En términos de competencia, por ejemplo, hoy sería el Escort el que sale a enfrentar al Volkswagen Golf 1.6, pero sería el Focus el que haría lo propio con las versiones de dos litros y 1.8T. Un engorro difícil de digerir para el cliente y que sólo el mercado podrá resolver.

Llega a la Argentina en versión naftera (el dos litros que aquí evaluamos) y Diésel (el conocido 1.8 con inyección directa) de cuatro y cinco puertas con una sola opción de equipamiento.

Lo cierto es que el Ford Focus ya está entre nosotros, con todos sus títulos a cuestas entre los que se destaca netamente el de "Car of the year" que todavía hoy ostenta hasta que los periodistas europeos elijan a su sucesor. Un auto que es reflejo de la nueva filosofía Ford y que evaluaremos en profundidad a partir de este momento.

El primer punto en el que, sin duda, el Focus levantará opiniones encontradas. Fiel representante del estilo "new edge" de Ford (que comenzó con el Ka y siguió con el Cougar) se destaca por sus líneas en cuña, por las marcadas molduras del capot que le dan una imagen más musculosa y los pasarruedas que realzan ese aspecto.

A esto hay que agregarle algunos toques aerodinámicos de esos que no se ven, como las suspensiones traseras carenadas para reducir las turbulencias en los bajos del vehículo así como las tomas de aire delanteras divididas en dos partes (superior e inferior) para reducir el coeficiente aerodinámico.

El perfil de esta versión de 5 puertas se eleva de modo menos agresivo que en la de tres. Para destacar la distancia entre ejes (la mayor de su categoría) que contribuye a hacer que el Focus parezca más grande de lo que es. Podríamos escribir páginas enteras del diseño del Focus, pero debemos abocarnos a otros menesteres.

Todas las regulaciones conocidas hasta hoy, y esto incluye altura de la butaca (eléctrica) y columna de dirección y profundidad del volante. Si hay algún pero, hay que buscarlo por el lado de las butacas, un poco duras y con cojín demasiado corto y plano que penaliza la sujeción lateral.

Los comandos quedan a mano y no hay nada de qué quejarse en este aspecto. Si se coloca el asiento en la posición más baja, queda una luz entre el cojín y el respaldo muy poco agradable desde el punto de vista estético.

Tablero de líneas modernas con innegable similitud con las del Ka, aunque un poco más sobrias. Abundante información por medio de testigos que se complementan con los datos que llegan del ordenador de a bordo.

Carece de luz de reserva de combustible, pero tiene alarma sonora que se activa cuando quedan menos de cien kilómetros de autonomía. Error de velocímetro del orden de 5.5 por ciento que se mantiene estable en toda la gama.

El espacio disponible es más que suficiente aun para los ocupantes de las plazas traseras, cuya única limitación es a lo ancho. Buen espacio para las piernas y esto se debe a la generosa distancia entre ejes. Adelante, no hay problemas de ningún tipo.

Dos aspectos claramente diferenciados. Hacia adelante, impecable, con parantes muy angostos que no interfieren en el ángulo visual del conductor. Atrás las cosas cambian, porque los parantes son muy voluminosos y la luneta de reducidas dimensiones, lo que complica las maniobras de estacionamiento. Espejos externos de tamaño poco generoso. Buen funcionamiento de las escobillas y para destacar el poder lumínico, tanto de altas como bajas.

Sistema clásico y de correcto funcionamiento, tanto para calentar como para enfriar el habitáculo. Al poner en marcha siempre queda activada la función recirculación, no importa las condiciones en las que lo haya dejado. De ese modo nunca se "tragará" el humo de los colectivos que tan bien controla la Comisión Nacional de Regulación de Transporte ...

Impecable para un auto de este precio / segmento en los dos ítems que se evalúan en este rubro. Equipamiento completísimo que incluye cuatro levantavidrios (todos con one touch), cierre central, ordenador de a bordo, comando satelital de radio. Inmejorable.

Si a esto sumamos, doble airbag, ABS, barras laterales, etc. veremos que estamos en presencia de un auto al que nadie podrá achacarle faltantes de ningún tipo.

No se trata de una novedad en el mercado nacional ya que se trata del mismo impulsor que equipa al Mondeo Ghia. Un motor de última generación que tiene la potencia arriba (131 CV a 5.800 rpm) y cuya principal falencia radica en un bache en la curva de par en torno a las 3.000 rpm, por lo que la respuesta a ese régimen no es demasiado contundente. Rumoroso a altas velocidades.

