Pruebas de autos argentinos

Prueba Nro 841 Chevrolet Agile LTZ - 2009   En vías de crecimiento   Revista Auto Test Nro 230. Diciembre de 2009 Publicado en Test del Ayer en Noviembre de 2022

GMA hace en Rosario este nuevo compacto con amplio espacio interior, buen nivel de confort y versatilidad para el uso familiar. Es el primer modelo de una familia que expandirá la penetración de la marca en la región. Probamos la versión full que cuesta 62.000 pesos y ofrece el único motor disponible en la gama

Ya pasaron la euforia y el misterio. El nuevo producto de GM desarrollado en la región se presentó pomposamente, comenzó a salir sin pausa de las líneas de Rosario, ya está en todos los concesionarios y hasta se pueden ver unos cuantos por la calle.

Luego del contacto previo que realizamos en 9 de Julio, salteamos una edición y hoy nos subimos al Agile para conducirlo por diferentes lugares y caminos. Dos semanas con casi 2.000 kilómetros recorridos han sido útiles para evaluarlo a fondo, para poner la lupa hasta en los más pequeños detalles. 

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No es lo mismo ver un auto sólo en fotos o girando en un circuito que en la calle, donde todo toma su justa dimensión. El diseño frontal del Agile es al menos controvertido. Y no es una apreciación de un "tester" empachado de autos, sino de diversos individuos consultados en estaciones de servicio, garajes y en la calle misma. Pero en general su imagen es aceptada, se lo ve moderno y simpático, especialmente en el color amarillo Carman de nuestra unidad de prueba, que seguramente quedará asociado a un momento, al lanzamiento del producto, como suele suceder con estas efímeras tonalidades.

Panel de a bordo del Agile, con plásticos duros pero agradables a la vista

Ya lo dijimos en oportunidad del contacto previo: este nuevo Chevrolet parte de la plataforma del Corsa, pero con numerosos cambios y un -estiramiento- que lo lleva a los cuatro metros. Gana además una importante distancia entre ejes: con 2,54 metros, se nota a simple vista que las ruedas están próximas a los extremos del auto, dejando libre un generoso volumen para el habitáculo, que es de los más amplios del segmento junto al del Sandero y al del Fox. Esta es una de sus virtudes, y al igual que el último, adhiere a la corriente del "high roof" o, dicho en criollo, el techo alto. En términos prácticos, este recurso no suma espacio sino una saludable sensación de amplitud, pero en detrimento del coeficiente aerodinámico, que el Agile se llevó a marzo con un Cx de 0,37 cuando en la actualidad lo correcto se ubica unos cinco puntos por debajo. El despeje, exagerado desde mi punto de vista, lo hace más que apto para la vialidad lunar de nuestro país, pero es otro inconveniente a la hora de surcar el viento.

Nótese la inclinación del chasis al doblar de manera exigente

Estructura sólida

Sinceramente, me cansa un poco hablar del diseño desde el juicio estético. Que cada cual se haga cargo de sus gustos. Sí me parece más interesante analizarlo desde lo funcional. Hemos dicho que el Agile tiene un correcto aprovechamiento de sus cotas tanto en el habitáculo como en el baúl, que es profundo y ofrece 327 litros, nada mal para su tamaño. Lo destacable es que -como a casi todos los Chevrolet- se lo nota muy robusto estructuralmente.

Abusando de su generoso despeje lo hemos sometido a algunas exigencias por caminos de tierra, donde sorprende la ausencia de ruidos tanto en el tren delantero como en la estructura, ya sea a nivel de puertas, portón o ensamble de piezas del interior. Celebro que no se haya innovado con las manijas externas: son tipo tirador, firmes y de buen tacto. Además, el sonido al cerrar las puertas es agradable y no transmite debilidad como en otros modelos. Mala nota en cambio para el portón, rebelde, que muchas veces queda mal cerrado y encima no tiene apertura interna o remota (ver Brevísimas).

APARIENCIAS: Uno de los rasgos más distintivos del diseño del Agile es el "ojo egipcio", esa prolongación de acrílico negro que une el conjunto de las puertas con la luneta trasera. No es un accesorio opcional ni propio de la versión especifica, es parte del diseño. Nos tomamos la licencia de quitarlo con Photoshop para ver que tal luce sin él. En este caso le quedarían mejor unas puertas traseras con una caída menos pronunciada, pero en caso de desarrollar un sedán, éstas son las que mejor se adaptarían

La calidad de los materiales del habitáculo en general es correcta para el estándar Mercosur, habitualmente inferior al europeo, japonés, coreano, etc. Sólo algunas piezas, como el tapizado del techo, que se desmadra del parabrisas, merecerían un poco más de atención. Los plásticos duros de la plancha y las contrapuertas tienen una vista agradable, sin brillos, y la combinación con sutiles apliques símil metal le sienta bien.

