Pruebas de autos argentinos

Ford Fiesta 1.6 5p vs Chevrolet Corsa 1.6 5p Novedad vs. Continuidad Revista Parabrisas Nro 253. Noviembre de 1999

Fiebre en el segmento chico. El Fiesta con diseño y motor nuevos aventaja al Corsa en rendimiento y prestaciones. El Chevrolet, casi inalterado, sigue siendo más cómodo

Fieles a nuestra filosofía, viajamos especialmente a Brasil para probar a fondo la última evolución de dos modelos de peso en nuestro mercado y en un operativo exclusivo comparamos al nuevo Ford Fiesta con el Chevrolet Corsa Generación 2000.

Ambos modelos, que pretenden ponerse a tono con los nuevos Volkswagen Gol, Peugeot 206 y el inminente Renault Clio 2, sacan sus armas para pelear en el segmento más competitivo del mercado y reavivan el superclásico Chevrolet vs. Ford.

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El producto del óvalo muestra una renovación mucho más importante -notoria transformación estética e inédito motor de 1.600 cm3-, mientras que el Corsa sólo se remite a leves cambios estéticos, aunque carga con la gran novedad de que en breve comenzará a fabricarse, en versiones de tres y cinco puertas, en la planta argentina de Rosario. Cada uno, con su historial a cuestas y estos cambios, recibirá al nuevo milenio.

El "forcito" ha cosechado desde 1976 repetidos éxitos de ventas. El pequeño Chevrolet no se ha quedado atrás; nacido en septiembre de 1982, hoy se posiciona segundo en el ranking de ventas de la Argentina y se ubica entre los autos más vendidos del mundo ya que disputa el primer lugar con el Toyota Corolla, al cual superó el año pasado por 3.886 unidades con un total de 910.839 vendidas en 12 meses.

La forma de la parrilla ahora facilita más la refrigeración del motor

Bastante diferente al que presentó recientemente en Europa, con reminiscencias del Astra, Chevrolet no quiso caer en la globalización y realizó sobre el Corsa Generación 2000 un restyling superficial exclusivo para el Mercosur. El cambio más notorio se nota en el capot, que presenta dos nervaduras bien marcadas, y la parrilla (con forma de panal de abejas) es más amplia que la anterior, aumentando la sección de entrada de aire.

Su aspecto general denota una apariencia más voluminosa debido a que el paragolpes sobresale un poco más de la carrocería.

La parte trasera exhibe nuevas luces que sobresalen con formas redondeadas, y lateralmente continúa teniendo la misma línea salvo por el diseño de las llantas, que fueron objeto de una ínfima modificación.

Como si ya estuviera anunciado, Ford apeló al family feeling y se descolgó para este Fiesta con formas similares a las del Focus y del Ka para darle continuidad al estilo New Edge. En la parte frontal presenta faros con formas trapezoidales, nueva parrilla, faros antiniebla y paragolpes que le confieren un aspecto más agresivo. Las llantas se ofrecen en aleación con un estilo más deportivo; atrás se mantiene prácticamente igual. Conserva un coeficiente aerodinámico de 0,36.

Aquí la gran novedad se presenta en el producto del óvalo. Ahora llega con un motor Zetec versión Rocam, de ocho válvulas, 1.600 cm3 y 92 CV, que fue desarrollado en Alemania para ser producido en Brasil y discontinuar así el conocido 1.4 de 16 válvulas. La marca tomó esta decisión para reducir los costos, ya que el motor Zetec 1.4 llegaba importado de España.

Además -según previos estudios motivacionales-, la gente pretendía un propulsor con más torque. El Rocam, que se mueve con mucha más agilidad en el tránsito urbano, consigue su máximo par a 2.500 revoluciones, mientras que el anterior lo obtenía recién a 4.500 giros. Este Zetec 1.6 responde estupendamente en los sobrepasos de ruta; la progresividad lineal en todo su rango de revoluciones hace que prácticamente no sea necesario rebajar un cambio.

Según nuestras mediciones, de 80 a 120 km/h en quinta demora 17s9, alcanza una nada despreciable máxima de 179,6 km/h y rinde un promedio de 13,6 km/l, con un funcionamiento general sereno. Otra de las ventajas es que probablemente sea más barato de mantener debido a que la cantidad de piezas es menor y que llegan desde el país vecino.

El Corsa se mantiene inalterado: conserva el probado propulsor de ocho válvulas, también con 92 CV, que testeáramos en distintas versiones. En algunas mediciones resulta más veloz, pero en general gana el Ford, sobre todo en el consumo.

Atrás se mantiene inalterado; sólo las luces de freno son más redondeadas

La visibilidad hacia el 3/4 trasero está reducida por el grueso parante

Pese a que el Fiesta recibió un rediseño en los asientos, al Corsa se lo siente mucho más cómodo en general. La posición de manejo del Ford queda opacada por el volante bajo -que cubre parcialmente el instrumental-, la pedalera poco profunda y el asiento que no descansa bien la parte superior de la espalda. Estos defectos ergonómicos se hacen mucho más notorios si quien maneja promedia el metro ochenta de estatura.

