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Volkswagen
Gacel GS 1.8 - 1988
Corregido
y potenciado
Revista
Parabrisas Nro. 120 Mayo de 1988 |
Robusto,
franco, con eficientes sistemas de suspensiones, valores de aceleración
interesantes para un 1800 cm3 y velocidad no del todo brillante debido a
un Cx elevado, son aspectos destacables. Sin embargo, hereda algunos
puntos poco positivos como el habitáculo, la accesibilidad y
limitaciones en la visibilidad. Eficiente tenida en ruta y consumo
coherente hasta los 120 km/h completan esta síntesis de la evaluación
que ofrecemos a partir de aquí
Pocas veces el "restyling" de un modelo ha logrado tanto con tan poco. Este es el caso de la nueva línea Gacel '88 y en especial del GS 1.8 que nos ocupa.
Como primer medida este Gacel equipado con el propulsor del Carat, está mucho mejor "plantado" que sus antecesores. Probablemente se esté preguntando que significa "estar bien plantado". Paso a definirlo con la esperanza de ser comprendido.
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Es un conjunto de factores que juegan a favor o en contra. Hay autos que vistos de frente o de cola parecen "vagones de ferrocarril". ¿Por que?. Por disponer de una trocha bastante menor que el ancho total de la carrocería. A ello se suman gomas angostas y combas neutras o positivas.
Esto, generalmente
sucede con vehículos del segmento inferior y en modelos más o menos
básicos. Otro punto importante es la altura total del auto y si tiene
mayor o menor despeje atrás que adelante, lo que comúnmente se denomina
"cola parada". Por último queda el aspecto agresivo o no de la
trompa y de la carrocería en general. Si todos estos elementos conforman
un cóctel adecuado, nos encontramos ante un auto "bien
plantado", como el caso de este Volkswagen Gacel GS 1.8.
El Gacel superando un profundo vado camino a Candonga. No hubo problemas
Este
cambio de imagen con aspecto más sólido y fuerte, se logró en base a
modificaciones que podríamos llamar superfluas, pero bien concebidas y
buscando elementos de otros VW que se producen en Alemania. De ahí su
indiscutible parecido con los actuales VW Jetta de ese origen.
Paragolpes
de mayor superficie y nuevo diseño, un capó con nervaduras que mueren a
la altura de los faros en forma de V suave, la ausencia de los
"antiguos" ventiletes que ya casi nadie usa en la industria
automotriz mundial, el rodado 175-13 montados sobre llantas desplazadas,
la parrilla actualizada, los faros delanteros con luces de posición
envolventes, el panel de cola, el becket y las molduras laterales,
lograron que el resultado final sea mucho más agradable que el anterior.
A
esta renovación externa que rejuveneció a los Gacel, se suma esta
versión con motor de 1.800 cm3y 96 CV (DIN) a 5.500 rpm de probada
elasticidad y buenos rendimientos. Un incremento de la potencia que le
hacía falta al Gacel para competir con otros vehículos de su segmento.
De
esa forma, lograron un automóvil con ciertas tendencias deportivas que lo
hacen mucho más interesante de manejar y que sólo encuentra en su Cx
(0.42) una barrera infranqueable para desarrollar velocidades finales
del orden de los 175 Km/h. Y es allí donde los esfuerzos de los
ingenieros y técnicos son infructuosos. Porque la única forma de superar
esa limitación -sin modificaciones estructurales- es en base a mayor
potencia y esa solución, atenta contra el funcionamiento correcto y
adecuado en un automóvil destinado al uso doméstico y urbano.
Existen
-nos informaban en Ingeniería de Volkswagen- estudios sobre levas que
incrementarían en unos 7 - 8 CV la potencia original, pero aparecen
algunos vicios en el "ralenti" o a bajas vueltas que obligan a
una más continua solicitación del embrague con el consiguiente desgaste
e incomodidades en la conducción.
Por
consiguiente el trabajo se limitó a obtener buenas prestaciones de
aceleración tanto a partir de las 2.000 vueltas en cualquier cambio
(incluso la V) como en pruebas con partida detenida de 0 a 100 Km/h o 0 a
1000 metros donde el cuentavueltas trepa con mucho brío si así se lo
requiere.
Sin
embargo, y pese a los sanos intentos de la gente de VW, los dos
inconvenientes más serios del Gacel no han podido ni podrán ser
superados: la habitabilidad (espacio interior) y la accesibilidad. Dos
características congénitas que se manifiestan mucho más en estas
épocas donde la industria automotriz mundial primero piensa en los
pasajeros y el confort interior para luego dilucidar donde y cómo se
pondrá el motor.