También es amena la iluminación turquesa de todos los comandos, especialmente del vistoso climatizador de accionamiento manual (mediante rueditas de buen tacto, similar a la que conmuta las luces) pero con indicaciones digitales. La tonalidad se repite en el tablero de instrumentos, su pieza -guste o no- más original. Es cierto que el cuentavueltas está un poco comprimido y que el indicador de temperatura es digital, pero en líneas generales las indicaciones son claras y se complementa en todas las versiones con un útil ordenador de a bordo.

Como era de esperar, la butaca es alta y no del todo generosa, pero ofrece comodidad para una fisonomía promedio. Los más lungos agradecerán el techo alto, pero notarán que al retrasarse el volante les queda un poco lejos y no podrán "traerlo", ya que sólo se regula en altura.

Bien por la visibilidad, con parantes que no molestan, espejos grandes y una luneta que si bien es pequeña, no es obstruida por los apoyacabezas, que "copian" el lomo del respaldo en la posición más baja.

La insonorización es correcta tanto respecto del motor como del viento. Está en los parámetros normales. Si tuviese "guardaplast" aislantes quizá sería más eficiente filtrando el rodamiento, sobre todo cuando llueve y la arenilla impacta en la chapa de los pasarruedas.

Vida familiar

Los diseñadores aseguran haber concebido el Agile de adentro hacia afuera. Parece que sí a juzgar por el amplio espacio interior, que se hace evidente en las plazas traseras, cómodas incluso para adultos de talla completa. Con anchura un poco justa, valen como críticas un asiento algo duro y una plaza central no del todo amigable.

Práctico, amplio y versátil, el Agile propone rebatir además de los respaldos traseros el del acompañante, para poder transportar objetos largos.

Al no tener un parabrisas demasiado lanzado, la plancha está retirada hacia adelante. Es decir, no hay un enorme mostrador como en algunos modelos. Por eso el sector delantero también ofrece una agradable sensación de espaciosidad.

En cuanto al equipamiento, como dijimos, todos tienen aire y dirección además de tres detalles especiales: ordenador de a bordo, control de crucero y encendido automático de luces. Eso coloca a la versión básica en un buen punto de partida. Pero esta versión full LTZ, que agrega unos cuantos accesorios de confort y seguridad justificando sus 10.000 pesos plus, tiene algunos faltantes respecto de los más equipados, como climatizador automático, airbags laterales, sensor de lluvia o techo corredizo. De todas formas cuenta con los dispositivos más importantes en una dotación acorde a su precio [62.000 pesos).

Al poder rebatir también el respaldo del acompañante, se pueden cargar objetos muy largos sin inconvenientes

Animal urbano

Para quienes a veces nos movemos con vehículos grandes y bajos, andar por la ciudad con el Agile es una tranquilidad. Además de maniobrable en el tránsito denso, no le teme a cunetas o lomos de burro: nunca toca abajo. Además, el confort de marcha es adecuado, con suspensiones mullidas y neumáticos de perfil normal, aunque no tan alto como en las versiones con llanta de 14 pulgadas.

En ruta el vicio de comportamiento más marcado es la sensibilidad a los vientos laterales, producto de una carrocería muy alta. Al igual que el Corsa, no es de los más firmes ni de los más rápidos de respuesta ante un llamado del volante. Las inclinaciones son evidentes, y además de levantar la rueda trasera en alguna curva lenta muy exigente puede colgar la delantera, superando el recorrido de la parrilla de suspensión. De todas formas, no transmite reacciones extrañas y la extensa distancia entre ejes le aporta estabilidad.

En términos dinámicos, lo peor del Agite son los frenos. Con poder limitado, detienen el auto en distancias extensas y se fatigan con facilidad ante el uso intensivo y no tanto. El ABS sólo funciona cuando es necesario.

Antico con los operadores de una de las balanzas donde pesamos los autos

Prestaciones modestas

Ya lo hemos comentado en su momento: el motor del Agile es anticuado y convencional, con sólo ocho válvulas (el Classic supo tener una versión de 16). Con el correr de los años ha recibido numerosas mejoras, reduciendo las emisiones y aumentando la potencia hasta 92 CV, nada mal para 1,4 litros.

Con poco nervio en la zona alta del cuentavueltas, su especialidad es el tránsito urbano producto de un buen despliegue de torque a bajo régimen, haciéndolo elástico y evitando pasar cambios a cada rato. Las aceleraciones quedan en un plano modesto, con 14,6 segundos de 0 a 100 km/h. Lo mismo sucede con la velocidad máxima, de 164,5 km/h. Esta cifra resulta, como siempre, del promedio de dos pasadas en sentidos opuestos, y en este caso con viento moderado. Si viene en contra y es fuerte, la máxima no superará los 150 km/h producto de su altura y su área frontal.

