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100 años del
automóvil
Por German Sopeña
Revista Parabrisas Nro 100
Setiembre de 1986 |
1887 -
1894 Nace una industria
Se
comienza a comercializar el motor Daimler. Se construyen nuevos motores
en otros países. Se crea el Automóvil Club de Mónaco en 1890. Dalmiro
Varela Castex y su Daimler a vapor. Los orígenes del Automóvil Club
Argentino. El primer vehículo de Henry Ford
Ya en 1887, a un año de su patentamiento se comienza a vender el triciclo de Benz
Desde el motor de doble efecto de Matteucci y Cia. registrado en 1866, las patentes de intentos de solución para una planta motriz efectiva son innumerables.
En 1867 Otto y Langen patentan un motor atmosférico con pistón libre que funciona según el ciclo Barsanti. Al año siguiente, Babacci presenta un motor de doble efecto con retorno del pistón mediante aire comprimido. Años después, en 1874, Bernardi presenta un motor de gas de ciclo Barsanti. Otto y Langsen insisten en 1877 con un motor de ciclo de cuatro tiempos y un año después, Bernardi presenta su propio motor de ciclo Otto. Ese mismo año, Benz desarrolla su motor de gas y en 1879, Murnigotti patenta un bicilíndrico de cuatro tiempos con fase de encendido.
Al año siguiente Bernardi presenta su motor naftero marca
"Pia" y en 1881 Forest patenta su motor sin válvulas.
No
termina allí la seguidilla de invenciones. Otto patenta en 1882 un motor
de cuatro tiempos con compresión preventiva y el mismo año una patente
inglesa registrada bajo el numero 2423 protege la invención de un motor
horizontal. En 1883 es Daimler quien patenta en dos cilindros en V con
ciclo mixto y en Francia, al año siguiente, Delamare - Debouteville
inventa su motor de elevada compresión. Un año más tarde Daimler
patenta su motor de nafta y en ese mismo año Bernardi presenta un motor
que usaba gas de alumbrado y uno de ciclo "Lauro" y Forest, un
motor de pistones concurrentes. Por fin, en 1889, Bernardi patenta un
motor de nafta para automóvil.
Acá
la carrera se intensifica y en 1891 Forest construye su motor de cuatro
cilindros verticales y en 1892, Daimler patenta su dos cilindros en V. Al
año siguiente Rudolf Diesel patenta el motor que lleva su nombre y ese
mismo año Bernardi lanza una unidad de alto régimen (800 rpm) de cuatro
tiempos.
Hemos
obviado la mención de los muchos ensayos de vehículos eléctricos que
registra la crónica de la época. El electroimán había sido descubierto
por Ampere en 1850 y el acumulador fue inventado por Planté diez años
después gracias a la pila de Volta. En 1869, Gramme inventó la dinamo y
las primeras aplicaciones de los nuevos acumuladores fueron mover
vehículos propulsados por motores eléctricos. El ingeniero francés
Gustav Trouvé realizó los primeros experimentos en ese sentido. El
"Journal Officiel" del 20 de Abril de ese año publicó lo
siguiente: "M. Trouvé adaptó sobre un triciclo de pedal de 55 Kg
dos pequeños motores eléctricos. La corriente llega a ellos desde una
serie de acumuladores ubicados en la parte trasera". En la
historia del automóvil se registran varios casos similares de vehículos
de dos y de tres ruedas movidos por electricidad suministrada baterías de
acumuladores. Por ejemplo, el Sociable de Raffard (1881), el de
Ayrton (1882) y el de Magnus Volk (1887).
En ese año, ya el triciclo de Benz se comercializaba, mientras Daimler lanzaba su propio modelo de cuatro ruedas a la venta. Su motor giraba a 900 rpm superando al de Otto (200 vueltas).
A todo esto, el motor Daimler comienza a ser vendido en Francia en 1887 y luego construido en los talleres de René Panhard y Emile Levassor. Con aportes de este último se construye un vehículo en 1891. Es el primero con motor delantero y tracción en las ruedas de atrás. Levassor sería el primer constructor que planea un automóvil como conjunto integrado, es un precursor industrial. Su vehículo tiene características propias, no se trata de un triciclo o un carro al que se le ha agregado un motor. Parece que va a finalizar la era de los carruajes de caballos sin caballos que la han caracterizado hasta el momento. En otras partes del mundo comienza a prender la fiebre del automóvil. En Estados Unidos funciona el primer auto en 1893. Años después, en Inglaterra Frederick Lanchester idea uno con motor de dos cilindros en 1897.
