La
estilización del De Carlo corresponde a la línea más actual para
sedanes de tamaño pequeño. Un interesante detalle es el de la amplia
visibilidad. La atractiva línea conquistó muchos compradores
A mucha gente extrañará que publiquemos el "road test" de un coche acerca del cual tanto se ha comentado en cuanto a su continuidad o no de producción. La situación es confusa en lo que se refiere a este punto; las últimas resoluciones de la autoridad pertinente habían otorgado a la fábrica autorización para terminar una serie de unidades 700, y según lo que hemos podido saber, los coches siguen produciéndose a ritmo más lento que antes.
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De todos modos, queremos dejar establecido que este test se refiere exclusivamente a los aspectos técnicos o, mejor dicho, "de usabilidad" del coche, hacemos, a este efecto total abstracción del problema de fabricación o no, no significando esta nota ningún tipo de aval o garantía explicita o implícita.
Vayamos
entonces al coche. Durante la vida de la marca De Carlo este sedancito ha
dado mucho que hablar. Fundamentalmente, ha tropezado con un
inconveniente; siempre fue el coche de los debutantes, de los que aprendían
a manejar, de las mujeres.
Hacemos una salvedad, antes de que millares de
iracundas rubias, morenas y trigueñas caigan sobre nosotros (ojalá...).
Las estadísticas mundiales demuestran que las mujeres conductoras tienen
menos accidentes que los hombres; son mas seguras, porque son menos
imprudentes, corren menos, manejan sin prepotencia.
Pero es indiscutible
que en la inmensa mayoría de los casos, maltratan a los automóviles,
porque carecen del sentido mecánico, innato en casi todos los hombres, en
mayor o menor grado. Y especialmente, maltratan a los automóviles chicos. El
De Carlo es un coche que requiere manejo idóneo; el motor es del tipo que
los italianos acertadamente califican como "nervioso"; la caja
de cambios está para ser utilizada, el motor no debe marchar despacio,
excepto cuando está en punto muerto. Han coadyuvado en este tipo de
"presente de piedra" el aspecto exterior -todos coinciden en que
es un auto bonito-, las dimensiones internas, respetables para esa
categoría de coche, y el precio, si no especialmente barato, al menos
razonable.
Primeras
impresiones
Al
sentarse por primera vez en un De Carlo se hace uno a la idea de un
diseño interior inteligente, más o menos convencional dentro de esa
categoría de autos, pero parcialmente contrarrestado por terminación
algo defectuosa, aunque el "standard" de terminación ha variado
mucho de año en año.
Por ejemplo, el tapizado viene mejor en los coches
más recientes que en los anteriores; el que tuvimos nosotros era bastante
desagradable. Irrita mucho la constante repetición del distintivo De
Carlo en la tapa de la guantera, la bocina y hasta en el tapizado de
algunas versiones. Quien anda adentro del auto ya sabe que marca es y no
requiere que se lo refresque continuamente la memoria en este aspecto. El
tablero ha variado mucho durante el curriculum vitae de esta marca; los
primeros modelos tenían el tablero acolchado, que luego quedó en metal
pintado, y en los mas recientes se lo ha recubierto con una tela plástica
mate. No ofrece la protección del acolchado, pero es estéticamente más
agradable que el metal al aire.
Símbolo
de la actuación deportiva de la marca: el De Carlo en el Autodromo
Los
modelos '60 tenían un velocímetro de forma más o menos trapezoidal,
conteniendo las "luces de idiota" correspondientes a dínamo,
presión de aceite, luz larga e indicador de giro. En el '62 este
velocímetro fue reemplazado por uno circular, acompañado por un orificio
gemelo al lado, este orificio, normalmente recubierto por una tapa de
material plástico que porta el infaltable sello de De Carlo, se previó
para alojar el reloj ofrecido opcionalmente en ese modelo (nuestro coche
lo tenía; es un VDO muy lindo y que funcionaba muy bien). En los
velocímetros de algunos de los coches con dos cuadrantes circulares, se
incluyó un medidor de nafta, en otros no. A partir de abril del '63 viene
el tablero recubierto de cuerina y ha desaparecido el orificio para el
reloj.