También impactará sobre el consumo, que hasta 130 km/h es correcto, aunque tampoco sorprende por su austeridad. En ciudad nuevamente aparece su buena respuesta en baja para ahorrar combustible, pero el mejor promedio fue de 10 litros cada 100, tampoco elocuente para un 1.4 montado en un auto que no llega a los 1.100 kilos.

En síntesis, el motor del Agile puede pasar todos los exámenes de confiabilidad, pero aun con todas sus mejoras refleja una desactualización frente a otras marcas o a productos de GM fabricados en otras regiones.

En el mercado

Este Chevrolet es un nuevo actor entre los compactos con aptitudes familiares. Sin apartarnos de la carrocería bicuerpo, su rival directo por concepción es el Renault Sandero, pero al haber discontinuado la versión Luxe, sólo puede medirse con los Agile LS (51.560 pesos) y LT (56.640). Y la versión Stepway del Renault con equipo full cuesta 10.000 pesos más que el LTZ, cotizado por GM a 61.920.

Por ese precio Volkswagen ofrece un Fox Trendline con menos equipamiento (el full es el Highline). El Gol Trend full (sin ABS) cuesta 60.500 pesos y es otra alternativa. El 207 Compact se va mucho más arriba, y sólo ofrece en este rango de precios la versión XS 1.4 de 75 CV con magro equipamiento. Caso similar al del C3, que en su versión full con 1.6/110 CV asciende a 71.000 pesos. Un jugador agresivo es el Fiat Punto, con su atractivo diseño, motor 1.8 de 110 CV y un precio de 61.200 pesos, ascendiendo a 65.000 con el pack Emotion que agrega ABS y otros accesorios.

Por lo expuesto, los valores del Agile están bien asignados y es un jugador competitivo. Simple, poco sofisticado, pero habitable y sólido. Todas las fichas de GM están puestas en este producto, que al parecer arrancó con un pulgar para arriba.

Por Matías Antico
Fotos Miguel Tillous

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CONCLUSIONES

Virtudes

Defectos

• Apertura del baúl sólo con llave

• Prestaciones modestas
• Dinámica en ruta
• Frenos mejorables
• Excesivo despeje

Puntaje final: 68.45 (376.5 / 550)

VELOCIDAD MÁXIMA 164.500 Km/H
En 5ta a 5.500 rpm

EL DISEÑO DEL AGILE SE ADHIERE A LA NUEVA CORRIENTE DE COMPACTOS CON TECHO ALTO: MEJORA LA SENSACIÓN DE AMPLITUD PERO PERJUDICA LA AERODINÁMICA

Federico Di Renzo (no había otro modelo como la gente) comprobando la buena habitabilidad trasera

BREVÍSIMAS

- Irritante. El portón no tiene botón ni manija para abrirlo. Sólo se hace desde la llave, que no tiene comando remoto para este fin. Pero tampoco tiene comando interno. Por lo tanto, cada vez que haya que abrir el baúl, habrá que hacerlo con la llave, algo incómodo sobre todo de noche y cuando tengamos el motor en marcha ya que será inevitable pararlo. Sin dudas, un grave error de configuración que debería ser modificado de manera urgente.

- Doble. Para abrir las puertas desde adentro, por seguridad, habrá que tirar de las manijas dos veces, como en los autos Premium.

- Abajo. La buena postura en los asientos traseros se consigue en buena medida porque se pueden colocar los pies debajo de las butacas, permitiendo estirar un poco más las piernas.

- Curioso. Cuando se quita el contacto, las agujas del tablero se ocultan.

- Mejorables. Las escobillas son convencionales. Unas planas más modernas mejorarían el barrido en ruta cuando llueve fuerte.

- Cruise Control. Se acciona desde el extremo del brazo de luces. No es la ubicación más práctica y el comando no es del todo firme, pero responde con rapidez y precisión.

EQUIPAMIENTO

Seguridad

- ABS
- Airbags cond / acompañante
- Apoyacabezas (4)
- Cierre automático de puertas en rodaje
- Cinturones de seguridad inerciales del / tras (2)
- Encendido automático de luces
- Luces antiniebla del. / tras.

Confort

- Aire acondicionado
- Apertura a distancia puertas
- Apertura interna de baúl / tanque (destrabe)
- Asientos regulables altura cond
- CD Player / MP3
- Conexión Bluetooth / USB
- Cruise control
- Cenicero
- Espejos con comando eléctrico
- Levantavidrios eléctricos del. / tras.
- Limpia lava luneta
- Llantas de aleación
- Ordenador de a bordo
- Portamapas contrapuertas delanteras
- Radio AM-FM
- Respaldo trasero rebatible comp./parcial
- Rueda de auxilio original 14"
- Volante regulable altura

Funcionamiento

- Alarma sonora de luces encendidas
- Alarma sonora de olvido de llaves
- Apagado automático de luces
- Indicador temperatura exterior
- Luz de reserva de combustible
- Reóstato luz de tablero
- Testigo de mantenimiento
- Testigo puertas / baúl abiertos