Se
lo llama Voyage en Brasil donde se ofrece como dos puertas (quizá más
lógico y hasta estéticamente más logrado) ya que la tradición automovilística
rechaza los modelos de cuatro puertas. Sin embargo, se produce en la
planta de VW en San Pablo, una versión similar a nuestro Gacel denominado
Fox y que se exporta con bastante éxito a Estados Unidos.
De
todas maneras, con diferencias de nombre, el VW Gacel autóctono, lleva
sobre sus espaldas la pesada carga de ser un vehículo diseñado en otra
época, mezcla de varios VW de origen alemán y adaptado a los países que
lo producen y comercializan.
Como
final de este prólogo, durante la evaluación del Gacel GS 1.8 dos
aspectos quedaron claramente establecidos en su favor: la robustez
estructural y la fortaleza de sus suspensiones ... que nos hace pensar que
estamos en presencia de uno de los autos más sólidos (¿o el más?), que
hemos evaluado hasta el momento.
Pese
a las mejoras enunciadas más arriba, el VW Gacel no puede ocultar algunos
defectos básicos de su aspecto externo, como ser el capó excesivamente largo (el motor está ubicado longitudinalmente), la cintura alta y el
techo bajo respecto a ella, rematando con un baúl corto que
completa el tercer volumen. El parabrisas casi plano al igual
que la luneta y los parantes gruesos.
De todas
maneras, consideramos que
la versión '88 del Gacel ha ganado medio punto en la
calificación respecto a lo que hubiesen merecido sus
predecesores gracias a los elementos con que se lo dotó,
entre los que resaltan los paragolpes, la
falta de ventiletes que "limpia" el diseño en
perfil puro y las llantas de aleación, que condicen
con el resto del auto dándole un toque apenas deportivo pero
muy personal.
Fue mejorado
respecto a los anteriores, "ahuecando" los respaldos traseros
para ganar espacio respecto a los delanteros y la diferencia
se nota levemente. Los problemas originados por el diseño
original no se pueden solucionar de un "plumazo".
Subsisten
y no hay posibilidades de superarlos. Aunque se
lo clasifique -por norma- como un auto de cinco pasajeros, sólo cuatro
pueden viajar con
comodidad. Ese es sin duda uno de los puntos más delicados
del Gacel y la razón, por la que en su momento, fuera criticado
por los presuntos compradores.
Pasó a la
historia el problema de la altura de los asientos ya que
fueron bajados tanto los traseros como los delanteros.
Mejor
que antes, pero solo aceptable.
3 -
Puesto de comando e instrumental
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3.5
|
De aquellos instrumentos pequeños
(sobre todo el cuentavueltas) apenas individualizables, se
pasó al panel del VW Carat que es mucho más adecuado, de fácil
lectura y modernos, aunque sus caracteres
(números y símbolos) podrían ser mas grandes.
La
temperatura de agua dispone de aguja y luz testigo y una serie
de pequeñas pero muy visibles luces, ubicadas ordenadamente
entre ambas esferas (velocímetro y cuentavueltas) informan al
conductor de todo lo que pueda acontecer a nivel del propulsor
y sus accesorios.
La unidad evaluada en una embarrada recta cerca de La Cumbrecita
Carece de indicador de nivel de aceite,
de liquido de limpiaparabrisas y nivel de deposito de agua,
por lo que podríamos considerar que en este aspecto la información es básica pero confiable.
Haría falta
-como en otros autos- un testigo de luz de posición y/o bajas
prendidas. Nos sucedió (al entrar a garajes oscuros con
distintos niveles y luego salir a la luz del día), dejar
estacionado el Gacel con las luces de posición prendidas.
Respecto a la posición
de manejo y los comandos no hay quejas de importancia.
Nos hubiese colmado de placer disponer de regulación de altura o inclinación del asiento (basculante) ya que las butacas delanteras son anatómicamente perfectas u de sobrio tapizado símil pana. Sujetan el cuerpo en curvas sin dejar que se deslice lateralmente. Un poco más de ángulo en el asiento, para que apoyen bien los muslos, no seria mucho pedir.
De todas formas, es la mejor butaca que equipa automóviles de industria nacional. Eso si, se aconseja manejar en camisa y quitarse el saco para evitar arrugas indeseables debido a que el cuerpo va prácticamente embutido en el asiento.