Controles
El
volante, de sencillo diseño, es de agradable diámetro y cómoda
posición de manejo. Los tres pedales están posicionados en forma un
tanto vertical, siendo preferible una mayor inclinación. Su separación
entre sí es adecuada. El embrague tiende a ser pesado; el freno es
sensible y celoso, pero se presta mucho al manejo idóneo.
La
palanca de cambios es del tipo central, con un vástago recto rematado por
una perilla chata. La perilla sería más cómoda si se acercara más a
una esfera. La caja tiene cuatro marchas sincronizadas y la operación de
cambio es agradable, aunque no tiene la precisión de enganche de algunas
marcas competidoras. Esta última es una objeción que sólo tiene valor
para quienes hacen un culto del manejo refinado.
El
arranque se da por una llave que no tiene posición accesorios; la radio
(opcional) no está conectada con el circuito de encendido del motor. El
cebador es manual y en nuestra experiencia nunca tuvimos problema de
dificultad de puesta en marcha.
Debajo
del volante se encuentran dos palanquitas muy bien pensadas. Una de ellas
hace el cambio entre luz alta y luz de cruce, más la guiñada; la otra,
ubicada a la derecha, acciona las luces de giro y, presionándola
levemente hacia el pecho del conductor, la bocina. La guiñada funciona
aunque no estén prendidas las luces, que tienen una perilla de tres
posiciones: "Off", luz de posición, luz larga o de cruce
(según la posición de la palanquita ubicada a la izquierda de la columna
de dirección).
Debajo
del tablero, a la izquierda, se encuentra la traba de capot. En el medio,
la perilla del limpiaparabrisas eléctrico. Al lado, un zócalo dispuesto
para el encendedor opcional.
La
calefacción puede presentar secretos para quien no posea el manual del
dueño. En primer lugar se tira hacia arriba la palanquita entre los
asientos (la de la derecha). Esta admite aire a una caja de empalme
controlada por un tirete debajo del tablero. Retirando el tirete al máximo
de su recorrido (se destraba girándolo un poco a la izquierda y se traba
nuevamente girándolo a la derecha), todo el aire va dirigido a la zona de
los pies; entrándolo poco a poco, se va dirigiendo más y más aire
caliente hacia arriba.
Debajo
del tablero, en posición casi vertical, hay otro tirete más;
retirándolo se desempaña el parabrisas.
En
ciudad
Para
manejar el De Carlo en la ciudad es menester usar la caja de cambios
con frecuencia. No debe engancharse la 4ta debajo de los 50 Km/h, recurriéndose
a frecuente uso de la 2da y 3era en el tránsito urbano. La
dirección es magnífica; suave, precisa, bastante rápida, no lo
suficiente, empero, como para significar un problema para novicios.
No es un auto cansador para manejar. El volante tiene 2 3/4 vueltas
de tope a tope y los diámetros de giro son buenos. Los asientos son
"semibutaca" que resultan sumamente cómodos.
Desde
cualquier ángulo el De Carlo tiene una línea prolija. La terminación no
siempre coincidió con el agradable aspecto exterior
Puesto
que la 1era velocidad es sincronizada, no es inconveniente usarla; en caso
extremo puede llegarse a 60 en 2da y normalmente la operación 3era - 4ta
debe hacerse a 50 o 60. La aceleración es estupenda; de los coches de su
categoría es el que mejor acelera. Recomendamos usar nafta especial o
50/50. La visibilidad es realmente óptima. debido a los pilares muy
delgados y a la gran superficie de vidrio.
En
ciudad, la suspensión se destaca como "tiesa"; ha sido ideada
para estabilidad a alta velocidad y los desniveles se sienten, aunque no
en forma objetable. Con un litro de combustible se puede andar a razón de
12.5 kilómetros en ciudad.
