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Operativo Nieve 1992 con Volkswagen Quantum Sportwagon
Pensada para la familia sin olvidar la performance
Revista Road Test Nro 23. Septiembre de 1992 |
En una semana unimos los cinco centros de esquí más importantes de la Argentina. Fueron 6.000 kilómetros bajo condiciones extremas. Llevamos una versión con caja automática y otra manual. Ambas con motores a inyección de 2 litros y capaces de superar todo tipo de caminos priorizando la robustez y confiabilidad pero sin olvidar las performances. Un equilibrio más que interesante para este recién llegado de Brasil
Así como el Ford Galaxy es discutible en cuanto a su estética, la Volkswagen Quantum 2.000i Sportwagon pega fuerte en el gusto del usuario que busca una rural de generosas dimensiones. Tanto la resolución de la trompa a través de la parrilla y los faros como el remate de la cola muestran a la Quantum como un vehículo equilibrado y distinguido.
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Apenas arribadas las primeras unidades a la Argentina, solicitamos dos Sportwagon a Autolatina. Una con transmisión manual y otra automática con equipamiento casi similar, ABS de serie (importante para los caminos cordilleranos en esta época del año) y motores de 2 litros a inyección como el del Ford Galaxy.
Las VW junto a niñas en Cerro Catedral
Una prueba diferente
Sobre la partida nos fueron entregadas las unidades previo chequeo por parte de Ingeniería de Autolatina. Apenas llevaban rodados un centenar de kilómetros cada una lo que indicaba que debíamos tratarlas hasta Mendoza con cierta consideración y/o mesura.
El operativo de prueba consistía en unir los cinco centros de esquí más importantes: Penitentes y Las Leñas en Mendoza, San Martín de los Andes en Neuquén, Bariloche en Río Negro y Esquel en Chubut. Un periplo de unos 6.000 kilómetros con distintos tipos de solicitaciones para las suspensiones y estructura del auto. El primer tramo (partimos de Buenos Aires el domingo 9 de agosto) fue hasta Mendoza con escala (almuerzo) en Villa Mercedes. A partir de los 1.000 kilómetros las dos Quantum comenzaron a ser más exigidas en lo referente a las performances, utilización de la caja, rpm del motor, etc.
Trepando La Hoya. Las dos Quantum en la trepada de ripio hacia La Hoya de Esquel (Chubut)
Una prueba diferente
Cada una de las Quantum llevaba dos ruedas de auxilio armadas, un juego de cadenas, una pala y tres correas de distinto tipo. Ambas iban comunicadas por equipos de VHF con antena externa (gracias al ACA) y montadas sobre neumáticos Pirelli P-600 con 34 libras de presión debido al peso que se transportaba.
Tras pernoctar en el Aconcagua de Mendoza, el lunes cubrimos el parcial hasta Penitentes con breve almuerzo en Uspallata y retorno a la capital mendocina. El martes nos esperaba Las Leñas. Debido a que la Ruta-40 se encuentra cortada en Pareditas, se debe indefectiblemente triangular hasta San Rafael y de ahí a El Sosneado para retomar la R-40. Acceso a Las Leñas con camino en buen estado y bastante nieve acumulada a los costados.
Por tratarse de un día de semana, el movimiento en Las Leñas no era importante. Un centenar de esquiadores se deslizaban por las distintas pistas y en la base, las familias mostraban su interés por esta nueva rural de VW. Una escena que se repetiría al cabo de una semana. En Las Leñas, tras cumplir con las indicaciones de "Michael" Tillous para plasmar imágenes en su 35 mm., decidimos de común acuerdo con Pisani, hacer camino rumbo a San Martín de los Andes. Había dos posibilidades: dormir en Chos-Malal (hotelería no muy recomendable) o ir hasta Zapala, ciudad más importante y con mejor infraestructura turística.
Las Quantum estacionadas en la base de Chapelco
Por la R-40 rumbo a San Martín
"Mirá, el tramo lo conocemos de memoria, si el camino no está destruido vayamos hasta Zapala..." aconsejó sabiamente el "Mono". Eran unos 500 kilómetros con apenas 150 km de asfalto (roto). El resto, ripio.
Era una buena oportunidad para probar las cualidades y robustez de la Quantum. Hacia allí encaramos: destino final Zapala. Con ventanillas cerradas, forzador de aire en cuarta velocidad (absoluta ausencia de filtraciones) y a ritmo veloz para llegar antes de las 9 de la noche en busca de una ducha y comida formal.
El comportamiento de la Quantum es tan eficiente y confiable como la del Galaxy, con una sola diferencia: aparenta ser más mullida de suspensión pero no por ello es más frágil o delicada. Sin chapón de carter ni refuerzos de ningún tipo, la Sportwagon de VW dejó atrás el ripio grueso de la R-40 sin flaquear, circulando en algunos tramos a velocidades que van más allá de lo aconsejable, considerando el estado del piso.
