Mejor terminado que el CL, ocupa los primeros lugares en el ranking de ventas
Esta versión completa (TR) del Spazio demostró al cabo de los casi 7.000 kilómetros transitados, una serie de virtudes que hacen a la personalidad del auto y pequeños defectos que a través del tiempo perduran en los Fiat. Tanto los que aquí hace Sevel como los que se producen en Torino, excluyendo de esta generalización a los de la línea superior, caso Fiat Croma. Como se ve, un problema filosófico.
Sin embargo, a la hora de las conclusiones, la mayor "contra" del Spazio TR está en su precio al público, ya que si costara 2.000 australes menos, una serie de detalles en lo referente a equipamiento y confort se podrían obviar.
Por eso, lo mejor será analizarlo punto por punto.
Es inevitable repetir algunos conceptos ya vertidos en oportunidad del road test del Fiat Spazio CL (diesel). Si bien el aspecto es "simpático", convengamos en que es algo antiguo, comparándolo con un "dos volúmenes" de la industria europea actual.
Pero considerando las limitaciones de nuestro mercado interno, el Spazio cumple con su función de "segundo" auto o de "único" para gente joven o familia no numerosa. Entre el público femenino de todas las edades y los adolescentes, están sus adeptos más fervorosos.
El interior espartano de la versión más económica (CL) cambia totalmente en el caso del TR, ya que una serie de detalles lo transforma en más habitable que su hermano austero. Empezando por los tapizados de "tweed" combinados con los colores exteriores (en nuestro caso tela gris), las contrapuertas, la radio y una serie de accesorios que hacen al conjunto, el TR se muestra más civilizado y hasta justifica parcialmente su precio elevado.
Los ocupantes de los asientos delanteros, al poco rato de tomar contacto con el Spazio, notarán la falta de guantera. No hay dónde poner elementos, como los papeles del auto o la libreta de garantía y service, a excepción de que use la bandeja (poco profunda) del lado derecho. Sumándole la inexistencia de portamapas en las puertas, la situación se complica. Sobre todo para el que fuma y use camisa sin bolsillos...
Los pasajeros del asiento posterior tiene lugar para ubicarse decorosamente siempre y cuando conductor y acompañante no sean demasiado altos o de piernas muy largas. Los respaldos cuentan con dos elementos para guardar revistas o lo que le plazca. Algo así haría falta -por lo menos- en las contrapuertas.
Vista nocturna del puerto marplatense
3 - Puesto de comando e instrumental |
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La posición de manejo es uno de los puntos que se podría mejorar. Con respecto al CL, el asiento es aún más alto y eso dificulta el accionar de las piernas, sobre todo la derecha al pisar el pedal de freno que roza, inevitablemente, contra el volante (de buen grip) y tamaño ideal.
La regulación del respaldo se efectúa por medio de una poco funcional palanca a la izquierda del conductor que permite solo tres o cuatro opciones. Desde muy vertical o muy inclinado. Por consiguiente hay sólo dos posibilidades que son utilizables. Insistimos, es mejor el sistema de dial o, caso contrario, menor diferencia entre cada uno de los topes.
Los apoyabrazos son muy bajos aunque, en realidad, el asiento es muy alto. No sabemos a qué obedece esa obsesión por no bajar 4/5 cm los apoya-colas de los asientos en los vehículos de Sevel. Que yo sepa hay ingenieros que miden 1.56 pero también los hay de 1.85.
Los cinturones de seguridad (inerciales) son cómodos, los anclajes adecuados aunque, las trabas (en el medio de los dos asientos) interfieren el comando del freno de estacionamiento allí ubicado.
El instrumental es adecuado aunque no dispone de odómetro parcial. A su lado está el cuentavueltas y dos agujas marcan el nivel de combustible y temperatura de agua. El resto de la información corre por cuenta de "luces testigo". El diseño es práctico y la lectura no ofrece problemas, así como tampoco la correcta iluminación del panel (con reóstato).
La inclinación de la luneta y los parantes traseros dejan algunos puntos "ciegos". Para conductores con más altura de la promedio, el marco superior de ella interfiere la línea visual. El espejo retrovisor interno cumple con su función y el externo se mostró firme en lo que a regulación se refiere.
Como en el caso del CL Diesel, el límite superior del parabrisas obliga a ubicarse a unos metros de la senda peatonal para poder observar la luz del semáforo.
Sobresalió por su buen despeje y por su consumo promedio de 12.2 km/l
5 - Aireación - Calefacción |
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Colaboran en la buena circulación de aire dentro del habitáculo las ventanillas traseras que tienen ángulo de apertura limitado. Con las delanteras cerradas -en viajes ruteros- y las posteriores abiertas se puede gozar de la calefacción, fumar y escuchar radio, algo imposible de lograr con una porción de las ventanillas laterales abiertas.
