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IKA
Kaiser Carabela - 1962
Comodidad oriental
Revista
Parabrisas Nro 14 de Enero de 1962
Test complementado con fotos de la nota "Aquí está el Carabela"
Revista Parabrisas Nro 10 Agosto de 1961
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El "appeal" del Carabela es, si se quiere, especializado y general a la vez. Es un coche para andar con comodidad oriental en cualquier condición, y en recorridos largos se pueden mantener muy elevados cruceros sin problemas de ninguna índole
En el panorama actual -y previsible- de la producción argentina de automotores, el Kaiser Carabela es el único que se encuadra dentro de la categoría de los popularmente llamados "botes"; los planes actuales, futuros oficializados y rumoreados hablan solamente de coches medianos o de la categoría de los compactos norteamericanos.
Por lo tanto los favorecedores del auto francamente grande, tanto en dimensión física como en cilindrada y potencia de motor, pueden optar, para satisfacer sus preferencias, solamente entre el Carabela y coches importados, que pueden ser carlismos o de segunda mano, ambos factores que para muchos son absolutamente negativos.
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El
Carabela, no es un auto caro si se enfoca su precio en relación con
sus prestaciones. Es un sedán cuatro puertas realmente amplio; es
obvio explicar lo que es un Carabela, pero hay que hacer un viaje
largo con él -tal como hizo PARABRISAS en ocasión de este test-
para aquilatar debidamente la verdadera comodidad, especialmente
transversal del Carabela; tres personas caben en el asiento
delantero sin problemas de ninguna especie, y en el asiento trasero
se puede dormir una hermosa siesta mientras La Bestia devora
kilómetros.
No es un término peyorativo. Circunstancialmente, hace
tiempo que nuestros testers se habían habituado a coches chicos. Su
primer encuentro con el Carabela les produjo algo así como la
sensación de acoquinamiento del hombre frente a las insondables
distancias del Cosmos.
Una
vez que el conductor se habitúa a guiar detrás de un inmenso capot
y a no extralimitarse con un motor que tira el auto adelante como
bala en cuanto se toque el acelerador, el Carabela resulta un coche
muy satisfactorio en todo aspecto.
Es
cierto que no aprovecha los resquicios en el tránsito como un auto
pequeño, pero su reprisse es tan elevada que bastan treinta metros
libres para que el Carabela se coloque al frente del pelotón.
Para
estacionar es, por supuesto, un auto grande y hay que encontrar un
hueco grande donde ponerlo, pero la dirección tiene mucho ángulo
de giro, cosa que facilita bastante el proceso. Eso si, le conviene
embocar de entrada cuando hace la maniobra hacia atrás para
estacionar en fila. Si tiene que hacer muchas maniobras, encontrará
que la dirección es sumamente pesada a pocos kilómetros por hora y
con mucho giro en las ruedas de adelante.
En andar normal, no hay ningún
problema, pero convendrá siempre tener bien engrasado el
mecanismo de dirección para evitar rozamientos inútiles.
Primeras
impresiones
Las
puertas abren para adelante (es decir la bisagra esta adelante),
pero son tan grandes que es muy cómodo subir y bajar del coche. La
traba de las cuatro puertas es a perilla; creemos que es más
cómodo el sistema mediante el cual un segundo movimiento del mismo
picaporte actúa de traba.
Por otra parte, hay que cuidarse de no
trabar las puertas con la llave de encendido (y picaportes) adentro
del auto. Tiene, en cambio, la comodidad de que hay llave en las dos
puertas de adelante, de modo que se puede abandonar el coche por la
puerta del volante o por la del acompañante.
La
posición de manejo es cómoda y, por supuesto, muy amplia; el
asiento delantero tiene un recorrido que satisfará hasta a los
conductores de estatura más elevada, y el volante es relativamente
pequeño, vale decir que no incómoda en absoluto.
La
bocina es accionada por un sistema poco común; los rayos están
recubiertos por una chapa moldeada que se oprime con un pulgar.
Debajo del tablero, a la izquierda, hay una perilla inversora que
permite usar este control como guiñada cuando se circula de noche
(que es cómodo y evita sonar accidentalmente la bocina acústica en
horas nocturnas).
