Pruebas de autos argentinos

Peugeot 504 SRD - 1987 Una opción actualizada Revista Parabrisas Nro 109. Junio de 1987

Hace pocos días se presentó la nueva línea Peugeot 504 llamada "SR". Parabrisas se adelantó y testeamos durante el mes de mayo una unidad casi "prototipo" equipada con motor Diésel con la que recorrimos 10.000 kilómetros. Un agradable restyling que mantiene la personalidad del diseño original, eficiente motor de 70 CV (DIN), bajo consumo, más de 140 km/h de velocidad máxima, buen equipamiento y frenos efectivos. Por el lado de las contras: le vendría bien un sistema de dirección servoasistido

No es fácil encarar la evaluación de un Peugeot-504. Es casi una institución, parte de la tradición del usuario argentino. A tal punto que desde hace 17 años mantiene intacta su vigencia y es común escuchar en reuniones de amigos: "Ah, no... a mí me gusta el 504". Frase que a los que estamos en esto a veces nos sorprende porque consideramos que existen otros modelos más evolucionados, sean de la misma marca o no.

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Sin embargo, la imagen lograda originalmente por el "504" no ha sufrido alteraciones de ningún tipo. Mujeres y hombres, jóvenes, maduros, solteros, viudas y hasta adolescentes aún consideran al "504" como una expresión sublime de diseño que soportó el embate de los años sin necesidad de cirugías mayores o "restylings" profundos.

Cuando un dibujo sale del tablero de un inspirado, está más allá de modas, y snobismos. Gustaba tanto a comienzos de la década del '70 como ahora. Y, si no lo cree, basta con ver las cifras de ventas de modelo por modelo realizadas en 1986, fuente ADEFA.

Confortable el andar del 504 SRD en caminos de ripio

Pero 17 años son muchos. El primer "face-lift" (como dicen los americanos) fue algo tímido. Se modificó la parrilla, luces traseras, tablero y otros detalles. Este tampoco fue demasiado lejos. Como el anterior, logró mejorar su estética sin modificaciones vitales, respetando el talento de su creador. Porque lo bueno, no es modificable. Si el mercado lo acepta, nadie puede jugarse aun cambio trascendental que seguramente -al menos casi siempre- va en contra del diseño, personalidad y estilo logrado por su realizador primario. Ese es el caso del Peugeot-504.

Hace apenas unos días, semana atrás, Sevel Argentina presentó el nuevo 504 en sociedad (como a las quinceañeras). Antes de eso tuvo la deferencia de "adelantarnos" una unidad equipada con motor Diesel para que la sometiéramos al habitual road-test de Parabrisas.

Esto nos llevó a ser observados durante unos cuantos días -sobre todo por los propietarios de Peugeot-504 recién patentados- debido a las modificaciones de parrilla, faros y paragolpes, etc. Es lógico, y hasta hubo quien nos dijo: "¡Qué mala suerte!... lo compré hace una semana y justo ahora sacan uno nuevo": Todos quieren estar en la última, y eso es circunstancial... la mayoría de las veces es cuestión de suerte.

Lo cierto es que el nuevo Peugeot-504 que cambió su sigla GR por SR, existe, está entre nosotros y tiene una nueva personalidad. Como la señora de cuarenta y tantos que acude a un cirujano plástico para aparentar treinta y ..., actitud válida, seductora, demostración de interés por seguir seduciendo.

¿Qué fue lo que modificaron?. Vamos por parte. El paragolpe es de otro diseño, más alto y con un "babero" delantero que otorga suficiente despeje que lo hace más moderno y "deportivo" (entre comillas, sobre todo en el caso del gasolero). Ídem con el paragolpe trasero que también es envolvente, de una sola pieza de plástico reforzado, y que acoge las luces de retroceso y el portapatente. Faros delanteros con luz de posición integrada en tanto las anaranjadas integradas al paragolpe delantero cumplen funciones de viraje y baliza de estacionamiento.

Se modificó el frente interior (ahora más alto) lo que redujo el alto de la parrilla, haciéndola más alargada. Panel trasero curvado y liso (sin portapatente). Aplicaciones laterales sobre el zócalo de nuevo diseño; y tapizados de techo que combinan con los tipo " tweed" de los asientos y contrapuertas.

Habría más detalles, pero esto vale para ser breves en lo que se refiere a elementos visualmente diferentes.

Para el resto es necesario entrar en la evaluación, rubro a rubro..