El volante (que utilizaba el Carat) es de tamaño ideal considerando la falta de la servoasistencia y colabora en las maniobras de estacionamiento además de tener el "grip" justo. Ídem la pedalera y el selector de cambios junto a comando de luces, limpiaparabrisas y viraje.
La radio esta abajo, siendo mejor su ubicación en el Carat. El cenicero está adelante del selector de cambios en sitio poco accesible. Las dos gavetas para guardar distintos elementos, son útiles al igual que los portamapas.
La cintura
alta limita la visibilidad en cualquier vehículo y el Gacel
no es la excepción a esta regla. Se suman parantes delanteros
excesivamente gruesos que obstaculizan la visión en el punto
justo cuando -por ejemplo- se dobla en una esquina.
Hacia atrás no mejora y las maniobras de
estacionamiento se hacen algo dificultosas para conductores
"novatos".
Los
espejos externos son eficaces pero el comando manual interno funciona a la
inversa por lo que obliga a cierta adaptación. Es decir, para arrimar el
espejo al perfil del auto tendrá que accionar la manecilla hacia afuera y
viceversa. Las escobillas de los limpiaparabrisas deberían ser reemplazadas por otras mas
eficaces a alta velocidad.
Para
los
conductores de baja estatura -como es el caso del Carat, pero
menos evidente- la visibilidad hacia adelante puede sufrir algún tipo de
limitación, no así para los de 1.70 m en más.
5
- Aireación - Calefacción
|
3.5
|
Como
sucede en muchos autos de la industria nacional, la canalización del
aire (sea ventilación, aire acondicionado o calefacción) no siempre fluye por las salidas seleccionadas por medio de
los comandos respectivos, que en este caso, son de tipo neumático.
Sobre todo, lo notamos en las salidas laterales, especialmente del lado
del conductor.
La
tonalidad de los vidrios no es suficiente y hace que el aire
acondicionado trabaje a destajo.
La calefacción no mostró
inconvenientes y su graduación es eficaz.
Para
algunos puede ser algo rígido. Para nosotros es el término
medio ideal. Copia a la perfección cualquier tipo de irregularidad
en cualquier tipo de piso. Con franqueza,
sin quejas ni crujidos. No transmite vibraciones al volante
gracias a que las suspensiones están montadas sobre un chasis auxiliar.
Tanto en ciudad como en ruta se mostró sumamente confortable se se respeta
la presión adecuada de los neumáticos, en nuestro caso, Firestone S-211.
No
cabe duda que el rodado 175 x 13" de perfil alto, ayudan a que la
sensación de marcha sea placentera obteniendo un resultado final
equilibrado y con una correcta insonorización del habitáculo.
No
deportiva ni demasiado mullida. El punto justo.
Perfil
pleno del Gacel GS 1.8 donde se aprecian las mejoras externas, en gran
parte, debido a los nuevos paragolpes de mayor sección
7 -
Maniobrabilidad - Dirección
|
4
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No
dispone de dirección servoasistida, pero como en otros casos ya
mencionados, tampoco hace falta. Obviamente las maniobras de
estacionamiento serían más fáciles -sobre todo para las
mujeres que se quejan de este rubro- pero de ninguna manera son
complicadas. Ayuda el diámetro de
volante tirando a grande y no se muestra ineficiente en trazados
de montaña plagados de retomes y curvas lentas a izquierda y
derecha. La inclinación del mismo es ideal (casi vertical).
Interesante el sistema de amortiguador de dirección que la hace
más precisa.
Para salir de lugares reducidos, su maniobrabilidad
es buena, aunque considerando el tamaño del Gacel, esperábamos
algo mejor. Es importante acostumbrarse a que las ruedas
directrices se ubican bastante más atrás de la línea frontal del paragolpes.
Dirección
con juego mínimo, de respuesta inmediata y buena aislación con
respecto al grupo de suspensión.
8 -
Equipamiento y Accesorios
|
3.5
|
No
dispone de panel de chequeo, ni levanta vidrios eléctrico, ni
luces traseras de cortesía, ni luces antinieblas, ni lavafaros.
Es un auto de equipamiento básico con aire acondicionado y buen
equipo de radio - pasacassettes con cuatro parlantes. La antena
eléctrica no mostró eficiencia en su tarea.
Los
tapizados son de agradable textura y colores que combinan coherentemente
con los exteriores.
Su mayor
virtud en el uso rutero y urbano es la elasticidad. Un rubro
ya exaltado en oportunidad del road test del Carat pero que en
este caso, debido al menor peso del Gacel (unos 110 Kg) se manifiesta
aún con mayor fuerza. Basta para ello ver la cifra (15.08
segundos) para llevar de 40 a 100 Km/h en cuarta velocidad
(0.97 o sea más larga que una directa).