El arranque se hace girando la llave de contacto, y el cebador es automático; no solamente estrangula el paso de aire, sino que apresura el ralenti mientras el motor no llegue a su temperatura normal de funcionamiento.
Hemos observado que el arranque es instantáneo y que, manejando con prudencia, se puede poner el coche en movimiento casi de inmediato (aunque no lo recomendamos). Un minuto de paciencia a la mañana, cuando se coche sale por primera vez, le significará muchos kilómetros adicionales antes de tener que ajustar el motor. Hasta que no se entibie el motor, tiende a toser y quedarse en segunda, pero por pocas cuadras solamente, y además conviene dejarlo calentar como norma.
Algunos propietarios del Carabela se han quejado de inconvenientes con el varillaje de cambios. En el coche que tuvimos nosotros no hubo ningún problema, y todas las marchas entraron con suavidad y precisión; es cuestión, evidentemente, de un correcto reglaje del varillaje.
El acelerador es amplio y cómodo, con un resorte blando, y los pedales de freno y embrague son también grandes, de recorrido generoso pero no exagerado, y el embrague es suave.
Debemos señalar que el embrague aguanto perfectamente nuestro test a pesar de las duras exigencias que debió afrontar, cuando se piensa que un Carabela cargado pesa mas de 1.700 Kg, es fácil ver que la tarea del embrague en este caso no es, por cierto, envidiable.
El
freno de mano se encuentra debajo del tablero y tiene un control
tipo "mango de paraguas"; es liviano, se destraba
instantáneamente dándole un ligero movimiento rotatorio a la
izquierda y es razonablemente eficaz, aunque no lo es en grado
excepcional. También aquí es una cuestión de varillaje, pero los
hábitos de manejo argentinos -a distinción de, por ejemplo, los
europeos- no exigen mucho al freno de mano, y no creemos que ningún
propietario del Carabela se preocupe mayormente por este aspecto,
máxime si vive en la parte llana del país. Los
limpiaparabrisas son del tipo a vacío, funcionan bien, y los
momentos cuando pierden velocidad al tirar el motor, son reducidos.
Sin embargo, dejan un sitio sin barrer en el centro del parabrisas.
No es peligroso pero si molesto.
En
cuanto a visibilidad, la del Carabela es sobresaliente para los
cuatro costados; parabrisas muy amplio, grandes ventanales y una
ventanilla trasera también muy grande. Además, desde el asiento
del conductor se ve muy claramente el guardabarros delantero
derecho; y mirando hacia atrás, se notan los dos adornos montados
en los guardabarros traseros, vale decir, que a despecho del tamaño
del auto, es fácil maniobrarlo en espacios reducidos, porque
siempre hay con que apuntarlo.
A
la izquierda de la columna de dirección tiene una palanca que
acciona el señalador de viraje. Al operar este, se prende el farito
de posición, iluminando todo el conjunto del faro delantero.
La
parte superior del tablero, vale decir, la visera del torpedo, esta
recubierta de cuero rellenado con goma, para eficaz protección en
caso de accidentes. La guantera es cómoda de accionar, tiene una
fuerte luz automática, pero es bastante chica considerando lo
grande del auto.
Además se prenden "luces de cortesía"
debajo del tablero al abrirse cualquiera de las puertas de adelante,
y al abrirse las puertas de atrás, se prenden las luces de cabina,
montadas sobre el interior de los parantes de las puertas. Esas
luces también pueden prenderse con sendas perillas, y la luz de cortesía
se puede prender también desde el interior, con una
perilla debajo del tablero.
El
Carabela tiene dos encendedores de cigarrillos, uno montado en el
tablero y el otro en el respaldo del asiento de adelante, para la
comodidad de los pasajeros de atrás; estos tienen también, por
supuesto, un cenicero. Este detalle nos impresionó gratamente como
detalle de buen gusto y comodidad, aunque circunstancialmente, en el
coche que probamos nosotros, el encendedor de atrás estaba
desconectado. Son del tipo que salta cuando se calienta.
PARABRISAS ayuda en el camino. Aquí el Carabela desempantana una chatita (tirando marcha atrás)
En
la tapa de la guantera, nuestro Carabela tenía un reloj (ofrecido
como accesorio opcional). No estaba muy de acuerdo con la calidad
general del auto; marcaba cualquier cualquier hora en cualquier
momento, y además las agujas eran cortas y la esfera rectangular y
larga, por lo que prácticamente había que recurrir a la trigonometría
plana para determinar que hora pretendía marcar el
reloj. Además su mecanismo le quita lugar a la ya reducida
guantera.
