la prueba fue indudablemente el auto. El VW-1500. Y no precisamente porque se hiciera notar. En los 1.873 kilómetros y fracción no nos pidió otra cosa que nafta. Y solamente medio litro de aceite, que no se lo dimos... porque la varilla marcaba entre el máximo y el mínimo. Nos olvidamos que estaba en período de asentamiento. No se le ahorró ninguna acelerada, ní se lo perdonó en ningún momento.

Buscando y rebuscando, sólo algunos de los "pilotos" coincidimos en la detección de un pequeño renuncio, una tos, al subir apurados por la rampa de Libertador y General Paz, acelerando y doblando casi bruscamente permanentemente a la izquierda en la subida. Luego, nada más.

Las cifras que publicamos adjuntas hablan de la avenida y hablan del auto para quien quiera interpretarlas. Del auto, en especial, hablan de su economía. No tratamos de ahorrar nafta, no hubo ninguna directiva de quien coordinó la prueba en ese sentido.

Sólo tratamos de cubrir una cantidad lo más importante posible de kilómetros en determinado lapso, por lo que quedaba implícito que habría que andar entre "allegro" y "allegretto", y aún "presto" y "prestissimo". Por otra parte, sufrimos embotellamientos y atrancadas con frecuentes y continuos arranques y paradas.

La cifra de consumo, fue casi sorprendente: en general, computadas las treinta horas un promedio general de casi 11 kilómetros recorridos por cada litro de nafta (9,21 cada 100 km), o para ser antiguos, casi 220 km con veinte litros. Y hubo picos de 8,58 litros para recorrer los cien.

Para el anecdotario no quedó tanto como presuponíamos. Una fue la comprobación de que si hay un accidente en una dirección, se atasca el tránsito... y también en la mano contraria, por los mirones que quieren enterarse que pasó.

Otra fue el Gacel al que quisimos avisarle que llevaba una goma trasera pinchada (era de noche, tarde y viajaba rápido) y el conductor creyó que le queríamos correr no dejándose alcanzar, hasta que casi se mata...

Como conclusión queda establecida la falta de respeto de algunos automovilistas por el prójimo, la impunidad de los colectiveros, la falta de control policial y los terribles embotellamientos que se producen en varios sectores. En síntesis, la General Paz es un infierno...

Carlos R. Neira
Fotos: Carlos Campos. Enrique Bianco y "Juano" Fernández

Viernes 8 - 8.30 Hs: Otra vista del Puente de la Noria en momentos que ya ese sector comenzaba a complicarse. El sur, también existe ...

Viernes 8 - 13.09 Hs: Piso impecable en todo el recorrido (49 kilómetros de ida y vuelta) de la Gral. Paz. Ídem la demarcación

Viernes 8 - 18.00 Hs: La línea "21" conoce muy bien los "secretos" de la Gral. Paz. Ellos saben de atajos paralelos. Todo vale

Viernes 8 - 19.01 Hs: Detenido por el tránsito el VW-1500 que llamó la atención de los automovilistas durante el periplo de 30 horas. Hubo ocasiones en que durante 15 minutos permanecimos en el mismo lugar sin avanzar un solo metro. Faltaban cinco horas para finalizar

Sábado 9 - 0.03 Hs: Vignau cumplió el último turno completando 30 horas y 3 minutos. El playero se encarga de llenar el tanque para sacar los últimos cómputos de consumo del VW 1500

• Unidad de prueba: Volkswagen 1500
• Circuito: General Paz entre Libertador hasta Puente de la Noria y vuelta (49.3 Km)
• Distancia cubierta: 1.873,5 Km (38 vueltas)
• Promedio general. 62.346 Km/h
• Consumo total. 172.6 litros de combustible
• Índice de consumo: 9.21 litros cada 100 km

José García (Autolatina S.A.), Jorge Augé Bacqué (Editorial Abril), Alejandro Boan y Miguel De la Cuesta (Gerente de publicidad de VW) despiden a Carlos Neira que realizó los primeros turnos

El viernes 8 de abril a las 0.03 se daba por terminada la prueba. Posan Vignau y el fotógrafo "Juano" Fernández

Jueves 7 - 18.57 Hs: Un tramo despejado a eso de las siete de la tarde, cerca de Libertador

Jueves 7 - 22.45 Hs: Uno de los "cuervos" al acecho de una presa para salvar el día

Jueves 7 - 23.44 Hs: Ejemplar típico. Auto viejo, destruido, sin luces y a "dos por hora"

Viernes 8 - 0.59 Hs: Termina un turno. Neira llena la planilla correspondiente con horas de paso y consumo

Viernes 8 - 10.46 Hs: Cruzar a pie la General Paz implica un riesgo grande aunque se haga, como corresponde, por la senda peatonal

Viernes 8 - 15.58 Hs: Uno de los desgraciados accidentes que se producen en la Gral. Paz. Paso peatonal, señora que cruza y es arrollada por un automóvil. Resultó con diversas heridas pero no de gravedad. Un tema a solucionar

Viernes 8 - 17.51 Hs: Autos que se cruzan de mano para el tomar por el carril de enfrente ante el embotellamiento de tránsito

Viernes 8 - 17.54 Hs: Los colectivos no andan con muchas vueltas. La banquina está más o menos pareja y por ahí encaran

Viernes 8 - 17.56 Hs: Otros, en lugar de "banquinear", prefiere asumir actitudes drásticas, retomar sobre los canteros

Viernes 8 - 17.59 Hs: No toda la responsabilidad recae en los colectivos. Los particulares también avanzan de contramano por la banquina

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