|
IKA
Rambler Classic 660 - 1964
Un buen coche para paseo
Revista
Parabrisas Nro 43. Junio de 1964
|
La
"sterzatta" del automóvil es lo suficientemente calculada
como para poder estacionar y hacer maniobras cerradas con facilidad, a
pesar de los abundantes giros de volante. En recto se hace más rápida
Mas estilizado, simple de líneas y por lo tanto más fluido. Pocas o ninguna arista, amplias superficies de doble curvatura
Sin comentarios iniciales, la redacción de PARABRISAS recibió de Industrias Kaiser Argentina un Rambler Classic, modelo 1963, para ser sometido a esa serie de pruebas que en conjunto configuran un test que saldrá oportunamente publicado en PARABRISAS (oportunamente es ahora). La unidad en cuestión resultó ser un automóvil de color celeste con tapizado celeste también, agradable y descansado.
También te puede interesar
- Prueba del Ford Falcon Futura
- Prueba del Chevrolet 400 Super
- Prueba del Valiant III
Este automóvil había tenido sus partidas bravas antes de ser recibido por PARABRISAS. Tuvo encima la "vuelta" del Gran Premio y alguna que otra "piña". Cuando lo recibimos estaba tirado a nuevo y en perfecto estado de funcionamiento, con algo así como catorce mil y pico de kilómetros.
Es
difícil comenzar a hablar sobre este automóvil sin pensar
automáticamente en la diferencia fundamental de forma con el modelo
anterior. Existen
casos en que la diferencia entre un modelo y otro es de pequeños
detalles de carrocería, alguna bagüeta, otra combinación de
colores, etc. En el concreto caso del Rambler, el modelo último
difiere completamente del anterior, por lo menos en cuanto a
carrocería se refiere.
Desapareció la sensación monolítica
siendo reemplazada por una línea liviana y fluida, que pone de
manifiesto en líneas generales una sobriedad estilística muy
agradable. Conservando el rodado de dimensiones muy aproximadas a
las del modelo anterior, en este caso da la impresión de más
grande al ser mas liviana la impresión de conjunto de la
carrocería. Sin embargo, las dimensiones interiores del nuevo
modelo son tan generosas como las del anterior. Las
opiniones sobre el tamaño de las ruedas están muy divididas, por lo
menos en cuanto a estética se refiere. Personalmente, el que
escribe esta nota opina que el tamaño es correcto, tanto estética
como funcionalmente. Considera que los pozos, de los cuales existen
tantas variedades en las calles de Buenos Aires y otras ciudades
importantes, las huellas en los caminos de tierra, etc. son más
fácilmente superables con rodado grande. Técnicamente hablando es
tan discutible y tan fundamentada una opinión como la otra.
El
Rambler Classic 660 parece más grande desde el interior que visto
de afuera. Y
esta primera apreciación se confirma en la realidad física de la
prueba. Tres personas se acomodan con facilidad en el asiento
delantero; lo mismo, aunque en menor medida, ocurre en el trasero.
Sabidos son los inconvenientes que causa el túnel de transmisión,
cosa común en los automóviles con motor delantero. En este caso,
el túnel en la parte delantera tal vez moleste al pasajero que va
sentado en el medio. En la parte correspondiente al asiento trasero
el túnel, ya disminuido, no ofrece mayores inconvenientes. Los
asientos, en sí son amplios y largos, con buena sustentación del
cuerpo y lo suficientemente mullidos como para asegurar comodidad en
este sentido. La posición de manejo del conductor es otra cosa.
El
diseño tipo norteamericano se ve aquí reproducido fielmente en
todas sus características. El volante está demasiado cerca del
respaldo del asiento delantero y esta característica se conserva a
través de todo lo que pueda deslizarse el asiento sobre sus
correderas. Dicho de otra forma, el volante esta demasiado lejos de
los pedales. De este modo, el conductor encuentra que siempre
tendrá el volante cerca del pecho y manejará con los brazos
encogidos.
Frenado
según nuevo sistema de marcación que integra en las frenadas
el tiempo de reacción de un conductor normal
La regulación de
distancia del asiento, que se efectúa por medio de una leva
colocada debajo del asiento del lado de la puerta, no
soluciona la posición del volante. Inclusive, en el punto
más alejado de su recorrido, un conductor de mediana estatura
maneja con los brazos doblados. Esta es una característica
común a la inmensa mayoría de los automóviles de diseño
norteamericano.
Entrar
y salir del puesto de conducción, lo mismo que los otros, es
una operación fácil,
dado el ancho y el tamaño general de las puertas.