La Iglesia que sirve de fondo es la de la localidad de Las Granadillas, cerca de San Clemente, en Córdoba

Por medio de éstas páginas, siempre sostuvimos que el rubro más conflictivo en calificar, era éste. Porque aunque no estemos de acuerdo con ciertos aspectos del diseño, el público argentino lo ha adoptado y lo sigue aceptando. De ello se deduce que es eficiente, al menos para nuestro mercado que es el que nos interesa. En este caso no hay disidencias, aunque sí sorpresa por la larga vigencia del "504".

Es inevitable reconocer que el trabajo de "restyling" sobre el anterior "504" ha sido, una vez más, efectivo. Lo ha actualizado sin que perdiera su estilo innato y su personalidad. Debemos concordar, ante todo, que modificar un dibujo impecable que tuvo éxito en Europa por años no es tarea para diletantes o atrevidos, es tarea de profesionales en la materia.

En síntesis, a una línea armoniosa y aceptada se la ha "puesto al día" sin modificar en nada su espíritu.

Si lo comparamos con las tendencias actuales de "habitabilidad", aparecerán puntos oscuros típicos en los diseños de hace diecisiete años. Pero de ninguna manera se puede argumentar que el Peugeot-504 sacrifica espacio a sus ocupantes por sobredimensión del cofre de motor o baúl. Por el contrario, es un ejemplar vigente en este aspecto y aún competitivo.

Es cómodo para todos los ocupantes (4 ó 5) con lugar suficiente para piernas y el resto de la anatomía. Guantera grande, tapizados agradables, que ahora combinan con la tela del techo (corredizo manual) y bandeja central adecuada para cigarrillos (fijación del firmante), encendedor, billetera, documentos, chiclets, etc.

Si el conductor (caso de este tester) mide más de 1,80 metro, el asiento debe llevarse al anteúltimo punto de la corredera dejando lugar aceptable para que viaje una persona normal detrás suyo: (ver foto de señorita).

Por primera vez no criticaremos la altura de los asientos. El hecho de no haber testeado Peugeot-504 en los últimos tiempos nos lleva a dudar si este acertado cambio es una decisión reciente. Es ideal, no parece que se estuviese manejando un colectivo "60", por el contrario es de una comodidad cercana a la perfección, excepto la pedalera que está demasiado cercana. Los apoyabrazos están dispuestos a la altura indicada.

El volante tiene la inclinación que corresponde y la falta de regulación de altura no se nota. Eso sí, en lugar del emblema del "León Rampante" al lado del velocímetro, bien podría venir un cuentavueltas aunque se trate de un Diesel. Las teclas de los elevacristales eléctricos están mal ubicados, sin duda. Por algo el alojamiento original está previsto a ambos lados de la perilla del aire acondicionado detrás del selector de cambios. Ubicarlas en el panel central, lejos del alcance del conductor, no tienen mucho sentido.

Como todos los autos de origen francés, los comandos son de accionamiento complicado. Esto sucede con luces, limpiaparabrisas y luz de virajes (con bocina integrada). Al revés de la mayoría. Para terminar con las quejas, valga el de la aguja de nivel de combustible que a partir del medio tanque -ante frenadas bruscas o en procesos de aceleración- pone en funcionamiento la luz testigo de "reserva".
Prácticos los comandos de los espejos retrovisores por medio de dos diales concéntricos de distinto diámetro que regulan altura y ángulo.

Lo mismo el cenicero que sobresale unos 8 cm. de su cuna y colabora sensiblemente en el momento de tirar la ceniza o apagar el cigarrillo mientras se viaja a 140 km/h.

Hace unos años hubiese merecido otra consideración. Hoy, con los diseños que la industria nos supo entregar, la del '504" aparece como limitada por el parante trasero y la cintura más alta. De todas formas es más que aceptable para un diseño de fines de los años '60. Eficientes los espejos externos y los limpiaparabrisas aunque la superficie de barrido es mejorable.

Suficiente el despeje del piso. No ofrece problemas aunque el camino sea muy desparejo

Que los franceses tienden a complicar las cosas en materia automovilística no es novedad. No menos cierto es su talento para diseños elegantes y distinguidos. Los comandos de la calefacción - aireación siguen siendo los mismos que hace diecisiete años, pero hay algo que no se puede discutir... son efectivos. Poco estéticos, pero eficientes. De regulación adecuada. Con palancas y tomas de aire por allá abajo que merecen unos cuantos minutos de lectura del manual, pero de correcta dosificación después de "tomarle la mano".