La "presurización" de la cabina se puede efectuar con el forzador en velocidad "2" y contrarrestar el efecto de las filtraciones de polvo. Por supuesto con todos los vidrios cerrados.
Los comandos de calefacción y ventilación son de fácil accionamiento pero la temperatura no es muy fácil de dosificar. Cuesta encontrarle el punto que uno desea.
Copia con firmeza. Por supuesto tiene cierta tendencia a mostrarse "saltarín" -como ya dijimos- pero a ello contribuye la escasa distancia entre ejes y el rodado chico en este tipo de vehículos. Y si no me cree, circule por el empedrado con un Morris Mini... después me cuenta.
La solución a la que llegaron en el tema confort de marcha es coherente. No es demasiado mullido en ciudad pero es ideal para la ruta cuando se va cargado con dos personas (más el conductor) y equipaje. Es tirando a "durito", pero de andar agradable.
No se transmiten ruidos extraños al habitáculo y tampoco vibraciones al volante de dirección. Los "quejidos" de nuestro Spazio se debían a un muelle del asiento del conductor y aun "ñic - ñic" que aparecía esporádicamente en la contrapuerta del lado derecho.
7 - Maniobrabilidad - Dirección |
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Además de ser sumamente maniobrable y de respuesta casi inmediata por medio de su adecuado sistema de dirección, el tamaño ayuda enormemente a que el Spazio se "filtre" en cualquier agujero del tránsito urbano. Sumándole la agilidad que le confiere el motor, el TR es un verdadero hallazgo. Su única limitación en este aspecto es su radio de giro, excesivo para un auto de sus características.
La dirección, gracias al volante de tamaño justo, es sumamente liviana. Ideal para niñas, señoras, señoritas, etc.
En el puerto con fondo de "postal"
8 - Equipamiento y accesorios |
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Cuantitativamente dispone de muchos más elementos que el CL. Pero algunos de ellos merecen alguna mejora a nivel de calidad. Por ejemplo las escobillas de los limpiaparabrisas. O el motor del limpia - lavaluneta que está alojado en la parte interior de la tercera puerta (o tapa de baúl) sin máscara de protección (a la vista) y que se manifestó ruidoso. O la bomba manual (tipo "sapito") para enviar agua a presión al parabrisas. Bien podría ser eléctrica y comandada desde el brazo selector de velocidades de las escobillas (solo dos frecuencias y sin intermitente).
Otro detalle a tener en cuenta es que la tecla que acciona el lava - limpialuneta no posee velocidad constante o periódica. Cada vez que se utiliza hay que presionarla y el sistema responde con un solo barrido.
Hay insuficiencia de bandejas y falta una guantera que bien podría colocarse colocarse a la derecha, aunque fuese de reducidas dimensiones. La radio AM/FM es de calidad y buena recepción. No dispone de pasacassette, lo que en la Argentina de hoy es una ventaja... un problema menos.
El cenicero está bien ubicado al igual que el encendedor. Eficiente el desempañador de luneta.
La del Spazio TR es una planta motriz conocida, experimentada y mejorada a través del tiempo. El trabajo de los ingenieros permitió reducir el consumo de combustible, hacerlo más elástico y neutralizar algunas vibraciones que se transmitían a la estructura de aquellos Fiat 128, antes que se llamara Europa.
Un motor noble, indestructible, "supercuadrado" (gran diferencia en favor del diámetro respecto de la carrera), eficiente y robusto. Porque al 128 se lo criticó de paragolpe a paragolpe merced a que tuvo el atrevimiento de revolucionar con su tecnología el mercado argentino del mediano - chico. Pero nunca se le pudieron achacar contras al motor. Ni al 1.100 ni al 1.300.
Si establecemos de antemano que analizamos un auto equipado con motor de 1.300 cm3 y 60 CV DIN con escasos 800 kilos de peso, nos daremos cuenta de que estamos en presencia de un vehículo ágil y veloz dentro de su categoría.
Superó los 140 km/h en las pasadas de velocidad máxima. Y eso no es poco. Tampoco lo es acelerar de 0 a 100 km/h en poco más de 16 segundos y a ello se le suma la noble elasticidad del motor. Se puede poner la 5ta a 90 km/h o acelerar en 4ta a partir de 80 km/h con excelentes resultados.
Uno de los rubros donde el Spazio TR muestra todo su potencial, siguiendo con la tradición de sus ancestros, los nerviosos, personales y "fogosos" autos italianos.