El asiento
trasero, no tan amplio ni tan cómodo como el delantero, tiene en su
parte media un refuerzo, estructura o tensor que endurece esa zona
con la consiguiente incomodidad para el pasajero del medio. Con el
delantero corrido totalmente para atrás, la distancia para las
piernas en el asiento trasero se ve sensiblemente disminuida.
El
acceso visual a los controles, velocímetro (sin giornalero),
medidor de cantidad de nafta, temperatura, etc., etc., es cómodo y
fácil. Solamente el aro de bocina tiene una tendencia especial a
interponerse entre los ojos del conductor y el velocímetro en la
zona que corre entre los setenta y los ciento treinta kilómetros
por hora. El registro de intensidad de las luces del tablero
funcionó bien durante toda la prueba con una escala lumínica muy
razonable.
Siguiendo viejas y probadas prácticas, el Classic tiene
limpiaparabrisas de vacio. Esto quiere decir que cuando se acelera
el automóvil, el limpiaparabrisas deja de funcionar o disminuye
sensiblemente su efectividad, y cuando se levanta el acelerador
empieza a funcionar como un desesperado. Moraleja: en días de lluvia
o noches pluviosas, no acelere, desacelere siempre. Los
controles manuales están distribuidos correctamente sobre los
costados del tablero de instrumentos. Arriba, a la izquierda, la
perilla del ventilador de calefacción. Abajo, la perilla de luces
que lleva incluida el reóstato de iluminación del tablero. Derecha
arriba, el control del limpiaparabrisas (de velocidades variables de
acuerdo con el acelerador). Abajo, derecha, el interruptor de
arranque (arranque y contacto con la misma llave, además de
posición de accesorios).
Más
hacia la derecha, el encendedor, con la excelente idea de luz
interior, para poder volverlo a su lugar sin demasiadas pruebas.
Todo a lo largo de los costados laterales del tablero de
instrumentos corren los controles de calefacción, uno para dar paso
al agua caliente al radiador de calefacción y el otro para dirigir
el aire caliente que proviene del radiador hacia el piso o hacia el
parabrisas (defroster).
A la izquierda; la perilla de destrabe del
freno de estacionamiento, que en este caso es de pie y, cosa rara,
funciona correctamente. Bajo el panel de instrumentos están
ubicadas dos llavecillas, una de las cuales desconecta la bocina y
conecta la luz de "guiño", que puede ser alta o baja y la
otra conecta la luz de mapa.
El control de pie de las luces alta y
baja fue encontrado incómodo, tanto por su posición como por la
manera de actuar del aparato, que necesitaba en nuestro caso, un
fuerte golpe con la planta del pie. La bomba de pie del
lavaparabrisas, ubicada algo alta, funcionó perfectamente con una
suave presión. Apretando fuerte, pierde su efectividad.
Viene
luego, la cuestión de los pedales y la palanca de cambio de
velocidades. Los
primeros están bien dispuestos dentro del amplio espacio disponible
y separados entre si lo suficiente como para ofrecer un buen punto
de apoyo. El pedal del acelerador, punto siempre en discusión, de
acuerdo con la posición del freno, está ubicado de modo que puede
hacerse "taco y punta", cierto sentido deportivo de manejo
puesto en un automóvil evidentemente de turismo y de uso diario. De
acuerdo con la altura del cojín del asiento, los pedales están
correctamente situados.
La leva del cambio de velocidades situada a la derecha de la columna de dirección, tiene un recorrido corto y bastante preciso, a tal punto que la primera velocidad puede ser conectada a los sesenta kilómetros por hora -haciendo doble embrague- sin mayores inconvenientes. Los recorridos bien determinados ayudan a una correcta conducción (sesuda afirmación del redactor de turno).
Luego el asunto de la dirección. Con el auto en movimiento, la dirección se torna liviana y tal vez demasiado desmultiplicada. Esta es una cuestión de compromisos. La dirección desmultiplicada, con mucha diferencia de engranajes, es por principio más liviana pero son necesarias más vueltas de volante. Esto tiene sus pro y sus contras.
Para
estacionar y sacar del estacionamiento o hacer maniobras en lugares
reducidos, la dirección de este tipo alivia mucho el trabajo del
conductor. Pero ya con el auto en movimiento, cuando todo se
aliviana, el número de vueltas de volante resulta excesivo. Este
compromiso entre vueltas de volante y liviandad de dirección se
resuelve en este caso dándole mayor importancia al primer término.
La
visibilidad desde el puesto de conductor es relativamente amplia. El
asiento hundido conspira evidentemente contra una mayor visión
frontal y lateral. Para el conductor que maneja por primera vez un
Rambler son necesarios unos cuantos días de práctica, hasta ubicar
en el espacio sin relación visual alguna, la rueda delantera
derecha.