El aire acondicionado impecable aunque haría falta una salida de flujo a la izquierda del conductor entre el tablero y la puerta para mejorar la ventilación. Todas éstas ubicadas del centro hacia la derecha.

El ya tradicional en el "504". Mullido, suave, copia todo en terrenos ciudadanos desparejos sin que se transmitan sensaciones desagradables a la dirección, estructura del auto o selector de cambios. Es un auto que se adapta sin grandes traumas a rutas de cualquier tipo. Uno de sus "argumentos" de venta más preciados.

Maniobrable en su momento, pero algo limitado con respecto a algunos otros ejemplares de la industria nacional de mayor envergadura. Sigue siendo uno de los "a tener en cuenta" en este rubro pero la falta de servodirección en el caso del SRD, hace que las maniobras de estacionamiento sean algo lentas y dificultosas al compararlas con otros vehículos que tampoco disponen de asistencia. Sin duda, el peso del motor Diesel (superior al del naftero) es el que desequilibra la balanza. Aceptable.

Tres cuartos perfil trasero, camino de ripio en las cercanías de La Cumbrecita, viniendo de Los Reartes, provincia de Córdoba

Sin sofisticaciones, diría la campaña publicitaria. Lo necesario. Levanta cristales eléctricos delanteros, aire acondicionado, radio (Philco) AM-FM y pasacasete con dos parlantes adelante, cinturones de seguridad inerciales anteriores y de cintura atrás, luneta térmica, reloj análogo; son los puntos más destacados. Equipamiento "base" para una versión de ese precio pero "full" para un Diesel que aquí y en Europa disponen -generalmente- de menos equipo que los nafteros.

Tipo Diesel (lo escribimos en mayúsculas en homenaje a su creador) Indenor XD-2, básicamente similar al que probé en septiembre del '79. De funcionamiento correcto, sin altibajos. Arranque instantáneo (máximo 7 segundos de espera). Sólo en "ralenti" muestra tendencias a ser ruidoso. Con un torque bajo (2.500 rpm) y potencia máxima a un régimen digno de un naftero (4.500 rpm), donde entrega 70 CV (DIN). No ofrece problemas aunque no es un baluarte a nivel potencia en relación a sus 2.300 cm3.

Es uno de los pocos autos de producción nacional que tanto en 4ta' velocidad como en 5ta ofrecen la misma performance con un régimen de revoluciones / minuto menor. Generalmente los autos de tipo mediano (nafteros) llegan a la " top-speed" en cuarta y los de mayor performance (100 HP en más) logran unos pocos km/h plus en sobremarcha . En este caso, las teorías se derrumban debido a las relaciones de caja y diferencial.

En cuarta (corridas opuestas de 144,173 km/h y 143,231 km/h) llegó a un valor real de 143,702 km/h. En sobremarcha (5ta) las matemáticas entregaron 149,026 km/h y 138,514 km/h por incidencia del viento. El promedio de ambas equivale a 143,770 km/h. Casi similar a la obtenida en 4ta velocidad.

Respecto a la aceleración los 19,54 segundos para 0-100 km/h, así como los 39,52 segundos en 0-1000 metros hablan de cierta lentitud de reacción que se manifiesta en la salida de abajo, con una "quedada" -típica en los gasoleros- una vez que comienzan a traccionar.

Coherente, en cambio, la elasticidad debido a su torque a bajas revoluciones. Empuja a partir de las 2.000 rpm sin problemas.

No presenta problemas. Para nuestro gusto sería indicado un selector de cambios más seguro, rígido, inequívoco. Pero como ya dijimos más de una vez, los clientes de Peugeot prefieren la docilidad de una palanca que no ofrezca ninguna resistencia.

El embrague es de accionamiento progresivo y de acople adecuado. La transmisión de potencia al piso no ofrece problemas serios en ningún terreno, excepción hecha de los caminos malos (ripio, serrucho, curvas guadalosas) donde se manifiesta ela tradicional tendencia al "zapateo" del tren trasero debido a su peso, lo que repercute en situaciones extremas a la hora de doblar.

Pese a la mayor carga del tren delantero al soportar el peso del motor Diesel, el comportamiento es muy bueno cuando se lo exige en el frenaje. Hay una traslación de carga al eje directriz pero ésta no se manifiesta en fatiga o vicios de tenida direccional. El pedal es firme y no pierde rigidez ante solicitaciones continuas.
Evidencia una absoluta confiabilidad en todo momento.