La
radio era muy buena; tenia sintonía a perilla, botonera y una voz
muy potente y agradable. Su radio de acción debe estar alrededor de
los 300 Km tratándose de una emisora de potencia mediana a grande.
El
Carabela a flote
En
el camino, el Kaiser Carabela es una alfombra mágica que permite a
los ocupantes olvidarse de la mecánica. Se acelera para ir más
ligero. Se frena ir más despacio, y por centenares de kilómetros
ustedes pueden olvidarse de todo lo demás. En cuanto a pasar
camiones, es coser y cantar en el Carabela, bastando una leve
presión sobre el pedal del acelerador para que la faena este hecha.
La suspensión es muy buena y la amortiguación también; no acusó
ningún desfallecimiento durante el test de PARABRISAS. Tiene
ventiletes en las cuatro ventanas, de modo que se puede lograr una
ventilación "a piacere".
Nosotros
prácticamente no tuvimos oportunidad de probar la calefacción,
pero en algún momento en que la temperatura ambiente justificó su
empleo, observamos que esta es potentísima. Tiene tres perillas tipo
Douglas DC-3 a la izquierda del tablero, y más abajo, una llave de
paso de agua caliente. Si se cierra esta, no trabaja la
calefacción, en cuyo caso las dos perillas de la mano derecha se
pueden abrir, accionando tomas de aire para ventilación de aire
fresco en verano. El manual no es muy claro sobre este aspecto.
Los
frenos
En
nuestros comentarios previos al test del Carabela, éramos bastante
pesimistas sobre los frenos. En el test, estos sorprendieron; el
Carabela puesto en una emergencia, frena muy, muy bien. Lo que no
tienen es estabilidad bajo sucesivas operaciones, pero no se puede
pedir tanto tratándose de un coche enorme de más de 1.700 Kg.
En
montaña, habría que ir cuidando frenos bastante, porque se
recalientan las cintas; la segunda velocidad, en cambio, frena mucho
y es muy útil para casos similares. El Carabela no es un coche
sport y no debe ser manejado como tal, y no creemos que uno de estos
coches sería la elección normal de un automovilista residente en
zona montañosa; pero cualquier conductor medianamente hábil puede
encarar tranquilamente un cruce cordillerano sin temor. En el viraje ligero, el Carabela exhibe una tendencia marcada al subviraje, es decir, tira de adelante, como la dirección es además pesada, conviene entrar en las curvas relativamente despacio y salir acelerando fuertemente. Bajo esas condiciones, el Carabela es estable (pero no hay que olvidarse que no es un auto de carrera).
Durante el test anduvimos siempre con nafta común; llega a pistonear si se pisa mucho el acelerador, pero para cualquier uso común, sería injustificado recurrir a la nafta especial. Especialmente teniendo en cuenta que, entre las virtudes del Carabela, no podemos incluir a frugalidad, en nuestra prueba de consumo a alta velocidad no llegamos a los 5 Km/lt hablando de que cuesta aproximadamente 2/3 de lo que cuesta la especial, y ese detalle también hay que tenerlo en cuenta.
En uso normal, el
Carabela no cuesta excesivamente en combustible; por otra parte,
cuando se toma en cuenta seguro, patente, desvalorización de
capital, etc. el gasto de nafta, en relación con esas cifras no es
una parte muy importante del costo total de mantener un coche.
Durante nuestro test de aproximadamente 3.000 Km tuvimos que reponer
2 Lts de aceite (30 común).
Una
mención especial deben merecer los faros del Carabela. Son
potentísimos y los faros largos son, en especial, extraordinarios
permitiendo andar muy ligero de noche sin ningún problema. Los faros
medios estaban deflectados a la derecha en nuestro coche, para
reducir al mínimo la molestia al tránsito opuesto. Otros
detalles
Durante
nuestro test no observamos ningún desfallecimiento mecánico, salvo
un cortocircuito en el sistema de luces, de curiosos resultados; al
pisar el pedal de freno una de las luces de stop no funcionaba, en
cambio lo hacía el señalador de viraje a la derecha, cosa que
evidentemente se debió a algún cable húmedo.