En Francia, la asociación entre Albert de Dion y Georges Bouton introduce características distintas a los modelos de la época, algunas de las cuales, como el puente trasero De Dion constituyen hoy una característica propia de los autos de cierto nivel.
Benz
y Daimler estaban separados por unos cien kilómetros pero unidos por la
misma visión tecnológica. Años más tarde formarían la Daimler Benz.
Daimler exportó sus motores a Francia para que los utilizaran Panhard
y Levassor. También Peugeot compró la licencia y para los
alemanes, fue quien consolidó la industria francesa del automóvil. Hay
periodistas europeos que aceptan aceptan que los alemanes inventaron el
auto y los franceses lo desarrollaron con el aporte del ingenio galo.
Muchos
fueron, en verdad, los autos que se fabricaron en uno y otro país con
licencias habilitantes, por lo común en favor de fabricantes franceses.
En
Inglaterra sale, en 1896, el primer Daimler inglés, nacido en la planta
de Coventry. La discusión sobre el origen del automóvil se cuenta entre
estos cuatro países, cuyos defensores más fanáticos aún hablan de si
fue en Alemania, en Francia, en Suiza o en Inglaterra.
Mientras
tanto, en 1890 nacía en Mónaco el más antiguo club de automóviles. Y
tan solo catorce años después, un grupo de jóvenes argentinos muy al
tanto de estas novedades por sus continuos viajes al Viejo Mundo fundaban
una entidad similar en Buenos Aires. A la creación del Automóvil Club de
Mónaco siguieron la fundación del de Francia (1895), Bélgica (1896),
Inglaterra y también Italia comparten el año (1897), Holanda, Suiza y
Austria (1898), Estados Unidos (1899), Alemania y Hungria (1900),
Dinamarca (1901) y Rusia, Portugal y Suecia (1903).
El cuadriciclo De Dion de 1887
Argentina:
Dalmiro Varela Castex, el primero.
Mecánico,
escultor, deportista cabal, Dalmirito -tal su apodo cordial- se
entusiasmó con el automovilismo, que balbuceaba sus primeros términos
técnicos en una jerga que estaba reservada en Europa, su continente
natal, solo para los iniciados en este privilegio.
Asi,
a vuelta de uno de sus viajes, apareció con un aparato ruidoso hata el
escándalo y raro en extremo, que despertaba curiosidad y temor a su paso.
La Municipalidad hubo de crear chapas patentes para él. Estaban enlozadas
en blanco, rectangulares y obviamente con el numero 1 y una franja azul en
el ángulo superior izquierdo bajo la cual, en el escudo municipal, se
leía: "Dirección de Tráfico Público - Municipalidad de la
Capital". Fué en 1892.
Era
un Daimler de vapor, que llevaba la caldera bajo el asiento y alcanzaba 60
Km/h. Una cadena mandaba directamente el eje trasero, convirtiéndolo en
una "máquina de patinar".
Entre
las mil anécdotas al respecto se cuenta un paseo con el entonces
presidente de la Republica. "El general Roca era un asiduo
acompañante - cuenta Varela Castex en 1929, a los 64 años, a un
cronista de la revista Automovilismo, la antigua publicación del
Automóvil Club Argentino- y un día, siendo presidente, el general me
dijo: Vamos a dar un paseo, Dalmirito".
Florida,
Perú, llegaron al Parque Lezama y ante las calles embarradas, Varela
Castex recelaba su Daimler. "Bajemos por acá", indicó
Roca señalando la barranca de Brasil. Descendieron entre patinadas de
cordón a cordón, adquiriendo peligrosa velocidad. Los pequeños frenos
no eran suficientes para su tremendo peso. En un instante estuvieron en el
bajo, por ese entonces Paseo de Julio. Restablecida la calma,
Roca, que había tenido que sostenerse afirmándose a la manija exclamó: "¡Caramba,
muchacho! No sabía que los caballos de tu caldera fueran tan ariscos. Si
no se amansan vamos a tener que mandarlos a la remonta".