Ideal para el usuario de un Peugeot 504. Copia todo bien en ciudad o rutas desparejas. Transmite sensaciones de excelente confort de marcha. Fama que se ganó a través de los años y debido a la personalidad de sus compradores. El que compra Peugeot, pretende "serenidad", Y el 504-SRD no es una oveja negra en la familia.

En terrenos montañosos, con piso ripio, serruchos formados por las lluvias, la cosa cambia. Se manifiesta un tren trasero propenso al rebote.

Como dijimos mil veces: lograr el punto de equilibrio ideal no es fácil.

Si se toma como base la versión 1979 que se testeó en Corsa (N° 695 del día 26 de septiembre), las diferencias son notables. De ello se desprende que algo ha cambiado. De aquellos 12,1 litros cada 100 kilómetros recorridos, pasamos a casi 9 litros -tres menos- y ni siquiera llegamos a ese valor a 140 km/h constantes en ruta ya que se necesitan poco más de 11 litros.

A velocidades más domésticas las cifras son bajas (menos de 6 litros de gasoil a 80 km/h en quinta) y poco más de 7 litros a 100 km/h.

En ciudad, aquella unidad de 1979, consumió 8,3 litros por cada centenar de kilómetros en tanto ésta fue más austera: 8,1 litros.

Tendencia subvirante del 504 SRD en todo tipo de curvas y piso. Excelentes los frenos en todo sentido

La velocidad máxima de la unidad tiene estrecha y directa relación con la evaluación de la tenida direccional y en curva. Este es el caso. Aunque sensible a vientos laterales, frontales y a favor, el comportamiento es correcto. Su coeficiente aerodinámico -no muy estudiado en la época en que fue concebido- no lo ayuda demasiado y lo hace susceptible a los embates de Eolo.

En pavimento, buenos caminos de ripio o tierra, no ofrece problemas. Todo va de acuerdo con la velocidad a que se afronten.

Se manifiesta como "subvirante" en un principio pero hay que estar alerta al llamado de la dirección, de un momento para otro se transforma en sobrevirante. Una característica como para tener en cuenta por aquellos conductores expertos y/o veloces.

Las de posición han sido incorporadas a las unidades ópticas delanteras. Las traseras ya no alojan las de retroceso, que fueron ubicadas en el paragolpe y cumplen mejor con su función específica.

Las bajas y las altas son eficientes en relación con la velocidad que desarrolla el auto y permiten viajar sin problemas a 120-130 km/h en horario nocturno.

Las interiores son adecuadas. La iluminación del tablero (tinte rojizo) es agradable.

Cuatro puertas bien dispuestas en relación con la ubicación y altura de los asientos delanteros y traseros. No hay problemas para acceder a las plazas y tampoco a las partes mecánicas.

El capó abre "contra viento", lo que hace unos anos parecía una antigüedad, pero es la tendencia de la industria automotriz desarrollada al permitir mayor amplitud para trabajar en ciertas partes del motor.

Perfecto el comportamiento del auto en caminos de asfalto, especialmente a la hora de doblar y/o frenar

Comparado con aquel Peugeot 504 SED de 1979, éste parece un producto más desarrollado y competitivo. Todos aquellos detalles que merecían una crítica directa fueron mejorados.

Aquella vieja historia que las ventanillas de los "504" eran imposibles de subir a más de 120 km/h porque el cristal no encajaba en la coliza, pasó al olvido... aunque subsiste un problema: la estanqueidad del baúl. En caminos de tierra o ripio, no se manifiestan filtraciones en el habitáculo pero no sucede lo mismo en el sector trasero, donde las bondades del forzador de aire no llegan a evitarlas. Todos los detalles demuestran un mayor esmero.

Pese a haber sido diseñado sobre fines de la década del '60, donde todavía no se pensaba en la tendencia al baúl alto en detrimento de líneas posteriores más fluidas, el 504-SRD (como sus antecesores) brinda al comprador potencial un baúl amplio, de piso plano gracias a la rueda de auxilio ubicada en su jaula y a pasarruedas internos no demasiado obvios. Ideal en relación con la capacidad interior aunque el declive de la tapa de baúl hace que se pierda capacidad de carga.

Ya establecimos que el rubro más difícil de evaluar era el estético. El segundo, es este.. el del precio. Porque en la Argentina no se sabe exactamente qué es barato, caro o "está en precio". Partiendo de esa base, todo es relativo. Sabido es que los autos equipados con motores Diesel son más caros que los que utilizan propulsores nafteros.