Hablando
de humedad, seria correcto decir que este test lo realizaron los
técnicos de PARABRISAS con el apoyo del Sr. Júpiter Pluvius, pues
durante los días que tuvimos el coche, llovió en forma casi continua, pero durante todo ese tiempo no entró ni una gota de
agua en la cabina, ni en el baúl o en el capot.
Hablando
de baúl, este es largo y ancho pero de poca altura. La rueda de
auxilio esta ubicada en un receptáculo aparte no obstruyendo así
el equipaje. El baúl tiene luz, no así el capot (y hace falta). La
accesibilidad del motor y sus componentes es muy generosa, pero es
tan ancho que hay que encaramarse encima de un guardabarro para
llegar a hacer algo en la parte mecánica.
El
tapizado es de primera calidad, de cuero, con combinaciones de
colores varios. La terminación interior en nuestro coche era buena
en general. Tuvimos inconvenientes con las perillas de traba de
puertas y a poco de andar un problema en la cerradura de la puerta
del volante. La traba de capot accionó bien, pero el capot en si
resultó sumamente pesado para levantar. En cambio el baúl es una
pluma.
El
tanque de nafta es generoso, de 65 Lts, y tiene que serlo por el
consumo del motor. Criticamos el hecho que no tenga cerradura la
tapa del tanque. También criticamos la dificultad de cambiar las
cubiertas traseras, por el faldón del guardabarros.
Conclusiones
El "appeal" del Carabela es, si se quiere, especializado y
general a la vez. Es un coche para andar con comodidad oriental en
cualquier condición, y en recorridos largos se pueden mantener muy
elevados cruceros sin problemas de ninguna índole. En ciudad su
pique lo hace muy agradable como también, para andar tranquilamente
en muy cómodo el hecho de que no sea necesario estar maniobrando
constantemente con la palanca de cambios.
La
suspensión es mullida y blanda, colaborando también su amplio
largo entre ejes. En las curvas se nota rolido, pero doblar fuerte
no es el metier del Carabela. Los frenos son sorprendentemente
eficaces mientras no se abuse de ellos con fuertes frenadas
sucesivas.
Lo
que tienen los autos grandes, de cilindrada de varios litros, es que
son versátiles. El Carabela sirve tanto para viajar a La Quiaca
como para pasearse todo el día de compras en el centro, y en ambos
casos extremos, usted andará muy cómodo.
Al
tener un precio adecuado, puede ser negocio comprarlo. IKA Carabela en Autoclásica 2013
.
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CONCLUSIONES
Virtudes
-
Gran comodidad interior
-
Excelentes prestaciones del motor, en especial el reprisse
-
Muy buena accesibilidad a las plazas delantera y trasera
-
Cerradura en ambas puertas delanteras
-
Excelente visibilidad hacia los cuatro costados
-
Encendedor y cenicero adelante y atrás
-
Gran ventilación por ventiletes en las cuatro ventanas
-
Potentísimas luces altas
Defectos
- Dirección sumamente pesada a baja velocidad
-
Incomodo sistema de traba de puertas mediante perillas
-
Mejorable freno de mano
-
Deficiente área de barrido de los limpiaparabrisas
-
Guantera de reducidas dimensiones
-
Reloj interior (opcional) de mala calidad y diseño
-
Consumo elevado a altas velocidades
-
Capot sumamente pesado para levantar
-
Ausencia de cerradura en la tapa de combustible
-
Incomodo reemplazo de las ruedas traseras
VELOCIDAD MÁXIMA 138.075 KM/H
Promedio de dos corridas en sentidos opuestos (día sin viento y camino a nivel)
|
0-40 Km/h |
4.0 s |
0-60 Km/h |
7.0 s |
0-80 Km/h |
15.0 s |
|
22.0 s |
0-120 Km/h |
31.0 s |
0-500 Metros |