Con el mismo motor del Mondeo (también las relaciones), alcanzó mejores valores de aceleración y reprise pese a un puente más largo, lo que es atribuible a un menor peso. Por debajo de los 10 segundos en la prueba de 0 a 100 km/h. Los reprises en quinta fueron lo menos destacable de las pruebas de prestaciones.

Reminiscencias: No son pocos los detalles que recuerdan al interior del Ka

Aquella regla de que 130 CV en un auto de última generación equivalen a 200 km/h se confirmó en este Focus. Podría ser algo mayor porque la alcanza a 5.400 rpm y tiene la potencia a 5.700 vueltas. Un detalle: el Mondeo llegó a los 204 km/h (test de Auto Test), pero con un puente más corto que le permitía llegar a los 5.900 rpm en quinta.

Dentro de lo que puede esperarse de un dos litros. Poco austero si se maltrata el acelerador con el pie derecho, pero más que contenido si se conduce de manera razonable. En ciudad, por encima de los 11 litros cada 100 km.

Dispone de 60 litros en el tanque lo que da una excelente margen de maniobra. Atención que la computadora en un poco alarmista. Dice que quedan 13 kilómetros de autonomía (llegamos con un poco de susto) pero todavía restan en el tanque siete litros de combustible. Si se queda sin nafta es porque quiere.

La suavidad del embrague es lo primero que llama la atención. En las pruebas de aceleración, denunció una manifiesta tendencia a quedarse "arando". Las relaciones no están bien escalonadas, sobre todo la cuarta y la quinta que son muy largas y con un gran salto entre sí. A fondo, entre 4ta y 5ta cae 1.800 rpm.

No es un punto para enamorarse de este Focus. Recorrido largo y con un freno marcado si bien hay que reconocer que es preciso y seguro. Pomo similar al Escort.

De lo mejor que hemos evaluado. Pesada como nos gusta a nosotros sin que esto implique tener que participar en los Juegos Panamericanos de pesas a la hora de estacionar. Precisa, firme. Sencillamente, una delicia.

Las distancias de frenado se ubicaron dentro de los parámetros habituales. Pedal firme y sistema sin tendencia a la fatiga inmediata. El ABS funcionó correctamente y se reveló como "poco ansioso" entrando en acción sólo cuando es absolutamente necesario.

Otra de las grandes virtudes del Focus. En rigor es "la" gran virtud. Muy firme en lo derecho, sólido a la hora de doblar, previsible, poco navegador, bien apoyado. De lo mejor en su segmento y por encima de sus rivales de franja en este aspecto.

La mencionada seguridad en ruta no implica ausencia de confort en ciudad. Muy por el contrario, se mostró muy a gusto en el tránsito ciudadano, absorbiendo las suspensiones todas las irregularidades que pudieran aparecer.

Materiales de buena calidad, correcta presentación y ausencia de ruidos que delata encastres cuidados. Mano a mano con el Golf, un verdadero referente en este aspecto. Discutibles los apliques de madera en la plancha y paneles de puerta que, a mi gusto, no contribuyen a realzar el aspecto de auto de calidad, tal como es la pretensión. Pero se trata de gustos personales.

Baúl rebatible que permite ampliar la capacidad de carga que no es ninguna maravilla si van cuatro personas a bordo, aunque el espacio disponible es similar al de otros dos volúmenes de esta franja. Rueda de auxilio bajo el piso del baúl cubierta por prolija cuna de telgopor, con herramientas envueltas en una bolsa.

El precio de los autos recién presentados es siempre un misterio, y este caso no es la excepción puesto que al cierre de esta edición aún no estaba absolutamente definido su valor.

Según supimos, llegará a los concesionarios a u$s 23.890 (1.000 dólares menos que el cuatro puertas) un precio más que interesante, ya que igualaría al del Golf de 2 litros pero con 15 CV plus y mejores prestaciones, y se ubicaría dos mil dólares por encima del Renault Megane que dispone de menos equipo y potencia.

En cuanto a Peugeot, vemos al 306 de dos litros y 116 CV dos mil dólares por debajo del Focus, pero con un equipamiento sensiblemente inferior. Esos son los tres rivales a los que sale a enfrentar el nuevo mediano del óvalo.

Una lucha que ya se disputa en otras partes del mundo y que por obra y gracia de la globalización tiene por estas tierras un nuevo escenario para tan encarnizada batalla.

Por: Fernando Miranda
Fotos: Miguel Tillous