El miércoles no hubo que madrugar. El trayecto a San Martín de los Andes es corto y todo de asfalto. Sin problemas a excepción de una goma pinchada en la Quantum manual (Nro 2). Antes de mediodía ya estábamos en Chapelco cuyo acceso mostraba algunos planchones de hielo aunque no fueron necesarias las cadenas debido a la buena tracción del eje delantero de la Quantum.
La bajada sirvió para disfrutar de las virtudes del ABS en el hielo, el barro y la nieve. Con ese característico pedal que "palpita" ante la posibilidad de cada bloqueo ofreciendo seguridad total al conductor.
Almuerzo en San Martín, visita a la gomería para arreglar el neumático desinflado y desandar la ruta hacia Junín de los Andes para empalmar el asfalto a Bariloche ya que el "Camino de los Siete Lagos" estaba cortado, tal como sucede todos los inviernos. Parece que a nadie le importa que sea el circuito turístico más lindo de la Argentina...
Una de las Sportwagon en el rípio de la R-40 entre Barrancas y Chos Malal. Prueba dura para suspensiones y estructura
Bariloche / Esquel: Luces y sombras
El jueves, ya establecidos en el Tres Reyes de Bariloche, era el día indicado para viajar hasta Esquel, a La Hoya exactamente. Ultimo centro de esquí del programa. Hasta pasando Villa Mascardi, camino de asfalto excelente. Luego ripio, pozos, serruchos y todo lo que se pueda imaginar, así hasta El Bolsón donde se sube al pavimento que ya no se abandona más hasta llegar a Esquel a través de un panorama nevado y un frío del orden de los -6 grados.
Luego de una trepada espectacular con vista impagable, llegamos a la base de La Hoya. Casi nada de gente, medios de elevación inactivos y una infraestructura básica. Otra vez las Quantum mostraron su aptitud para sortear pendientes pronunciadas con piso barroso o con nieve lo que nos evitó -una vez más- que fuera necesario el uso de cadenas.
El retorno a Bariloche fue casi un calco de la ida. Poco más de 3 horas con carga de combustible en El Bolsón (nafta especial a 0,38 pesos el litro!!!).
Al día siguiente (viernes) el colorido y movimiento del Cerro Catedral. Que más allá de los poco apreciados "tira-bolas" sigue siendo el centro invernal más importante del país, pese a la opinión de avezados esquiadores que disfrutan mucho más de la actividad en Las Leñas o Chapelco.
Gracias a los buenos oficios de amigos de Bariloche, ingresamos los autos hasta el mismo final de las pistas y transitando sobre un colchón de 20 cm. de nieve en polvo. Fotos, almuerzo en el Peri-Hue con vista panorámica del Cerro y planificar el horario de salida con destino a Buenos Aires tras una semana de viaje.
Rumbo a Penitentes con fondo de cordillera
Apenas comience a ser comercializada, la Volkswagen Quantum -sin duda- mostrará sus garras para disputar esa franja del mercado. Tiene como rivales a la Renault-21 Nevada y a la Peugeot-505 (la Sierra fue discontinuada) y ofrece una serie de elementos de confort para tener en cuenta junto a una interesante capacidad de carga para los cinco eventuales pasajeros.
Pero lo más importante, y que es la conclusión más valorable de este operativo, es su confiabilidad en todo camino y bajo cualquier circunstancia. Arranque en frío sin demoras a menos -10 grados, suspensiones algo blandas pero que copian con franqueza, tenida direccional y en curva adecuadas a un vehículo familiar mediano-grande (donde colaboran las Pirelli P-600) y prestaciones (velocidad final y aceleración) que dejarán satisfechos a los más exigentes, tanto se hable de la automática como la manual.
A todo esto agréguele un consumo más que razonable a altas velocidades y realmente económico a 120 km/h. Queda para dentro de un par de meses, la prueba de evaluación de la Quantum de Volkswagen.
Pero de lo probado hasta ahora, llegado de Brasil, la Sportwagon es uno de los más dignos representantes ya que si bien comparte una serie de virtudes con el Ford Galaxy es de diseño más agradable y logrado aunque el perfil del usuario sea distinto.
La Quantum gusta a todos. A Road Test le tocó analizarla bajo exigencias no convencionales y allí aparecieron sus virtudes en lo referente a robustez estructural y de suspensiones, sin dejar de lado una terminación y equipamiento adecuados a su nivel. Dirigida a la familia pero sin quitarle al conductor avezado, el placer del manejo veloz. Y ahí está lo bueno...
Carlos Figueras
Fotos: Miguel Tillous
Verde, lagos y nieve. Paisaje Barilochense para las Quantum con lago de fondo
Circulando por la zona de El Bolsón
Las unidades posando con promotoras de ESSO en la estación de servicio del centro de Bariloche, camino al Llao Llao
Las Quantum de frente con fondo de hoteles de Las Leñas
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