Dalmiro
Varela Castex, indiscutible introductor del primer vehículo
autopropulsado del país y titular del registro de conductor numero 1,
poseía un título nobiliario que jamás usaba. Su abuelo, Florencio
Varela, había sido asesinado en el exilio por razones políticas y su
padre, Juan Cruz Varela, fue poeta y ensayista de nota que aportó
importante contribución a la literatura argentina.
A
pesar de sus numerosos actividades públicas y privadas, Dalmiro Varela
Castex es recordado como fundador y primer presidente del Automóvil Club
Argentino.
El
origen del ACA
La
cosa es que los sportmen que soportaban el peyorativo de mataperros,
se reunían habitualmente en la sede de la Sociedad Hípica Argentina.
El
11 de junio de 1904 fundaron el actual Automóvil Club estableciendo las
bases y principios de la tradicional institución. En síntesis, se
dedicarían a la promoción del automovilismo y el turismo en todo el
país.
El
fin de siglo
Muchos
paises aceptan que el auto se inventó en Alemania y se perfeccionó en
Francia. Sin embargo es en Inglaterra donde se toman las precauciones más
drásticas ya que se debía obedecer la "Ley de la Bandera
Roja", que consistía en que el vehículo de motor debía ser
precedido por un hombre a pie que, agitando una bandera roja, debía
avisar al público la proximidad de la peligrosa máquina. Por otro lado,
esta no podía exceder los 3 Km/h de velocidad y la distancia entre el
lacayo de la bandera y el auto no debía ser menor de 18 metros.
En
tanto en Francia, en 1886, nacía la sociedad Panhard et Levassor,
al tiempo que Daimler, que se había separado de la Gasmotoren Fabrik
Deutz de Otto y Langen en junio de 1882, prosigue sus trabajos sobre
motores acompañado por el fiel y hábil Wilhelm Maybach en su taller de
Bad - Canstatt. Patenta varios ejemplares en Alemania y busca apoyo en
Auguste Sarazin, quien muere en 1887 y la viuda, Louise Sarazin toma en
sus manos los negocios de su marido intercediendo ante Levassor y Daimler
hasta conseguir que el primero viaje a Alemania en 1888 y obtenga la
exclusividad de las patentes Daimler para Francia. El contrato se firma en
1889 y se reservan comisiones para Madame Sarazin pero, al año siguiente
Emile Levassor se casa con Louise Sarazin.
Pero,
en 1899 Paris vive al ritmo de la Exposición Universal, en la que dos
enormes pabellones sombran a los franceses con su estructura totalmente
metálica y la Torre Eiffel eleva sus 300 metros de armazón que apuntan al
azimut desde el corazón de los Campos de Marte.
Sin
embargo, en el Pabellón de las Máquinas, el automóvil pasa
desapercibido, a pesar de que se presenta un triciclo construido por León
Serpollet con la colaboración de Armand Peugeot y su ingeniero Louis Rigoulot.
Esta
primera incursión de Peugeot en el mundo automotor no interesa a nadie,
pero él solo tiene ojos para las canoas con motor que Daimler ha
presentado.
El
año de 1894 había sido fructífero en cuanto al desarrollo efectivo del
automóvil. Se había disputado, bajo el patrocinio del Petit Journal,
la famosa prueba entre Paris y Rouen "para coches sin
caballos". Al mismo tiempo, había nacido la primera revista
especializada, La Locomotion Automobile y en los Estados Unidos, Henry
Ford completaba, en su pequeño taller, su primer auto. Estaba
equipado con un motor bicilíndrico y transmisión por correas.
Estos
sucesos y muchos otros que registra la crónica desatan el furor por el
nuevo deporte. En Francia era una explosión de entusiasmo por los nuevos
vehículos. Nacen varias marcas que alcanzarían gran prestigio. En 1894
había surgido Delahaye y al año siguiente comienzan a fundarse otras
grandes marcas.
Próximo capitulo:
1895 -
1905 En busca de la velocidad
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