Excelente toma de perfil del Spazio TR en la zona de los bosques de Peralta Ramos (Mar del Plata)
El acople del embrague es suave, progresivo y el pedal también es de accionamiento sutil, aunque el sistema (cable) muestra una tendencia a "acomodarse" y dejar demasiado juego libre. Cuestión de regularlo adecuadamente.
Las relaciones parecen las correctas para un auto de este tipo aunque la quinta (0.82:1) quede algo "larga". El diagrama de cambios mostró un problema que hereda de otros Fiat (incluso el Regatta). Al pasar de tercera a cuarta (en línea recta) se nota una "interferencia" a la que es necesario adaptarse. Es decir, la ubicación de la 4ta está un poco más a la izquierda que la 3era.
Las relaciones de caja y de reducción final juegan a favor de un bajo régimen de motor y por consiguiente de un menor consumo. Es así como los 32 km/h cada 1.000 rpm del motor en 5ta velocidad hacen posible viajar a 135 km/h constantes utilizando solo 4.200 vueltas por minuto. Esa misma velocidad en 4ta eleva el régimen en unas 800 rpm.
No se manifestaron ruidos o "tironeos" en la transmisión.
Suficientes para el peso y prestaciones del vehículo. No hay tendencias a perder la línea recta y no se fatigan ante el uso abusivo del sistema.
El pedal es firme, el servo asiste en la medida justa sin hipersensibilizar el comando correspondiente (pedal de freno). El de estacionamiento debe ser regulado con periodicidad.
Aunque ni su diseño, ni su tamaño lo indiquen, el Spazio TR tiene un dejo deportivo. Su agilidad, su motor de alto régimen, su respuesta inmediata, hacen que tanto la parte mecánica como la suspensión logren un conjunto con esa tendencia.
Es menos rolador que los 128 o el CL Diesel, aunque mantiene intacta su característica subvirante (irse de trompa). También es menos notoria la transferencia de peso al eje anterior a la hora de frenar exigido.
Considerando las características del auto, de nuestras rutas y de nuestras calles, el resultado final es bastante lógico y aceptable.
Reducido tanto en ruta como en ciudad. Ni hablar de aquel usuario que no acostumbra a superar los 100 km/h en viajes largos, donde la relación velocidad / consumo específico es llamativa, ya que está en los 7,5 litros cada 100 kilómetros. Agréguese un tanque de 37 litros de combustible y en un viaje a Mar del Plata no será necesario detenerse por reaprovisionamiento.
Para consumir más de 10 litros por cada 100 kilómetros (o bajar de los 10 kilómetros por litro, que es lo mismo) es necesario viajar "a fondo". Valor que tampoco es para asustar a nadie.
En el tránsito urbano, 9 litros cada 100 kilómetros.
En este rubro hay un aspecto a destacar. El Spazio no se comporta de igual manera con un ocupante que con tres y equipaje. En la primera circunstancia se muestra con una tendencia a perder la estabilidad direccional a más de 120 km/h, sobre todo por el comportamiento del tren posterior. Con peso sobre ese eje (ocupante y equipaje) la cosa cambia totalmente.
Las ruedas no - motrices apoyan mejor y colaboran para que el auto mantenga la línea de marcha sin modificaciones producidas por viento lateral o del abovedado del asfalto.
En esas condiciones su comportamiento es franco y dobla con soltura tanto en lo lento como en los curvones veloces de la ruta, sin dejar de lado su tendencia subvirante, típica en los autos de tracción delantera.
Muy buenas, tanto las bajas como las altas en relación a su performance. Ídem las de marcha atrás integradas a las luces posteriores. Las de posición anteriores están incorporadas a la unidad óptica.
Con las limitaciones de un "dos volúmenes" chico, el Spazio ofrece una interesante accesibilidad al asiento trasero. Las partes del motor debido al espacio reducido no "están tan a mano" como los mecánicos hubiesen deseado, pero con el tiempo se han ido acostumbrando. Ganar espacio interior, indefectiblemente, hace pagar impuestos en otro rubro. Es la tendencia de los autos modernos.
Burletes mejorables (producen silbidos por efecto del viento). Se evitarían algunas filtraciones de tierra en el baúl. También habría que buscar la exacta regulación de cierres de puertas y baúl.
Adecuado para un auto de su categoría. Caben tres bolsos de generosas dimensiones, un par más pequeño. La bandeja permite ubicar elementos menores o alguna campera siempre y cuando no moleste la visual del conductor.
Unos 2.000 australes (Nota de TDA u$s 1.300 aprox) debajo del precio oficial sería más indicado. Está demasiado cerca del valor de un Fiat 128 Súper Europa (cuatro puertas, más amplitud, etc).