Pruebas de autos argentinos

Fiat Regatta SC Tipo 1.6 - 1992 La medida justa Revista Parabrisas Nro 164. Marzo de 1992

Cerca de su ocaso, el Fiat Regatta gana con el motor Tipo 1.6, más moderno y económico

La renovación también le llegó al Regatta, dentro del plan optimización que encara Sevel, dotándolo del motor 1.6, el mismo que equipa a los Uno y Duna de mayor cilindrada. Quedó fuera de línea el veterano motor 1.5. También se modificó su suspensión delantera, que actualmente es más robusta y confiable para la maniobrabilidad del auto en ruta y el anclaje del sistema de escape que anteriormente resultaba muy frágil.

Interiormente cuenta con levantacristales eléctricos, aire acondicionado, luneta desempañante, columna de dirección regulable en altura, radio AM/FM con pasacasette y dos parlantes, cuentavueltas y reloj analógico en el tablero.

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O sea que dispone de varios elementos de confort, pero también tiene algunos faltantes considerables como, por ejemplo, espejos exteriores con control eléctrico y dirección asistida.

La sensación general de este Regatta SC es que es un auto superado pero con un motor actualizado para el mercado argentino, produciéndose un divorcio entre su mecánica y su estilo. Lo que demuestra que el cambio de motor se decidió para modernizar la línea de producción y tratar de revitalizar un modelo que está muy comprimido en el segmento de los medianos donde le toca competir.

Muy cerca en precio están los Fiat Duna y Uno y por vigencia, el Regatta es el producto que seguramente desaparecerá durante este año, luego que las terminales acuerden con el gobierno qué modelos continuarán fabricando.

En ruta mejoró su andar por el diseño de la nueva suspensión delantera, haciéndolo más estable y seguro

Dentro de su segmento, y a partir de su lanzamiento en 1985, el Regatta tuvo porcentajes de ventas decorosos en su tres primeros años. En 1985 llegó al 14.9% y en los años subsiguientes alcanzó el 22.7 y 18.9. Pero luego bajó su penetración hasta el 12% aproximadamente, en 1991. Sin embargo, esta nueva motorización significa un esfuerzo para que continúe vigente.

Es fundamental un auto con buen brío, ágil para moverse en el tránsito, de buen consumo y con buenos frenos. Ideal para transportar a cuatro o cinco pasajeros, con un cómodo espacio interior y el baúl de mayor capacidad entre todos los medianos. Pero no es un producto que brinde confort y elegancia. Porque al tener un diseño muy superado, interiormente se notan sus limitaciones.

El tablero no es de lectura fácil, tampoco el accionamiento de la luz de giro, que está muy pegado al contacto de luces corta y larga y al volante. Los asientos son muy altos en relación a la altura del habitáculo, tan altos que sólo le quedan cómodos a aquellas personas de baja estatura, que igualmente deben recurrir a bajar la columna de dirección hasta el tope. En esa posición, demasiado alta igual, los apoyabrazos de los paneles de puertas quedan muy bajos.

No dispone de bolsillos en los respaldos delanteros y los paneles de puertas son excesivamente voluminosos, quitándole espacio. La accesibilidad es buena adelante, algo complicada atrás por los pasaruedas y difícil en el motor para meter mano. La climatización es buena y los comandos de caja precisos pero algo largos.

El tablero no sufrió cambios, continuando con su dificultad para visualizar las luces testigos en caso de levantar la columna de dirección

Otro faltante importante es la dirección asistida. Si bien no es pesada parecería que nuestras terminales piensan bastante poco en el comprador femenino, porque el Regatta no la tiene ni como opcional y es un sistema ideal para estacionar y para alcanzar un manejo más descansado.

En la ruta su comportamiento mejoró bastante con las modificaciones en la suspensión delantera. El auto es más franco, más noble, con mejor tenida en lo direccional. Ya no hace falta manejarlo celosamente con ambas manos, sin descuidar detalle. Ahora es un auto que no copia tanto las imperfecciones del camino. Por eso ganó en confort de marcha y en facilidad para llevarlo. Esta diferencia también se percibe al doblar, tanto en los virajes rápidos como en los lentos. Principalmente en los más veloces, donde, a pesar de mantener su tendencia subvirante, ahora se lo puede llevar mejor, más seguro, porque está mejor apoyado en sus cuatro ruedas.

Actualizando su mecánica ganó en economía, pero muestra un divorcio con su diseño ya superado

A diferencia de las anteriores versiones, calza cubiertas de mayor medida (175/70/13), básicamente para mejorar el consumo y en segundo término para bajar las vueltas del motor. Este cambio también se siente en la caja, donde ya los cambios no tiran como antes, debiéndose recurrir, en algunos casos, a bajar una marcha. Esto significa simplemente una modificación en la costumbre de manejo de cada uno, que no ocasiona inconveniente alguno.

En ciudad el Regatta también ganó en confort de marcha porque la nueva suspensión delantera eliminó considerablemente la transmisión al volante y al habitáculo de esas molestas vibraciones que ocasionan las calles en mal estado. Sin ser otro auto, mejoró su andar en todo sentido. En esto también tiene que ver el control de calidad por el que debe atravesar cualquier producto.

Porque este Regatta SC no acusó ruidos molestos, piezas flojas ni detalles para cuestionar. Se siente un crujido en algunos plásticos del interior pero debido a la calidad de las autopartes. En general goza de una terminación y no tiene filtraciones en habitáculo o baúl. Indudablemente este es un ítem que mejoró mucho la calidad total del vehículo y que apunta a tratar de posicionarlo mejor en el mercado.

En definitiva, el SC no es otro Regatta, pero sí una versión muy mejorada con respecto a las anteriores. El modelo superó ahora las grandes dudas que existían sobre su robustez, a causa de un tren delantero muy mejorable. A esto se le agregó el motor 1.6 y neumáticos más grandes para optimizar el confort. Interiormente viene de serie con aire acondicionado y levantacristales eléctricos. Y a un precio competitivo y razonable con respecto a nuestro mercado. De manera que es una opción más para aquellos usuarios que cuentan con 15.000 dólares para acceder a un cero kilómetro.

Por: Jorge Fernández Morano
Fotos: Juano Fernández

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CONCLUSIONES

Positivo

• Motorización

• Baúl
• Precio

Negativo

• Línea superada

• Falta de equipamiento
• Altura de asientos delanteros

VELOCIDAD MÁXIMA 168.000 KM/H

LA NUEVA SUSPENSIÓN TRASERA MEJORÓ EL CONFORT DE MARCHA Y LA ESTABILIDAD

COMO LOS DEMÁS, REVELA AHORA MAYOR PREOCUPACIÓN POR EL CONTROL DE CALIDAD

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