Pero lo que más sorprende es que además de una amplia gama de
utilización (torque máximo a 2.700 rpm), tiene briosa respuesta para quien lo quiera
explotar deportivamente. Sin complejos tira 7.000 rpm en
segunda marcha (aunque no hace
falta hacerlo ya que es suficiente con 5.500 ó 6.000) y sigue empujando en
todos los cambios
siguientes. Todo esto sin transmitir vibraciones y con la
posibilidad de circular a 60 Km/h en quinta si así se desea,
con reacción inmediata si a 2.000 rpm se pisa el acelerador.
Por el lado
de las contras; es algo lento en tomar la temperatura adecuada
de funcionamiento y para arranque en frío es necesario dejar
conectado el dos o tres minutos como mínimo. Luego, dejarlo a
mitad de recorrido en los primeros centenares de metros y
recién entonces se podrá circular sin problemas de tironeos.
Ya
hablamos de su poco adecuado Cx = 0.42 frente
a versiones nacionales que oscilan entre 0.33
y 0.37. Esto imposibilita que en quinta marcha, a fondo, logre mejores registros que los 166.3 km/h obtenidos por medio del Correvit - L. Que es suficiente para el automovilista medio no lo dudamos, pero ante la comparación con otros vehículos debemos establecer que no es una de sus virtudes.
Los procesos de aceleración son los que llaman la atención. Es allí donde se siente cómodo y demuestra la agilidad que le otorgan sus 96 CV (DIN) a partir de sus 960 Kg de peso con una relación de 10 Kg por CV.
Estos indicativos valores de aceleración se deben no solo a las virtudes del motor, sino a una excelente tracción del tren delantero al momento de aplicar la potencia al piso produciendo un mínimo patinamiento.
11.12 segundos para llegar a los 100 km/h es una cifra interesante si se la compara con autos de mayor cilindrada y los 33.36 segundos para cubrir el kilómetro con partida detenida, lo certifican.
Junto
al motor, forman un conjunto para tener en
cuenta. Empecemos por el comando de caja. Un selector
muy anatómico al hueco de la mano, realizado
en material antideslizante y de tamaño justo.
El recorrido de los cambios es eficiente, corto,
preciso y seguro. No hay posibilidad de error
entre tercera
y quinta. Solo la marcha atrás se mostró esquiva en algunas circunstancias. El embrague colabora con el sistema con
un acoplamiento suave, casi imperceptible, y soporta cualquier tipo de
exigencias.
Las relaciones de caja son ideales y
aprovechan la ventaja de un motor sumamente elástico.
La quinta empuja como una cuarta gracias a un puente corto (4.11:1) y pese
a que el engranaje de la teórica sobremarcha es 0.80:1. De ahí que la
velocidad tope se logre en quinta mientras que en cuarta (0.97:1) solo
llega a 152 Km/h a 6.300 rpm. La marcha superior hace que gane 14 Km/h a
un régimen de rotación de 5.400 vueltas / minuto.
Uno
de los puntos destacables, ya ponderado en el caso del VW Carat.
Mucho
mas eficientes que los del VW Gacel 1.600 cm3, que el que
suscribe manejó ocasionalmente. Se detiene en
distancias cortas, no se fatigan, no pierde pedal (al cabo de
8.000 Km no hubo indicios) y no demostró excesivos cabeceos por desplazamiento de peso hacia el tren
delantero.
Tampoco
notamos que perdiera la línea recta ante frenadas imprevistas y donde se
sobrexigía al sistema.
Esta íntimamente ligado con el confort de marcha. El conjunto delantero (Mc Pherson) está montado por medio de bujes
elásticos a un bastidor auxiliar que lo aísla de la
carrocería. El eje delantero, además, tiene comba negativa (ruedas abiertas)
lo que le confiere una mejor tenida direccional y en curva. La suspensión trasera (semi
- independiente), que supo tener problemas con el golpeteo de amortiguadores, fue modificada y dispone de separadores y
almohadillas de fijación de mayor flexibilidad.
Robusta y
confiable en todo terreno. Incluso ante exigencias fuera de lo
normal, se pudo comprobar su franqueza de comportamiento en piso irregular
de ripio con lomos de burro o badenes. En ningún caso pierde la línea de
marcha y su despeje evita que toquen elementos como cárter o conjunto de
caño de escape.
Hasta los 120 km/h (velocidad a la
que comienza a tener vital importancia el coeficiente
aerodinámico) el GS 1.8 se muestra económico.