El
viaje de prueba del Classic 660 se realizó por zonas de Córdoba y
Mendoza tomando variedad de caminos; asfalto, tierra, asfalto en
montaña y sobre todo mucho ripio en caminos de alta montaña y
llano. Esta importante variedad de escenarios dio ocasión de
comprobar a fondo las características de conducción del
automóvil.
Como
automóvil rutero, asfalto, muchos kilómetros, largas rectas,
curvas amplias, el Classic es muy bueno. La estabilidad longitudinal
fue encontrada óptima por los manejeros de PARABRISAS. Los vientos
laterales influyen en escasa proporción sobre la marcha en línea
recta, tanto los naturales o el vacío creado por algún vehículo
grande que se cruza en la ruta.
La dirección, liviana en su
trayecto medio, aunque no transmite al conductor la sensación del
camino por el que se circula, hace la conducción muy fácil. En
curvas amplias y veloces, el Rambler está como en su casa, siempre
que sean veloces. Las curvas cerradas, tomadas fuerte, ofrecen los
consabidos problemas de exceso de rolido y cierta imprecisión con
el volante amén de considerable ruido de cubiertas.
En
el ripio, en montaña, el Rambler anda. Los deslizamientos pueden
ser fácilmente controlados o provocados ex profeso. En caminos de
escasa adherencia se nota una marcada tendencia al zapateo del tren
trasero cuando este actúa bajo potencia del motor. Si el conductor
no se hace mala sangre con las vueltas del volante, puede hacerse,
siempre en ripio, una conducción rápida y agradable.
En caminos
de asfalto sinuoso la cosa cambia. El definido understeer del
Classic hace incómoda la conducción veloz en este tipo de caminos.
Sabido es que un automóvil con características sobrevirantes
-contrario al Rambler- es más fácil de conducir en caminos
sinuosos de asfalto.
En el ripio, dada la poca adherencia de las
ruedas, las características de subviraje no se manifiestan en mayor
intensidad y cambian las características de viraje con respecto al
asfalto. Luego la caja de velocidades. En montaña faltan relaciones
de caja. Donde es mucho para la primera es poco para la segunda y lo
mismo sucede entre segunda y tercera.
En
cuanto a los frenos, importantísimos factores de seguridad (segunda
sesuda afirmación del redactor de turno), fueron encontrados
efectivos pero duros. Las pruebas en el Autódromo Municipal
revelaron mucha resistencia al "fade". El conductor tiene
que hacerse a la idea de que tiene que apretar mucho. Si lo hace, el
auto para. El modelo Ambassador -Classic con lujo- viene provisto de
un servo auxiliar al pedal de frenos. Creemos que la dureza del
pedal de freno debe ser menor en el modelo caro. En montaña los
frenos fueron bien cuidados con abundante empleo de la caja.
En
la ciudad, la salida del motor hace una conducción muy cómoda, por
lo menos en cuanto a acelerador y cambios de marcha se refiere.
Resumiendo,
un buen coche para paseo, ciudad y turismo. Cómodo y grande y,
dependiendo del piloto, puede llegar a ser deportivo.
|
CONCLUSIONES Virtudes
Aspecto exterior muy mejorado respecto de la versión anterior.
-
Tamaño de las ruedas.
-
Capacidad interior.
-
Accesibilidad.
-
Encendedor con luz interior.
-
Dirección liviana.
-
Funcionamiento del motor.
-
Freno de estacionamiento.
Defectos
Posición de manejo.
-
Limpiaparabrisas de vacío.
-
Control de pie de las luces altas y bajas incómodo.
-
Excesiva desmultiplicación de la dirección.
-
Pedal de freno muy duro.