La butaca del Corsa es más amplia y sujeta mejor; el volante -de generoso tamaño- está dispuesto bastante bajo y perjudica la tarea de frenar: la parte superior de la pierna roza con el aro.

En el espacio trasero también gana el Corsa; la forma del cojín y el lugar para las piernas muestran más amplitud que en el Fiesta, que se ve penalizado por el techo bajo y el diseño del asiento. En lo que se refiere a la capacidad de los baúles, el Fiesta ofrece 250 dm3, mientras que el Corsa admite 240 dm3.

En curvas rápidas el Corsa resulta muy mullido y no transmite confianza

Ambos productos presentan cambios sutiles. Esto es más evidente aún en el Chevrolet, que sólo modificó el color de las agujas y la tipografía de los números de los instrumentos del panel. En el Ford, las diferencias son un poco más marcadas. El equipamiento se mantiene igual que en anteriores modelos, aunque varía de acuerdo con cada versión. El Fiesta también ofrece air-bags para conductor y acompañante.

Suspensión - Dirección

Si lo que se desea es un buen confort de marcha, el producto a elegir es el de General Motors. Mantiene suspensiones mullidas que absorben bien todas la irregularidades típicas de nuestros caminos; eso sí, en ruta no transmiten la seguridad que deberían. El conjunto blando y la dirección lenta no lo hacen un auto con carácter deportivo pese a que sus valores prestacionales son bastante buenos.

El Fiesta, en este aspecto, lleva las de ganar: producto de su dirección rápida y precisa, transmite mayor confianza al doblar. Las suspensiones -más equilibradas- lo transforman en un auto mucho más seguro para la ruta, aunque bastante copiador en ciudad. Una filosofía muy distinta a la de su rival.

Transmisión - Caja

Como dijimos en la ocasión anterior, "el Corsa muestra una selectora imprecisa, sobre todo en el paso de 2da. a 3ra. y de 5ta. a 4ta., y un embrague extremadamente blando, con pedal de recorrido corto". Con esto, sumado a sus largas relaciones, no tenemos más que agregar, ya que nada ha cambiado.

El Fiesta, en contrapartida, tiene la selectora un poco más precisa y con menos recorridos, y las relaciones son más cortas y están bien compensadas por la gran elasticidad del motor Rocam.

Como detalle a favor, el Chevrolet cuenta con anillo de seguridad para conectar la marcha atrás.

Seguridad - Frenos

El hecho de que el Ford ofrezca airbags y el Corsa no, marca una brecha que aumenta, a favor del Fiesta, si hablamos de doblar y frenar; en estos aspectos siempre se lo siente más seguro.

El Chevrolet compensa con la mayor visibilidad hacia todos sus ángulos, la posición de manejo más relajada y los cuatro apoyacabezas.

Precio

Por 17.400 pesos se puede comprar cualquiera de los dos, pero el nuevo motor, el doble airbag, la terminación general, el menor consumo son importantes razones de peso a favor del Ford. Aunque el confort y el espacio interior sean patrimonio del Corsa.

No caben dudas de que el producto del óvalo se ha preparado mejor para recibir el nuevo milenio. General Motors tiene la palabra.

Texto Augusto Brugo Marco
Fotos Ricardo Rollo

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CONCLUSIONES

Juntos con Silvio Carvalho, asistente de test en Quatro Rodas, en los primeros reabastecimientos para aproximar el consumo. El Fiesta resultó más rendidor. Sutiles modificaciones de parrilla y capot en el nuevo Corsa

SEGURIDAD: EL FORD TRAE DOS AIRBAGS Y EL CHEVROLET SÓLO CUATRO APOYACABEZAS

El motor Zetec Rocam de ocho válvulas se reveló elástico y rendidor

AMBOS PROPULSORES TIENEN 92 CV PERO EL DEL FIESTA RESULTA MUCHO MÁS ECONÓMICO

Dentro de su categoría, el probado propulsor de 92 CV resulta un poco gastador

EQUIPAMIENTO

Ford Fiesta	Chevrolet Corsa
- Dirección asistida - Dos levantavidrios eléctricos - Doble airbag - Autoestéreo - Llantas de aleación - Cierre centralizado - Limpialavaluneta	- Aire acondicionado - Dirección asistida - Cuatro levantavidrios eléctricos - Autoestéreo - Cuatro apoyacabezas - Limpialavaluneta

DETALLES

Ford Fiesta

Chevrolet Corsa

- El asiento trasero se abate fácilmente en mitades 60/40 - El aro del volante es bastante grueso. - La columna de dirección no ofrece ninguna regulación. - Tiene un alto error del velocímetro (9.2%). - No tiene apoyacabezas traseros. - El sistema de apertura del tanque de combustible, con la llave de contacto, es un engorro para abrir y cerrar - El intermitente del limpiaparabrisas tiene una sola velocidad.

- Las cerraduras son muy duras de accionar - El autoestéreo funciona sin contacto - Tiene alarma sonora de olvido de luces encendidas - El forzador de ventilación cuenta con cuatro velocidades - El anclaje de los cinturones está un poco lejos del alcance de la mano - La columna de dirección no se regula ni en altura ni telescópicamente