Las terminales del mundo asumen que una unidad motriz del tipo Diesel es más costosa que una alimentada a nafta. Nuestro país no puede ser una excepción. La inversión es mayor y en base a esa premisa hay que evaluar esta unidad. Es más caro, pero usted es el encargado de hacer las cuentas y sacar sus conclusiones.

Ahorrará en consumo gracias al sistema de inyección de los Diesel. Ahorrará en australes por litro de combustible. Gozará de la tranquilidad de menor mantenimiento en la medida que utilice su "gasolero" corno indican las buenas costumbres.

Deberá sopesar esas virtudes con menor performance y respuesta del motor.
No hay consejo que valga. El que decide es usted.

Por Carlos F. Figueras
Fotos: Juano Fernández
Modelo. M. Claudia Bianch
Ropa Dufour

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CONCLUSIONES

Virtudes

• Acertado "restyling"
• Equipamiento para una versión "Diésel"
• Confort de marcha en ciudad
• Confiabilidad del motor
• Efectividad de los frenos
• Consumo
• Precisión del comando de espejos externos
• Exactitud del velocímetro

Defectos

• Falta de servodirección

• Ausencia de cuenta - revoluciones
• Valores de aceleración
• Tradicional "zapateo" del tren trasero
• Ubicación de tecla levanta-cristales
• Neta tendencia subvirante
• Filtraciones en el baúl

Puntaje final: 73.00
(Suma de los veinte rubros evaluados)

VELOCIDAD MÁXIMA 143.770 KM/H
(Promedio de dos corridas en sentidos opuestos en 5ta velocidad. En 4ta 143.702 Km/h)

Parte posterior completa de nuevo diseño con portapatente integrada al paragolpes y luces de retroceso a cada lado

DEL ´79 AL ´87

Pasaron ocho años pero aún la comparación es válida. El agregado de una caja de cinco marchas, un diferencial con otra relación (antes 9/34) apenas más corto que el actual, un motor que sufrió mejoras con el correr del tiempo en lo que se refiere a su confiabilidad, detalles estéticos y de confort, no hacen una gran diferencia como para que sean incomparables.

Por septiembre de 1979 (Corsa N° 695) me tocó probar el Peugeot 504 Diesel que por aquellos años respondía al nombre de SED. Porque no olvidemos que el 504 es el auto que más veces cambió sus identificaciones en sus modelos y versiones...

Aquella unidad, color borravino, necesitó 20,5 segundos para llegar de 0 a 100 km/h, ésta 19,54 segundos, un segundo menos para ser exactos. En cambio para los 0-1000 metros, la diferencia a favor de la versión 1987 es sólo de 4/10 de segundo y de 2/10 en contra para el "elasticity-test" (40-100 km/h).

La velocidad máxima en aquella ocasión fue de 141,176 km/h contra los 143,770 km/h de hoy, una diferencia mínima que se puede atribuir a distintos factores pero sin demasiado convencimiento. Todos sabemos que de un auto a otro -inexorablemente- hay diferencias. Una vez evaluada la unidad en cuestión, llegábamos junto a "Talicho" Fresco a las siguientes conclusiones:

Pro (así denominábamos a las virtudes)
• Serenidad de marcha
• Funcionamiento del motor
• Confort y equipamiento interior
• Velocidad máxima y aceleración
• Consumo en ciudad
• Tenida en ruta

Contras (así denominábamos a los defectos)
• Terminación
• Comando del limpiaparabrisas
• Consumo a más de 120 km/h
• Sincronizado de 2da velocidad
• Zapateo del tren trasero
• Precio

Sus aspectos positivos aún subsisten y hasta fueron mejorados. Los pocos defectos ya son tradicionales en el "504". Pero de aquél, a éste, la diferencia es notable en el momento de poner primera y echarse a andar...

C.F.F.

Primer plano del motor de 2.304 cm3, de funcionamiento correcto y suavidad de marcha

Vista completa del tablero y puesto de conducción

Las escobillas limpiaparabrisas se mostraron eficientes, incluso a alta velocidad aunque la superficie de barrido podría ser más amplia


Pulido diseño del tablero del SRD de fácil lectura y muy preciso

Primer plano del frente con paragolpe delantero de mayores dimensiones

El espacio en los asientos traseros es aceptable aunque el conductor necesite usar el tope de la corredera

El exacto velocímetro del SRD marcando la velocidad máxima obtenida

Vea también

Road Test del Peugeot 504 SED
Revista Parabrisas Nro 119. Abril de 1988

Road Test del Peugeot 504 SRX
Revista Parabrisas Nro 160. Noviembre de 1991