-
Subvirancia en caminos de asfalto
VELOCIDAD MÁXIMA 146.100 KM/H
Promedio de las dos mejores pasadas en sentido contrarios
Equipo de test:
- Ronald Hansen
- Guillermo Martire
- Emilio del Valle (n)
En las pruebas de aceleración y frenado condujo la unidad el piloto de fábrica señor Amleto W Rosso
|
0-20 Km/h |
1s 2/5 |
0-40 Km/h |
3s 1/5 |
0-60 Km/h |
5s 4/5 |
0-80 Km/h |
9s 4/5 |
0-100 Km/h |
14s 2/5 |
0-120 Km/h |
27s 0 |
|
23s 3/5 |
0- 100 Km/h - 0 |
19s 4/5 |
LA CURVA DE ACELERACIÓN DEMUESTRA, SIN LUGAR A DUDAS, QUE LOS 119 HP DEL CLASSIC 660 SON REALES. LOS PUNTOS DE CAMBIO DE MARCHA SON LOS CONSIDERADOS ÓPTIMOS PARA OBTENER LA MÁXIMA ACELERACIÓN EN UN AUTOMÓVIL EN CONDICIONES NORMALES
|
|
|
80 Km/h |
8.7
|
Alta velocidad |
5.4
|
En ciudad |
5.4 |
ERROR DEL VELOCÍMETRO |
Vel Indicada |
Vel real |
20 |
17.8 |
40 |
35.4 |
60 |
55 |
80 |
75 |
100 |
95.5 |
120 |
111 |
|
DISTANCIA DE FRENADO |
Vel |
Total |
20 Km/h - 0 |
3.40 m |
40 Km/h - 0 |
10.10 m |
60 Km/h - 0 |
19.30 m |
80 Km/h - 0 |
35.60 m |
100 Km/h - 0 |
57.50 m |
120 Km/h - 0 |
79.60 m |
RESISTENCIA COMPROBADA AL "FADE", ESTA VEZ Y EN ADELANTE, A TRAVÉS DE VEINTE FRENADAS DE 80 Km/h A 0
VELOCIDADES DE LOS CAMBIOS DE MARCHA |
1era a 2da |
55 Km/h |
2da a 3era |
100 Km/h |
EL ESCALONAMIENTO CORRECTO DE LAS MARCHAS. CAMBIÓ A 4.500 RPM DE PRIMERA A SEGUNDA Y A 4.350 / 4.400 RPM DE SEGUNDA A TERCERA. RESPECTIVAMENTE EQUIVALEN A 55 KM/H Y 100 KM/H
DIÁMETRO DE GIRO |
A la derecha |
10.90 m |
A la izquierda |
11.40 m |
|
LOS RADIOS DE GIRO CORRESPONDEN AL TAMAÑO DEL RAMBLER. LAS RUEDAS "DOBLAN" MUCHO, ÚNICA MANERA DE PODER MANIOBRAR CON ACIERTO UN AUTOMÓVIL COMO ÉSTE EN UN TRÁNSITO DENSO COMO ESTE TAMBIÉN
El Rambler Classic 660 es un automóvil grande, sensación que se nota mas desde adentro que de afuera. Los seis pasajeros de norma entran cómodamente en el sentido transversal del nuevo modelo de Kaiser
La superficie barrida por los limpiaparabrisas es razonablemente amplia. Estos últimos funcionan con el clásico sistema de vacío, poca mecánica para el resto del automóvil. Algún día vendrán con 3 escobillas
EL ASIENTO DELANTERO CONSPIRA EN CIERTA MEDIDA CONTRA LA VISIBILIDAD FRONTAL, PERO SU COMODIDAD COMPENSA ESTE DEFECTO. LA RUEDA DELANTERA DERECHA QUEDA AISLADA HASTA ACOSTUMBRARSE
|
Motor
|
Modelo
Continental 61-226, 6 cilindros en línea, válvulas laterales
enfriado por agua. Diámetro de los cilindros 81.138 mm Carrera
de los pistones 111.125 mm Cilindrada total 3.707 cm3 Ubicación
delantera. Relación de compresión 7.3:1 Régimen y potencia:
119 HP a 4.000 rpm Cupla máxima 26 mkg a 2.100 rpm
|
Transmisión
|
Trasera. Caja de tres velocidades
hacia adelante y una de retroceso (2da y 3era sincronizadas).
Embrague monodisco seco. Relaciones: 1era 2.798:1 2da 1.551:1 3era
1.000:1 MA 3.978:1 Puente trasero semiflotante de relación 3.73:1
|
Frenos
|
Hidráulicos
|
Suspensión
Delantera
|
Independiente.
Amortiguadores hidráulicos de doble efecto.
|
Suspensión
Trasera
|
Eje
rígido con brazo Panhard y resortes helicoidales. Amortiguadores
hidráulicos de doble efecto.
|
Dimensiones
|
Alto: 1.390
m Largo 4.920 m Trocha delantera 1.480 m Trocha trasera 1.458 m Distancia ente ejes
2.840 m
|
Vea también
Road Test del IKA Rambler Ambassador 990
Revista Parabrisas Nro 59. Octubre de 1965
Road Test del Rambler Cross Country
Revista Parabrisas Nro 26. Enero de 1963
NOTA PARA FORISTAS, WEBMASTERS, ETC.Si te ha gustado este test y vas a usarlo en un foro, sitio web o cualquier otra publicación, por favor no olvides mencionar que lo obtuviste de Test del Ayer además de incluir un link a este sitio.
Muchas gracias. |
|