En
ruta
Una
velocidad de crucero de 90 kilómetros por hora puede llevarse
indefinidamente sin problemas. El motor es ruidoso en todo momento,
característica usual de las plantas motrices enfriadas a aire por
ventilador; las aletas de los cilindros actúan como excelente diapasón y
la turbina agrega su contribución propia a la cacofonía general. El De
Carlo no es más objetable que otros coches en este sentido. Andando en
carretera, el motor no es excepcionalmente ruidoso, pero lo es lo
suficiente para hacer difícil la conversación si no se alza
sensiblemente la voz.
Conviene
viajar con el baúl cargado, así se mejora mucho la estabilidad. En
carreras de TM hemos observado una tendencia de los De Carlo a levantar la
rueda interior delantera en los virajes; con bultos en el baúl (de
generoso tamaño por otra parte) puede evitarse este efecto. No con esto
queremos decir que la estabilidad no es buena con el baúl vacío, sólo
una ínfima proporción de "decarlistas" tomará virajes a tal
velocidad que pueda influir la carga o no en el baúl.
Los
frenos son excelentes, tanto en cortas distancias de frenado como en
estabilidad bajo uso reiterado. No hay nungun problema en este sentido.
Recomendamos
llevar el De Carlo a 70 en 3era antes de pasar a 4ta. Los
faros son excepcionalmente potentes. El espejo retrovisor, de tipo
colgante, es adecuado.
Trae
un equipo de herramientas que incluye un crique a tornillo; el sistema es
cómodo, pero la llave para accionar el tornillo no está a la altura de
lo que se requiere de él. Cuando nosotros tuvimos que cambiar una
cubierta, la llave se rompió. Hay además una llave de tubo de dos bocas,
llaves fijas y un destornillador.
En
el Autódromo Municipal, el De Carlo vira en la horquilla. Lo hace bien
Generalidades
y críticas
La
terminación es generalmente mediocre, aunque hemos visto que parece
mejorarse en algunos modelos recientes. Los paragolpes son demasiado
endebles para el transito en nuestras condiciones; los topetazos más o
menos fuertes deforman la carrocería ya que los paragolpes no están
anclados en puntos lo suficientemente resistentes.
La
accesibilidad es buena en general; batería atrás, carburador a la vista,
filtros fácilmente cambiables. En cambio, los platinos son menos
accesibles; hay que retirar la chapita portapatente y luego hacer lo
propio con el amortiguador de vibraciones del cigüeñal. Es una
operación de taller, especialmente desde el momento que para volver a
apretar los tornillos del amortiguador de vibraciones es necesario usar
una llave de torsión y ajustarlos a 2 Kgm. Y nuestra experiencia nos
aconseja no echar en saco roto las recomendaciones de torsión dadas por
los fabricantes de automóviles. La tapa del motor tiene llave.
Encontramos
incómodos los picaportes interiores. Los asientos delanteros son
regulables; echados hacia atrás el espacio para los ocupantes del asiento
posterior es reducido, pero esa característica no es mas que normal tratándose
de un auto pequeño.
Hay
que elegir muy bien la graduación térmica de las bujías para evitar
autoencendido (nosotros anduvimos con Champion Nro 8).
El
De Carlo es un excepcional vehículo, ágil, "nervioso", de
suave y potente aceleración, frena muy bien y dobla muy bien. Pero no
acepta con agrado el manejo inexperto. Tampoco lo hacen ninguno de los
autos de su categoría. La gente cree que los autos chicos son más
fáciles de manejar que los grandes. En realidad, es completamente al revés
... De Carlo 700 en Autoclásica 2013
|
CONCLUSIONES Virtudes
Potente aceleración
-
Muy buena capacidad de viraje
-
Buena accesibilidad a las partes del motor.