A 140 km/h ya esta en el orden de los 11 litros cada
100 kilómetros y a 160 km/h en 13 litros. Estos dos últimos
valores son aceptables pero no brillantes. En ciudad,
considerando que hablamos de un 1.800, los 10.39
litros para el centenar de kilómetros no está mal.
Levemente
por debajo del Carat.
Aunque la tracción es delantera,
carece de los vicios que ese sistema habitualmente manifiesta.
Se podría decir que su comportamiento en curvas de media y alta velocidad es casi
neutro, notándose solo en las muy lentas su tendencia a
subvirar.
Impecable la tenida direccional, incluso en
caminos de asfalto desparejo gracias al buen trabajo que
cumplen las suspensiones. Andar a los saltos por las
sierras cordobesas no ofrece peligros de ningún tipo. Cae
derecho aunque una rueda toque antes que otra y absorbe las
imperfecciones con absoluta naturalidad sin quejidos
provenientes de elementos de suspensión o estructurales.
Otros de los aspectos salientes
del nuevo Gacel, que fue reforzado en diversos sectores
respecto a sus predecesores, quienes ya presumían de su
robustez, al decir de los usuarios.
A esta
altura, todos o casi todos los autos de la industria nacional
deberían estar equipados con -por lo menos- luces traseras
antiniebla. Sin embargo, muchos se resisten a incorporarlas.
El VW Gacel es uno de ellos, así como la línea Sierra.
Los faros
delanteros son efectivos en ambas posiciones (bajas y altas). Su poder lumínico
no ofrece grandes problemas pero tampoco es un rubro
destacado. Se puede mejorar.
Nuevamente la espada de Damocles
pende sobre el Gacel en este ítem. Acceder
a los asientos delanteros no es demasiado complicado,
aunque las nuevas butacas (mas bajas y con borde de
sujeción) hacen que la
tarea se dificulte en contraposición a una mayor
comodidad para el conductor una vez ubicado en ella. Lo mismo
sucede -obviamente- del lado del acompañante.
En
el sector derecho hay suficiente espacio para las piernas como para que su
ocupante desplace el asiento por la corredera hacia adelante y de esa
forma darle más espacio a los pasajeros de atrás.
Subir
al Gacel por las puertas posteriores es bastante
dificultoso. Primero porque la puerta no es de grandes
dimensiones. Segundo porque la curva a que obliga el
pasarruedas achica considerablemente el acceso de las piernas.
Tercero, al ser los asientos mas bajos, una vez que se
ingresó al interior hay que dejar caer el cuerpo hasta
tomar contacto
con él. Antes la situación era más comprometida porque
los de altura superior a 1.75 m (más o menos), rozaban la cabeza contra
el techo.
En
cambio llegar a las partes mecánicas no requiere
contorsiones ni herramientas especiales. Todo lo que se
pueda "toquetear" esta a mano y los mecánicos no
encuentran razones para quejarse. Y si ellos no se quejan
...
18
- Terminación y estanqueidad
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En
general es buena pero con algunos puntos a optimizar como el
caso de ciertos plásticos interiores (salidas de aire, por
ejemplo). Los burletes mostraron eficiencias ante lluvias
torrenciales pero dejaron huellas de no ser tan herméticos con
el polvo de los caminos bonaerenses, aunque ello se neutraliza
conectando el forzador de la ventilación en posición 3 ó 4. La alfombra del baúl
tiende a desacomodarse y en él no se encontraron vestigios de
polvo.
Su capacidad (460 dm3) puede
llamar a equívocos. En apariencia, si nos remitimos al cubicaje
podríamos sospechar que estamos en presencia de un baúl de interesantes
dimensiones. Pero cuando al abrir la tapa nos encontramos con
la rueda de auxilio sobre el lado izquierdo ocupando e
inutilizando una gran superficie la cosa cambia.
La única manera de solucionar este problema es colocar la rueda
de auxilio en el
vano motor o bajo el piso en una jaula exterior.
Igualmente, su capacidad no es tan
criticable.
Si se lo compara, lista de precios
al público en mano o se lo compara con el de precio del
contado real de unidades "cero kilómetro", el Gacel
GS 1.8 no queda mal parado. Se podrá utilizar como argumento
la falta de equipamiento pero también tiene interesantes
virtudes a su favor, que pueden tener peso tras algunas
decenas de miles de kilómetros recorridos.
Como siempre, el balance final
queda en sus manos.
Por Carlos Figueras
Fotos "Juano" Fernández
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