23.8 s |
DIÁMETRO DE GIRO |
A la derecha |
13.70 m |
A la izquierda |
13.00 m |
AUNQUE EL CARABELA ES LARGO, SU DIRECCIÓN TIENE MUCHO ÁNGULO Y EL CÍRCULO DE VIRAJE NO ES, POR CIERTO EXAGERADO
ERROR DE VELOCÍMETRO |
Velocidad indicada |
Velocidad real |
20 Km/h |
22.3 Km/h |
40 Km/h |
49.7 Km/h |
60 Km/h |
68.0 Km/h |
80 Km/h |
89.2 Km/h |
100 Km/h |
111.0 Km/h |
|
|
|
|
80 Km/h |
7.0
|
120 Km/h |
4.9 |
Ciudad |
6.3 |
DISTANCIA DE FRENADO |
Vel |
Metros |
20 Km/h - 0 |
3.00 m |
40 Km/h - 0 |
7.00 m |
60 Km/h - 0 |
14.90 m |
80 Km/h - 0 |
28.10 m |
100 Km/h-0 |
53.30 m |
EL FRENAJE DEL CARABELA NOS SORPRENDIÓ; NO ES FÁCIL PARAR ESA VERDADERA MOLE. EL PRECIO SE PAGA EN "FADING" (DESVANECIMIENTO) BAJO REITERADAS APLICACIONES A ALTA VELOCIDAD, SÓLO EN MONTAÑA O, MUY LIGERO, EN CAMINOS SINUOSOS, PUEDE SER UN PROBLEMA |
El parabrisas y el vidrio trasero del Carabela son amplios y de buena visibilidad. Los adornos de los guardabarros traseros ayudan a estacionar
LA VISIBILIDAD DEL CARABELA ES SUMAMENTE AMPLIA, A PESAR DE LAS AMPLIAS DIMENSIONES DEL COCHE
Los limpiaparabrisas podrían ser mejores. Dejan sin barrer parte del medio del parabrisas; no es peligroso, pero si molesto
Categoría "Queen Mary", el Carabela es un auto grande de veras. Las ventajas se reflejan en su comodidad y en su mullido andar
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Motor
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6L-226,
6 cilindros, 3.707 cm3 (84.138 x 111.125 mm), Relación de
compresión 6.86:1, 4 tiempos, válvulas laterales. 116.6 CV
(115 HP) a 3.800 rpm. 31.3 CV por litro. Cupla motriz 24.89 mkg
a 2.000 rpm.
|
Alimentación
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A carburador. Carburador Carter WCD
2807S de tiro descendente. Bomba de nafta Carter M 957 S
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Sistema de enfriamiento
|
Capacidad (sin calefactor) 11.5 Lts Circulación
a presión 0.53 Kg/cm2 Control termostatico abre a 78º
|
Sistema de lubricación
|
Capacidad de aceite 4.75 Lts Filtro de
aceite en derivación Presión del sistema 0.57 a 0.70 kg/cm2 (mínima) 1.7 a 2.1 kg/cm2 (máxima)
|
Sistema de encendido y eléctrico
|
Distribuidor de avance centrifugo y al
vacío. Bujías Auto Lite A-7 (14 mm) Luz entre electrodos 0.76 mm
Luz de platinos 0.5 mm Orden de encendido 1-5-3-6-2-4 Batería 6V
Capacidad 90 Amp/hora
|
Transmisión
|
Tracción trasera. Embrague monodisco seco.
Mando mecánico. Caja de tres velocidades adelante y marcha
atrás. 2da y 3era sincronizadas. Relaciones: 1era 2.571:1 2da
1.550:1 3era 1.000:1 MA 3.489:1 Diferencial hipoidal. Relación
4.09:1
|
Dirección
|
Caja tipo Gemmer Desmultiplicación
18.2:1
|
Frenos
|
Hidráulicos
y autocentrantes con campanas de fundición. Superficie frenante 1.030
cm2.
|
Suspensión Delantera
|
Independiente
a trapezoide deformable con resortes helicoidales.
|
Suspensión Trasera
|
Hotchkiss
a elásticos longitudinales laminares.
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Llantas y Neumáticos
|
Rodado 710
x 15
|
Dimensiones
|
Largo 5.470
mm Ancho 1.900 mm Alto 1.540 mm Entre ejes 3.010 mm Trocha delantera
1.470 mm Trocha trasera 1.490 mm Peso vacio 1.638 Kg Peso de prueba
1.838 Kg Tanque de combustible 65 Lts.
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Vea también
Presentación del IKA Bergantín
Revista Parabrisas Nro 22. Septiembre de 1962
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Muchas gracias. |
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