-
Excelentes frenos tanto en cortas distancias de frenado como en estabilidad
-
Motor de funcionamiento impecable
-
Dirección precisa
Defectos
VELOCIDAD MÁXIMA 117.800 KM/H
El Road Test del De Carlo 700 se realizó con una unidad cedida por los concesionarios de la marca, señores J. y R. Gonzalez y Cia., Callao 1289, Capital, a quienes Parabrisas agradece su cordialidad y cortesía
ACELERACIÓN |
0-20 Km/h |
2.0 s |
0-40 Km/h |
5s 1/5 |
0-60 Km/h |
9s 1/5 |
0-80 Km/h |
17s 1/5 |
0-100 Km/h |
34s 1/5 |
0-500 Metros |
26.0 s |
El De Carlo tiene aceleración progresiva. La caja de velocidades lo ayuda; los cambios son rápidos y razonablemente precisos. Los 100 kilómetros por hora se alcanzan en menos de 35 segundos
ERROR DEL VELOCÍMETRO |
Vel Indicada |
Vel Real |
17 |
20 |
39 |
40 |
59 |
60 |
78 |
80 |
98 |
100 |
DIAMETRO |
A la derecha |
9.50 m |
A la izquierda |
9.70 m |
Los círculos de viraje son "buenos", vale decir, relativamente cerrados. Esa cualidad facilita la maniobrabilidad en espacios cerrados |
|
|
km/lt |
En ruta a 80 Km/h |
16.0 |
Alta velocidad |
13.0 |
En ciudad |
12.5 |
DISTANCIA DE FRENADO |
20 Km/h - 0 |
1.50 m |
40 Km/h - 0 |
4.80 m |
60 Km/h - 0 |
12.80 m |
80 Km/h - 0 |
30.30 m |
100 Km/h - 0 |
36.70 m |
Acción de los frenos, excelente; son estables y detienen el coche en corta distancia. Las primeras frenadas de 80 a 0 demoraron 3 segundos. Las subsiguientes se efectuaron en menos.
Además no tienen "fade". La presión sobre el pedal no necesita ser elevada
VELOCIDAD MÁXIMA EN CADA MARCHA |
Marcha |
Velocidad (Km/h) |
1 |
35 |
2 |
65 |
3 |
94 |
|
La
zona barrida por el parabrisas podría mejorarse. Su acción es
adecuada, pero dejan espacios "ciegos". Son eléctricos y
funcionan con una perilla en el tablero
LA VISIBILIDAD DEL DE CARLO ES EN GENERAL BUENA. LA ZONA TRANSPARENTE ES AMPLIA Y LOS PILARES DE LOS PARABRISAS NO MOLESTAN MAYORMENTE. LA LUNETA TRASERA ES AMPLIA. LOS VIDRIOS LATERALES CARECEN DE MARCO, CIRCUNSTANCIA QUE AUMENTA LA ZONA DE VIDRIOS
|
Motor
|
De
dos cilindros opuestos (flat - twin), 78 x 73 mm, 697 cm3. Relación
de compresión 7.5 a 1. A 5.000 rpm 30 HP DIN, 35 HP SAE. Máximo
par motor 5.1 mkg a 3.500 rpm. Válvulas a la cabeza accionadas
por varillas y botadores desde un árbol de levas único. Un
carburador 34 PCI con bomba de pique; bomba de combustible
mecánica a diafragma. Encendido a bobina y distribuidor con
avance automático centrifugo.
|
Transmisión
|
Caja de
velocidades de 4 marchas del tipo "de retorno" con
relaciones internas de 3.54 - 1.94 - 1.27 y 0.839 a 1. MA 3.45
a 1. Relación de mando final 5.43 a 1. Relaciones totales
14.322; 10.534; 6.896 y 4.556 a 1. MA 18.736 a 1
|
Suspensión delantera
|
Independiente
por paralelogramo deformable
|
Suspensión trasera
|
Eje oscilante, espirales y
amortiguadores tubulares
|
Dimensiones
|
Largo
3.540 mm Ancho 1.480 mm Alto 1.345 mm Trocha 1.270 mm Entre
ejes 2.120 mm
|
Vea también
Road Test del Isard Royal T-700
Revista Parabrisas Nro. 24. Noviembre de 1962
Road Test del NSU Prinz
Revista Parabrisas Nro 15. Febrero de 1962
NOTA PARA FORISTAS, WEBMASTERS, ETC.Si te ha gustado este test y vas a usarlo en un foro, sitio web o cualquier otra publicación, por favor no olvides mencionar que lo obtuviste de Test del Ayer además de incluir un link a este sitio.
Muchas gracias. |
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